La actividad parlamentaria crece un 30% y Matos la califica de «brillante»

El presidente de la Cámara se muestra orgulloso de que el 90% de las iniciativas hayan salido adelante con el apoyo unánime de todos los grupos

El presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos.

El presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos. / Pedro Fumero

El presidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos, sostiene que la labor de la institución en los cuatro años de la legislatura ha sido «brillante». No solo porque la actividad parlamentaria haya crecido un 30% respecto al periodo anterior, sino porque, desde su punto de vista «la Cámara ha respondido de manera eficaz a los grandes retos, como la pandemia o el volcán de La Palma, y ha estado más cerca de los ciudadanos». Por ello, comentó que «los canarios deben sentirse orgullosos de su Parlamento».

Entre 2019 y 2023, la Cámara ha recibido 1.191 escritos de asociaciones y particulares, lo que para Matos significa que los ciudadanos consideran que la labor de los diputados de los diferentes grupos políticos resulta útil a sus demandas. En la X Legislatura se han aprobado además, contabilizó, 59 decretos leyes y 26 leyes, algunas de estas últimas con carácter estructurante, como, por ejemplo, la del Cambio Climático, la electoral o de la renta básica para personas desfavorecidas. Matos, en un rueda de prensa, se mostró orgulloso de que el 90% de las iniciativas se aprobaron por unanimidad, lo que convierte al Parlamento regional en el que más acuerdos alcanza por consenso en todo el país.

«El diálogo entre los partidos debe verse como un signo de fortaleza, no de debilidad»

Gustavo Matos

— Presidente de la Cámara

En su opinión, éste ha pasado en los últimos cuatro años por un test de funcionamiento y eficacia «que ha aprobado con bastante acierto». Uno de los peores momentos se registró con el estado de alarma por el covid-19  ( del 15 marzo al 21 de junio 2020). Matos recordó que el Canarias fue el único en el que sus diputados no pudieron acudir a su sede, pues se suspendieron los viajes por barco o avión y, como resulta obvio, muchos no podían hacer uso de sus vehículos particulares para llegar al mismo.

A pesar de ello, la actividad no se suspendió nunca, gracias a las conexiones por vía telemática. Y eso posibilitó que la institución aprobara decretos relacionados con las medidas a aplicar en cada momento para hacer frente a la pandemia, lo que facilitó la compra de material de protección o la adquisición de productos para personas desfavorecidas, por ejemplo. Para Matos, resulta destacable que los diputados de todos los grupos estuvieran a la altura de las circunstancias. Además, apuntó que la institución mantendrá su labor hasta la constitución del nuevo Parlamento, a través de la Junta de Portavoces, la Mesa del Parlamento y la Diputación Permanente.

A Matos, asegura, no le preocupa demasiado la irrupción en la Cámara de nuevas fuerzas políticas en la próxima legislatura. Resalta que, a su juicio, la cultura política canaria no hace prever que exista una mayoría absoluta clara, lo que obliga «a dialogar, a pactar, a ceder para alcanzar acuerdos». Reivindica, de hecho, esa «política de la cordialidad». Desde su perspectiva, el diálogo no debe verse como un síntoma de debilidad, sino de fortaleza. Pero admite que en algunos ámbitos políticos o mediáticos, ante la importante polarización ideológica que se aprecia, existen miedos a determinados pactos. Para él, sin embargo, el verdadero riesgo es «no acercar posiciones». Por eso resalta que el 90% de las iniciativas salieran esta legislatura adelante por unanimidad, aunque, generalmente, lo que más tiene repercusión son los asuntos en los que hay serias discrepancias entre varios partidos.

Matos discrepa de que la actividad parlamentaria no interese a la mayoría de los ciudadanos. «No es cierto, no del todo», matiza. Y recuerda que en los últimos cuatro años han crecido de forma considerable, hasta los 1.191, los escritos presentados por ciudadanos y colectivos para tratar de resolver sus demandas. Sobre la participación de los ciudadanos en las elecciones, manifestó que los índices no han variado demasiado en los últimos 40 años. Es decir, opina que no tiene sentido plantear que antes existía más interés por la actividad política o parlamentaria y, consecuentemente, más participación en los comicios de la ciudadanía.

En ese sentido, adelantó que concurrirá a las elecciones del 28 de mayo como número dos del PSOE por Tenerife al Parlamento regional, por lo que resulta muy probable que vuelva a ser elegido diputado. Pero se mostró prudente y a favor de poner «el contador a cero» tras cada periodo electoral. En varias convocatorias electorales «todo lo que me he propuesto me ha salido mal», ironizó al respecto.

En cualquier caso, «no va a existir mayor honor que haber sido presidente del Parlamento de Canarias». Sus aspiraciones personales han quedado colmadas y la experiencia de los últimos cuatro años le ha servido «para madurar», subraya.

«Sobre las elecciones, todo lo que me he propuesto hasta ahora me ha salido mal»

Gustavo Matos

También tuvo palabras de reconocimiento para los miembros de la Mesa del Parlamento, así como para el secretario general de la Cámara, Salvador Iglesias, por la labor en esta X Legislatura.

Asegura que la Cámara regional, respecto a otras de la Unión Europea, ha sabido trasladar su eficacia y profesionalidad para servir de ejemplo a otros parlamento regionales. «Lo hacemos muy bien y somos más conocidos de lo que parece», dice Matos, al tiempo que defiende las retribuciones que cobran los diputados autonómicos. «Este es uno de los que menos cuesta a la ciudadanía, si se tiene en cuenta que la Comunidad cuenta con 2,2 millones de habitantes, es la octava economía del país y aborda en su actividad asuntos muy complejos y de diversas características, algunos de ámbito internacional», apunta en respuesta a la críticas porque tras disolverse el Parlamento los diputados seguirán cobrado su sueldo hasta junio y sin trabajar en asuntos legislativos.

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