Crónica parlamentaria

Madera de cerezo

El PSOE dejó claro que, a su juicio, la Audiencia de Cuentas era un pringoso instrumento de CC y el PP, incluso cuando CC y el PP están en la oposición

Audiencia de Cuentas

Audiencia de Cuentas / La Provincia

Alfonso González Jerez

Alfonso González Jerez

Sorpresas pequeñas y puntiagudas como callados de una playa junto a un mar oscuro. Ayer se corporizaron en la comisión un exconsejero auditor de la Audiencia de Cuentas, una consejera y el presidente. Primera sorpresa: gastaba su saliva Esther González (NC) para describir la perversidad del proyecto de informe de la AC sobre las compras de material sanitario por el Gobierno autónomo en 2020 -redactado y sometido a votación en 2022- cuando se le ocurrió decirle al exauditor Gervasio Rodríguez que el texto que había rechazado razonablemente porque estaba lleno de irregularidades. Rodríguez la interrumpió para aclararle que él no había votado contra el informe. «Ni a favor ni en contr». González se quedó un tanto patidifusa y le costó recuperar el hilo. «Yo tenía entendido…» «No, no, yo no vote en contra del informe», insistió el interrogado, «con el que estaba de acuerdo en unas cosas y en otras no…Yo era partidario de dejarlo sobre la mesa». Los socialistas -fue el PSOE el que en su día propuso a don Gervasio como auditor- no estaban menos sorprendidos.

Previamente -hay que reconocerlo - el diputado de Vox, Javier Nieto, hizo una reflexión que finalmente resultó una pequeña profecía: «Como se ha visto muchas veces en los últimos años el PSOE intenta a toda costa controlar las instituciones, y cuando no lo logra se dedica a desprestigiarlas y destruirlas». Fue exactamente lo que hizo ayer el PSOE con la Audiencia de Cuentas. Desde hace más de dos años ha lanzado insinuaciones, alusiones, sarcasmos más o menos indirectos. Ayer no. Ayer el PSOE dejó claro que, a su juicio, la AC era un pringoso instrumento de CC y el PP, incluso cuando CC y el PP están en la oposición. El encargado principal de esta liquidación fue el diputado Hernández Cerezo - es cínico pero jovencito y debe hacer méritos - que le dijo a Pedro Pacheco «que era un buen soldado, pero que no ha querido parecer un kamikaze». Un buen soldado de Coalición Canaria, se entiende. Es curioso que sea presidente gracias, primero, a los acuerdos entre las fuerzas parlamentarias, incluido el PSOE, y sobre todo, por votación de los otros consejeros auditores, incluidos los propuestos por los socialistas. Cuando Pacheco explicó que a la hora de votar el informe en 2022 una auditora estaba de baja por enfermedad, pero que se negó a ejercer su voto de calidad para aprobar el expediente, esta decisión fue transformada por Hernández Cerezo y sus acólitos en otra expresión de maldad. No lo hizo no por evitar un abuso de autoridad sino «porque si se hubiera atrevido a hacerlo su situación hubiera sido muy delicada». Para empezar si Pacheco hubiera utilizado su voto de calidad no estaría celebrándose esta comisión y el diputado socialista no se ganaría las palmaditas de Nira Fierro expectorando chuminadas infamantes. Es curioso: tratar de obtener respuestas de Gervasio Rodríguez -un señor que no se enteró en ningún momento que estaba en una comisión parlamentaria, interrumpiendo y aleccionando a los diputados- es una «falta de educación lamentable» pero llamar al presidente de la AC «soldado» casi un deber parlamentario.

Tampoco Inmaculada Saavedra -en su día propuesta por NC- rechazó el proyecto de informe como análisis global de fiscalización. A su juicio «faltaban en ese proyecto más rigor conceptual desde un punto de vista jurídico». En realidad para el PSOEy NC es indiferente. Más de 80 millones de euros de los contratados por el Gobierno de Ángel Víctor Torres y Román Rodríguez están siendo objeto de investigación en varias instancias judiciales. La madera de cerezo es fuerte, flexible, agradecida, pero no sirve para taparlo todo.  

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