Adriana Peña Fumero es la Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife

La joven es elegida la soberana de la fiesta tras una Gala de más de tres horas de duración y en la que participaron más de 3.000 personas

Adriana Peña Fumero, con la fantasía Lisboa y en representación del Centro Comercial Añaza Carrefour, es la nueva reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. Tres curiosidades: su diseñador, Santi Castro, revalida el cetro que cosechó con Ruth González el pasado mes de junio, y además se convierte en la sexta reina adulta del Carnaval chicharrero que suma en su palmarés; a modo de referencia, Leo Martínez el es creador que acapara más reinas del Carnaval, con nueve cetros en la capital tinerfeña.

El recinto ferial acogió una gala en la que Enrique Camacho lo volvió a hacer. De los seis espectáculos que ha dirigido, ayer sirvió al público la especialidad de la casa: gente, gente y gente, sazonado con golpes geniales de clase que roban corazón, como el momento de la reina del Carnaval 2022 cuando pasa de una carroza al escenario como si fuera lo más fácil del mundo, aún portando su fantasía. Si ese fue el momento más selecto, el duelo de batucadas que protagonizaron las comparsas en la recta final enamoró al público.

Enrique comenzó sensacional en la obertura, máxima y musical, para mantener la tensión hasta el cierre; ayer cantó Carlos Rivera, pero habría tenido el mismo éxito otro intérprete, porque la clave estaba en las ganas del público y en los ingredientes de la sexta gala de Enrique Camacho: quince candidatas en tres horas con gente, gente y gente de Carnaval que está orgullosa del Carnaval.

Integran la corte de honor de la nueva reina, como primera dama, Hirisley Jiménez Marrero, con una creación de Daniel Pages, titulada Metamorfosis, en representación de McDonald’s y EL DÍA–La Opinión de Tenerife.

Segunda dama, Laura Fernández Ruiz luciendo una fantasía de Sedomir Rodríguez de la Sierra titulada Así soy, en representación de Centro Comercial Alcampo-La Laguna.

Tercera dama, Carmen Luna Hibner Hernández luciendo una fantasía de Alfonso Baute, titulada Un mar de consciencia en representación de Iberostar Hotels & Resorts.

Cuarta dama de honor, Marta Santana Rodríguez, con una fantasía de Alexis Santana Rodríguez titulada Historia de una reina, en representación de Tecnocasa.

Exquisita obertura que corona la reina de 2022 cuando accede con su traje desde una carroza hasta el escenario

21:30 horas y... despega la gala de elección de la reina del Carnaval, una propuesta en la que el director artístico, Enrique Camacho, plantea un viaje a Nueva York durante tres horas con más de 3.000 componentes de grupos como compañeros de pasaje.

Y para abrir boca, Nía, la ganadora de Operación Triunfo 2020, que inaugura las escaleras por las que se accede a un deconstruido Empire State versionando Let the river run, para dar paso a una exhibición de bailes urbanos a cargo del grupo coreográfico Yu Funk, para seguir con la canción Carnaval de barrio y gente disfrazada sobre el escenario mientras se mezclan banderas de Nueva York con las de Tenerife para rendir tributo al ritmo de New York, momentos de claqué y juego de luces en una obertura musical que enamora.

El recinto, siempre lleno de Nueva York, de Carnaval, en la propuesta de Enrique Camacho de superar el récord Guinness de mayor número de participantes en la obertura de un espectáculo que resolvió en quince minutos. Cuando parecía que la gala ofrecía un musical con gente, gente y más gente, Enrique sorprendió con el más difícil todavía: aparece entre el público, pegado al escenario, una carroza que transporta a la reina del Carnaval 2022, Ruth González Martín, quien casi en un movimiento milimétrico tiene que pasar de la carroza al escenario con el traje con el que ganó el título en la edición de junio.

El momento bien valió no solo los quince minutos de obertura. Ruth González acababa de protagonizar uno de los grandes momentos de la Gala; era aún prematuro tildar esa acrobacia como el chanelazo de la edición de Nueva York, pero sin duda la reina saliente puso el broche de oro a la obertura refrendada por una ovación en la primera vez en el Carnaval 2023 que el recinto ferial permanece lleno de principio a fin.

Luego, la murga madre de Canarias, la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá, bajo las órdenes de Eliseo Carrillo, que vino a cumplimentar el trámite con El Cubanito –antes se había presentado a los miembros del jurado– para dar paso al desfile de las candidatas.

21:50 horas. Abre el primero de los cuatro bloques en los que se reparten las quince aspirantes la representante de Jonathan Suárez; el título de su creación, Ilumíname, un traje ambicioso en colorido que parecía un edificio más del escenario, con su vocación de lámpara.

Y llegó Flor de luna, que defendió Maite Gutiérrez, una creación de Cavi Lladó. El traje parecía hecho a la medida de la escenografía neoyorquina, con negros y platas; era el segundo año en el que participa esta herreña que cautiva por su personalidad.

