Incertidumbres en la nueva etapa comunitaria

El ‘lobby’ de las islas europeas pone en peligro los fondos de Canarias

Preocupación de industriales y agricultores por la intención de la UE de centralizar la gestión de las ayudas y desviar más dinero para defensa

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. / Europa Press

Las Palmas de Gran Canaria

El nuevo equipo de la Comisión Europea, que tomará posesión de sus puestos próximamente, comienza a dar pistas de por dónde irá la política comunitaria en los próximos años. Las señales que se emiten desde Bruselas inquietan a Canarias, sobre todo en relación con el próximo presupuesto de la UE para el periodo 2028-2034 ya que se vislumbran cambios que pueden afectar directamente a los fondos que llegan al Archipiélago. Asimismo, el debate abierto por varias islas de la UE para presionar a la Comisión con el fin de lograr más fondos y mejoras preocupa por el impacto que pueda tener en las regiones ultraperiféricas. Baleares y varias islas mediterráneas como Córcega, Cerdeña, Creta o las islas Jónicas han creado un lobby para influir en Bruselas.

La política de cohesión de la UE es clave para Canarias. En el periodo 2021-2027 las Islas cuentan con una financiación global por este concepto superior a los 2.000 millones de euros, a los que hay que añadir los 673 millones procedentes del Fondo RUP. Las Islas aspiran al menos a quedarse como están y para eso ya se están celebrando los primeros contactos en la capital comunitaria. Sin embargo, hay dos aspectos que van a condicionar los fondos de cohesión tras las últimas manifestaciones de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y otros representantes de la UE.

530 programas

Una de las propuestas que se ha puesto sobre la mesa es la centralización en la distribución de los fondos, con lo que se relegaría el papel que hasta ahora tenían las regiones para establecer sus prioridades. De los alrededor de 530 programas que existen actualmente entre estrategias regionales o sectoriales serían sustituidos por 27 planes nacionales, uno por cada Estado miembro, con un sistema de pago similar al del programa Next Generation, es decir, estaría vinculado al cumplimiento de una lista de reformas e inversiones específicas para cada Estado. La posibilidad de una mayor centralización en las cuentas europeas ha hecho saltar las alarmas en las regiones, ya que supondría que los fondos de cohesión y de la política agrícola común (PAC) estarían sujetos más al criterio de los gobiernos nacionales que a lo que necesitan las regiones, entre ellas las ultraperiféricas.

Pero el debate no solo se centra en las condiciones de distribución de la financiación comunitaria, sino también en las nuevas prioridades que está marcando Europa para el próximo periodo financiero y que pasan por la seguridad y la defensa debido a las guerras de Ucrania y Oriente Próximo y la creciente amenaza de Rusia. Ya hay informaciones que apuntan a la posibilidad de que se reduzcan los fondos de cohesión y la PAC, que suponen una buena parte del presupuesto comunitario, para desviarlos a más gasto en defensa y seguridad ante el nuevo escenario que se abre en Europa tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.

En el último encuentro celebrado en Bruselas, al que asistieron representantes del Gobierno canario pero también de los sectores industrial y primario, se avisó que «las prioridades son otras y los fondos también se destinarán a fines vinculados a las guerras y a la defensa», advierten el dirigente de Asaga, Theo Hernando, y la secretaria general de Asinca, Laura Dapresa. Quedan poco más de tres años para que se inicie el nuevo presupuesto europeo «pero todavía hay muchas cosas en el aire», aunque Canarias tiene el estatus que le confiere el Tratado de la UE en su artículo 349, que garantiza políticas diferenciadas para las regiones ultraperiféricas.

Presiones

El presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, alertó hace unos días de los riesgos de que se «diluyan» los fondos que vienen a Canarias por las presiones que están ejerciendo las islas de la UE de cara al próximo presupuesto para mejorar las políticas comunitarias hacia estos territorios. Los pasos que ha dado Baleares para implantar mecanismos similares al REF canario, como es el caso de la Reserva de Inversiones, no han gustado en Canarias y menos que ahora el otro archipiélago español se una a islas del Mediterráneo y otros territorios insulares de la UE para reivindicar mejoras y más fondos de Bruselas.

Industriales y agricultores muestran su preocupación por estos incipientes movimientos que se están produciendo en las instituciones comunitarias. Theo Hernando cree que la inclusión en el Tratado de las regiones ultraperiféricas salvaguarda los intereses de Canarias pero también tener a un país como Francia del lado de España al contar con seis regiones alejadas. Desde la patronal industrial se ve con «incertidumbre» que en la misiva enviada por Ursula von der Leyen a los nuevos comisarios se mezclen islas, regiones y RUP sin distinciones, lo que puede suponer un «totum revolutum» que perjudicaría a Canarias.

Laura Dapresa también llama la atención sobre la cofinanciación de los programas europeos y las ayudas del Posei y el REA. Ahora Bruselas pone el 85% de las ayudas pero una caída de los fondos de cohesión y de la PAC por las nuevas políticas comunitarias podría suponer reducir la financiación que aporta la UE, lo que sería un golpe severo a los productos isleños y las materias primas que llegan a Canarias. Asinca advierte que el REF también es una ley y se tiene que negociar continuamente para que se cumpla por parte del Estado, con lo que lo mismo puede suceder con el anclaje jurídico de las RUP: «Hay que moverse desde ya para evitar problemas mayores en el futuro y en los próximos presupuestos de la Comisión Europea», advierten desde la patronal industrial.

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