El corredor de fondo y su equipo

La Cámara de Comercio de España otorga su Medalla de Oro al expresidente de la institución en Gran Canaria, José Sánchez Tinoco

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

La chaqueta de José Sánchez Tinoco luce desde este viernes la Medalla de la Orden de la Cámara de España. La institución ha condecorado al presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria que más tiempo ha estado en el cargo. Llegó para cuatro años que se convirtieron en once y medio por circunstancias políticas y sanitarias. Además de esa carrera de fondo, salvó a la corporación de la desaparición a la que parecía condenada.

Enero de 2011. El presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria y conocido empresario, Ángel Luis Tadeo, fallece en la capital grancanaria. Su amigo José Sánchez Tinoco, vicepresidente, tiene que tomar el timón de la institución. No se presentó a los comicios que se habían celebrado ocho meses antes con la aspiración de colocarse al frente de la institución. Pasa el tiempo y Sánchez Tinoco, además de tener que afrontar "la etapa más difícil para las cámaras" -ha apuntado este viernes su sucesor, Luis Padrón- encuentra la puerta de salida cerrada durante los once años y medio siguientes. Este viernes el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, le ha hecho entrega de la Medalla de Oro de la institución.

Llegó para cuatro años y solo dos meses después de que el entonces presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, pusiera fin a la obligatoriedad del pago de las cuotas camerales, principal vía de financiación de las cámaras de comercio del país. "Lo peor de todo fue tener que prescindir del 50% del personal", confesó el homenajeado, que insistía una y otra vez que la medalla recibida es un "premio colectivo", que sin el equipo que lo arropó durante todos sus años de presidencia, poco podría haber hecho.

"La medalla es un premio colectivo, yo solo he sido el director de orquesta de un gran equipo; he tenido una suerte tremenda"

José Sánchez Tinoco

— Expresidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria

Desde que los ingresos se esfumaron, el ajuste de plantilla era una cuestión de pura matemática. También quedaba la opción de bajar la persiana, que no pocos susurraron al oído de Sánchez Tinoco viendo el mal color que tenía el futuro. De ser instituciones saneadas, las cámaras pasaron de la noche a la mañana a tener que vender activos para aminorar las tensiones de las deudas financieras -hipotecas sobre edificios, por ejemplo- y meter un dinero en la caja que les permitiera mantener su corazón latiendo.

El cambio de reglas que supuso aquella reunión que Zapatero mantuvo en La Moncloa en el otoño de 2010 con varias de las principales empresas del país, las que más pagaban, estas le convencieron de que en plena crisis convenía dejar en sus balances las sumas de las cuotas camerales. El cambio era de tal calado que se imponía la construcción de un nuevo marco normativo para el funcionamiento de las cámaras de comercio.

Llegó 2014 y José Sánchez Tinoco se debatía entre saber que su mandato expiraba, la responsabilidad de no querer abandonar una nave que iba al pairo y la imposibilidad de hacerlo porque ni siquiera había una ley que, ya con Mariano Rajoy al mando del país, no terminaba de llegar. "He tenido una suerte tremenda", ha asegurado este viernes de nuevo en referencial al equipo que lo acompañó y que se ocupó de mantener la actividad por más que los vientos soplaran en contra.

Aun después de que se aprobara el nuevo marco legal hubo que esperar por su trasposición al ordenamiento jurídico canario, y eso vino a ocurrir en 2019. Todo preparado para que el corredor de fondo pudiera al fin descansar y estalló la pandemia. Parecía que todos los astros habían decidido que el ayer homenajeado debía quedarse en el sillón principal. «Nunca el comité ejecutivo me ha rechazado una propuesta», ha relatado este viernes. Para lo que en el pasado fue esa casa, en ese tiempo la paz también llegó para quedarse.

La consejera en funciones de Economía del Gobierno de Canarias, Elena Máñez, ha señalado que el modelo de colaboración fue «determinante» para distribuir las ayudas a las empresas y autónomos. «El talante de Sánchez Tinoco y su predisposición a ayudar a la sociedad han sido grandes facilitadores», explicó. «Siempre antepuso el progreso de Gran Canaria a cualquier interés particular», ha añadido el presidente del Cabildo insular, Antonio Morales. «No solo la mantuvo a flote en los peores momentos, sino que la reinventó para sanearla y colocarla en el lugar que ocupa hoy», ha completado Bonet.

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