Dos muertos y tres heridos de bala en una zodiac rescatada en Arguineguín

Dos de los ocupantes de la lancha neumática rescatada la noche del pasado jueves al sur de Gran Canaria por la Salvamar Macondo murieron en la travesía por heridas de arma de fuego, porque sufrieron disparos desde la costa cuando embarcaron en Cabo Bojador (Sahara), según declararon varios de sus compañeros. Al menos otros tres de los ocupantes que desembarcaron con vida en el muelle de Arguineguín tenían heridas relacionadas con disparos, aunque ninguno de ellos estaba de gravedad puesto que de los 43 ocupantes, únicamente un hombre y dos mujeres, entre ellas una embarazada, tuvieron que ser atendidas.

Según informaron a Efe fuentes de los servicios de socorro en Canarias, varias de las personas que iban en la lancha relataron que sufrieron disparos mientras trataban de hacerse a la mar, el pasado martes día 23, poco antes de amanecer. Dos de las personas que resultaron heridas murieron durante los dos días de navegación y fueron arrojadas al mar, y al menos tres más recibieron en su cuerpo impactos de perdigones, de acuerdo con el testimonio de los propios inmigrantes y por fuentes consultadas por este periódico. A una de ellas se le detectó el impacto cuando ya se encontraba en el Centro Atención Temporal al Migrante (CATE) de Barranco Seco.

Interceptan dos pateras con 97 personas en Lanzarote y Gran Canaria

En el parte del 112 sobre la asistencia prestada a los ocupantes de esa barca en el puerto de Arguineguín no figura ningún traslado a centro sanitario por heridas de arma de fuego. Sí se derivó a un hombres y a dos mujeres al hospital, una de ellas embarazada, por cuestiones «comunes» en las pateras. Sin embargo, fuentes oficiales corroboraron que la Policía conoce esos testimonios y ya ha abierto una investigación, de la que prefirieron no adelantar nada por el momento. Los agentes están tomando declaración a los migrantes para conocer las causas de los disparos.

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Un testigo que estaba presente en el desembarco de los rescatados en Arguineguín relató a Efe que uno de los ocupantes de la neumática contó delante de los sanitarios y de los marineros de Salvamento que habían disparado contra ellos, reforzando su relato con gestos con la mano y la onomatopeya «pun-pun-pun». También presenció cómo un joven se quejaba de haber recibido tres impactos, aunque no presentaba orificios de bala. Descendió caminando de la Salvamar, con ayuda, y luego miembros de las asistencias comentaron que sus heridas en la espalda parecían de perdigones. Otra de las rescatadas apuntó a los recursos que actuaron en en el muelle que los autores de los disparos iban de uniforme.

No es la primera vez que los migrantes que tratan de llegar a Canarias desde la costa de Marruecos y el Sahara denuncian haber sido blanco de disparos al momento de partir. De hecho, organizaciones que reportan a las autoridades españolas las salidas de las pateras para facilitar su rescate, como Caminando Fronteras y Alarm Phone, han denunciado en los últimos años varios casos, en algunos de ellos señalando a las fuerzas de seguridad marroquíes y, en otras, a las propias mafias que fletan las embarcaciones.

La portavoz de Caminando Fronteras, Helena Maleno, relaciona lo ocurrido esta vez con «un control migratorio» por parte de «militares» y asegura que otro chico más, un joven maliense, murió en la misma orilla, en Bojador, de un tiro en el cuello. 

En la neumática donde ocurrieron los hechos había 43 personas: 25 varones y diez mujeres adultos, siete menores (la mayoría adolescentes) y una niña.