A prisión el general Espinosa por la trama de extorsión a ganaderos

El excoronel de la Comandancia de Las Palmas entra en la cárcel por corrupción en el ‘caso Mediador’ v Los otros once detenidos quedan en libertad con cargos

El general de la Guardia Civil retirado Francisco Espinosa en su antiguo despacho de la Comandancia de Las Palmas.

El general de la Guardia Civil retirado Francisco Espinosa en su antiguo despacho de la Comandancia de Las Palmas. / LP/DLP

El general de la Guardia Civil y excoronel jefe de la Comandancia de Las Palmas, Francisco Espinosa Navas, ingresó en la tarde ayer en prisión por la trama de corrupción destapada el pasado martes en la que se le acusa de usar su cargo para cobrar mordidas de empresas que querían invertir en Canarias, además de extorsionar a empresas dedicadas a la ganadería. Los otros once detenidos por blanqueo de capitales, cohecho, pertenencia a organización criminal, falsificación y tráfico de influencias, entre los que se encuentran los políticos del PSOE de Fuerteventura Juan Bernardo y Taishet Fuentes, han sido puesto en libertada provisional con la obligatoriedad de comunicar cambio de domicilio.

«Papá». Ese era el mote con el que varios de los implicados en la trama llamaban al exjefe del Instituto Armado, que tenía una participación crucial dentro de la trama. El general supuestamente utilizaba su posición dentro del cuerpo policial para dar verosimilitud a las promesas que la organización criminal ofrecía a los empresarios que querían invertir en las Islas o que le pedían que intermediara ante posibles sanciones por parte del Seprona. Para agasajar a los interesados los invitaba a su despacho de la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid, una práctica que también realizó el diputado nacional Juan Bernardo Fuentes en el Congreso de los Diputados.

Espinosa recibía las contraprestaciones a través del conseguidor, que es como los investigadores definen a Marco Antonio Navarro Tacoronte, un hombre con influencia en Fuerteventura y que fue el encargado de poner en contacto al general con los dos políticos majoreros para la creación de la trama delictiva. Navarro Tacoronte viajaba con asiduidad a Madrid, en algunos casos con vuelo de ida y vuelta en el mismo día, con el único propósito de entregar al general las mordidas de dinero efectivo dentro de sobres.

El excoronel jefe también solía ir a menudo a Gran Canaria, donde aún mantiene un gran número de amigos de su paso por la Comandancia. Los empresarios implicados en la trama pagaban a Espinosa los vuelos, hoteles y comidas que organizaba en la Isla a cambio de que intercediera para agilizar sus proyectos en las Islas, ya fuera con drones o con placas fotovoltaicas. En su casa de Madrid, los investigadores hallaron unos 70.000 euros en efectivo guardados en dos caja de zapatos, además de una fortuna en sus cuentas bancarias de la que tratan de determinar de donde nace.

Las otras dos figuras claves de la organización criminal eran ‘los Fuentes’. Tío y sobrino, que están representados por los abogados Alberto Padilla y Raúl Miranda, fueron directores generales de Ganadería del Gobierno de Canarias, el primero entre agosto de 2019 y febrero de 2020; y el segundo en sustitución del anterior entre marzo de 2020 y junio de 2022, cuando el Ejecutivo regional lo destituyó por pérdida de confianza. La presencia de ambos en el cargo coincide con el año en la que estuvo activa la trama, entre septiembre de 2020 hasta ese mismo mes de 2021, momento en que se desintegra porque los empresarios empiezan a exigir resultados de sus mordidas, que en algunos casos superaron los 15.000 euros.

El nexo de unión de Espinosa con los Fuentes es el conseguidor Navarro Tacoronte. A través de una comida en una marisquería de Valencia con el empresario José Santiago Suárez, Navarro Tacoronte conoce al general y pronto lo une a la trama. El mediador no sólo tiene una importancia vital en la formación de la organización, sino que también es quien reconoce ante la Policía Nacional que tenía información de estos hechos delictivos.

Navarro Tacoronte había sido denunciado por el entonces director de Deportes del Cabildo de Tenerife, Ángel Pérez, quien construyó un falso relato de una estafa que el conseguidor desbarató con los mensajes que aún guardaba. En ese momento, reconoció que en sus teléfonos móviles tenía material que desvelaría toda la trama que, por ahora, termina con el general Espinosa en la cárcel y los otros once detenidos en libertad. 

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