En tercer puesto, una fantasía más bonita en el título que en su ejecución, que pareció rendir un tributo a los trajes de los años sesenta según idea RP Diseño, con el patrocinio de la murga Chinchosos y la asociación de vecinos San Isidro, de El Centenero. Y cerrando el primer bloque, la candidata de McDonald’s y EL DÍA, con un diseño de Daniel Pages con una de las fantasías más llamativas y con un mensaje más contundente: entre el colorido, ni una pluma en una apuesta por la sostenibilidad.

Acaba el primer bloque de aspirantes y... más gente, gente de Carnaval: las agrupaciones musicales, con el escenario lleno de lado a lado mientras reivindican que «lo nuestro es tradición»; tanto la fiesta en sí como el llenar el Carnaval, algo que entusiasma.

Segundo bloque. Abre la representante que viste la fantasía de Tin Quintero, de las Ferreterías Castro Delgado y Las Pirámides, en las que predominan los tonos rosados y platas entre infinitas plumas, lo que no impidió que tuviera que pelear para poder salir del giratorio. En segundo lugar, una de las dos fantasías de Jorge González Santana, el único diseñador que hace doblete de candidatas. Su traje da un petardazo de luz que demuestra el trabajo y diseño del creador de Pedro Álvarez, que pivota en rosados en una transición que va al gris. La luz se alía tanto en esta fantasía, como en las anteriores, y Juanjo Beloqui es capaz de realzar y crear el enésimo arco de plumas con luz.

Entre las joyas de la noche, el viaje que propuso Santi Castro, quien defendía el cetro de reina logrado en el Carnaval de junio y en la que plantea un viaje a Lisboa. El traje tiene intrahistoria y su elaboración bien merece un museo y hasta estar en una feria por cómo el equipo de Santi ha fabricado y recreado los mosaicos característicos de Lisboa, solo que confeccionado en tela. Una joya.

Pero cabía el más difícil todavía con la propuesta de Alexis Santana para su hermana Marta. Ella fue reina infantil con nueve años en 2013 y regresa una década después. Con las mieles de la exquisita propuesta de Santi Castro, enamoraba la alternativa de Alexis Santana. Y momentos de publicidad en la televisión mientras en el recinto bailaban las comparsas y el público disfrutaba de una pulsera de luz que, como ya ocurrió en la obertura, se controla desde la dirección en el momento que debe funcionar.

Regreso al desfile. Tercer bloque que abre Rosaura Pérez Marrero con un traje que lo apuesta todo por el oro; solo le faltaba aquello de oro parece..., una propuesta de Creación de la Rosa que ganó enteros con la selección musical; la propia candidata peleó una y otra vez con su tocado para defender la fantasía, para seguir el magisterio de Juan Carlos Armas en su propuesta para El Gusto por el Vino y dormitorum, con una creación que transmite efectos con su tornasol. La propuesta de Creaciones Santana, otro de los tributos a las fantasías de los años setenta, en la que destacaba su tocado, que plantea como un viaje a Laos. Y cerrando el tercer bloque, Un mar de consciencia, la propuesta de Alfonso Baute; una fantasía totalmente elaborada con materiales reciclados, un maridaje perfecto de azules y toques rosa palo en los que destacan las figuras elaboradas con materiales reciclados y plumas sintéticas.

Y llega la lírica, con la marcha triunfal de Aída que ejecutan en un número conjunto las ocho rondallas del Carnaval, que toman de lado a lado el escenario, con la orquesta de pulso y púa entre el público. Se cumple el expediente de incluir a las rondallas en la gala pero tal vez adolece la obra de la popularidad de otros temas. De hecho, hasta el público se atrevió a marcar el compás con las palmas;_el número, aunque entrañable por quien lo ejecuta –en género propio del Carnaval– fue un camino cuesta arriba en el que solo parecía que se pedía la hora al árbitro.

Cuarto y último bloque de aspirantes, que en esta oportunidad abre la representante del Centro Comercial Alcampo, con un diseño de Sedomir Rodríguez de La Sierra donde combina negro y rosa para reivindicarse, como dice el título, Así soy. En el puesto número catorce, la candidata de Dámaso Ramos, que, también con predominios de rosa y dorado, presentaba una creación Prohibida.

Ya cerrando el cuarto y último bloque del desfile, la otra candidata de Jorge González Santana. Con gusto exquisito, acorde a la selección de colores –rosa palo y dorado– la reina se hace sitio en un campo de cuernos de elefantes para titular su fantasía Maisha, que significa vida.

En directo

Tiempo de deliberación

Eras las 23:00 horas y comenzaba la votación. Enrique Camacho demotraba de nuevo su capacidad para controlar el crono: noventa minutos, tiempo suficiente para una obertura espectacular, el desfile de quince jóvenes que aspiran al cetro, con la luz de cómplice para realzar las actuaciones. Hasta ahora, Enrique había clavado el espectáculo por el regusto de la obertura que se mantenía aún.

Y antes de cerrar el momento de candidatas, aunque fuera de concurso, el escenario recibió la visita de la reina del Hogar Canario Venezolano, Suaan Rago Cafarelli, con la fantasía Sultana, una creación del arquitecto canario-venezolano Antonio Bethencourt, para dar paso a lo que pareció el agradecimiento que mostró el director de la gala a Raquel García –que le ha montado el número conjunto de las murgas infantiles y adultas– y que es la directora de la docuserie Tras la Máscara. Parecía el momento de la publicidad para promocionar el último trabajo de Raquel García, en una de las pocas veces que se ve tanta mujer en un homenaje al valor de la luz del Carnaval; entre ellas, la concejala de Fiestas 2015-19 Gladis de León.

Tal vez se le fue ahí la oportunidad a Enrique Camacho para que fuera Laura Afonso y no Alexis Hernández quien diera la introducción a la actuación, solo por la coherencia con la reivindicación del paso de la mujer en el_Carnaval. Alexis es mágico y de nuevo logró la ovación para la banda sonora de la docuserie.

Y de nuevo, comparsas del segundo de Interpretación y también uno de los favoritos del concurso; y hasta el público pudo comparar la actuación de la comparsa llegada desde Valleseco con la que siguió en el escenario, Joroperos, en su reencuentro con el Carnaval tras el cierre de su etapa sabática por el covid.

Nunca las pulseras de luz que distribuyó la dirección de la gala parecían distraer tanto al público, un recurso a tener en cuenta en algunos certámenes cuando comienza a pesar el tiempo. La gala, la sexta de Enrique, parecía entrar en la recta final; de las tres horas anunciadas, quedaban 60 minutos, y el director no había soltado ningún triunfo más allá de la actuación de Nía, la primera en actuar en la obertura.

Los presentadores, Alexis Hernández y Laura Afonso, se fueron a hablar con la actriz Macarena Gómez, que dijo en su tono de voz característico que el espectáculo de esta noche es «mejor que uno de Las Vegas», en aras de ganarse la invitación para volver en 2024.

Y llegó el momento del talento canario, con la canción Camino de lamento, que interpretó Nía, en su reaparición en la gala. Enrique Camacho sacó entonces otro golpe de efecto; cuando les tocó cantar a los hermanos Adexe y Nau, que participaban como jurado, acabaron sobre la mesa de la deliberación, para llegar a unos momentos clímax de la velada de la mano de Las K-Narias y su éxito No te vistas que no vas... de hace 18 años. Y es que lo que es bueno no pasa de fecha, y si no que se lo pregunten al público del recinto ferial.

 Y de Nía y Las K-Narias a la actuación de Jadel, con la canción oficial del Carnaval, Muévete, en una actuación made in Canarias.

Segunda oportunidad en la que se muestra un gráfico al más puro power point para comprobar la tendencia del voto telefónico, en una propuesta sin sentido porque no se sabía quiénes acaparaban los apoyos. Once y media de la noche y volvía el carrusel de las candidatas participantes en la gala con un segundo pase ante el público del recinto ferial.

Las murgas, un cabaret

Dio paso Alexis Hernández al momento de lo que «se nos cuenta y se nos canta»; el número que se presentó ante el público es la demostración del empeño del director de la gala de enmascarar la verdadera idiosincrasia de la murga; anoche parecían protagonizar en sus primeros compases un tema más propio de un cabaret, para reencontrarse con su estilo a ritmo de un pasadoble. El tema se fue hasta el infinito y más en la prostitución del estilo de la murga, hasta el punto que se acabó cantando con un piano de fondo... algo que tampoco debería sorprender si se toman en consideración presentaciones como la adulta Zeta-Zetas.

Acción de gracias

Como si fuera parte de la celebración de Acción de gracias, en EEUU, llega al escenario Carlos Rivera, que estuvo en la gala virtual de 2021, cuando el covid impidió la presencia de público y anoche retornó para disfrutar de un baño de multitudes, con un público entregado. Hasta cinco temas interpretó el cantante mexicano y lo mejor, que no escatimó esfuerzos; si en la vez anterior hasta se hizo su docuserie con Sara Cruz Teja, anoche Carlos Rivera protagonizó un concierto en directo, tocando el corazón del público, que cuando cantó Recuérdame provocó un «oh» de admiración ante esta canción, una letra que tiene una gran carga afectiva para el intérprete porque recuerda a su padre, cuyo fallecimiento precisamente coincidió durante su estancia en la gala del Carnaval virtual de 2021.

Y de Carlos Rivera, a las comparsas en otro golpe de efecto que prepara Camacho y que lo presenta como un pulso entre las batucadas que se sitúan frente a frente en el patio de butacas mientras los cuerpos de baile aguardaban su turno, tal vez para que sobre el escenario se colocaran, esta vez sí, las diez aspirantes mejor votadas y proceder a la lectura del acta del jurado. Enrique lo volvió a hacer. En el recinto solo faltaba corear en ese momento su nombre. Enrique maneja a la perfección el crono, es capaz de resolver en menos de tres horas una gala con quince aspirantes y, sobre todo, alimenta el opio del pueblo: gente, gente, gente. Ayer fue Carlos Rivera el artista invitado, pero habría cosechado el mismo éxito con Pepe Benavente.