Cuidado si ves chicles en la puerta: los usan los 'okupas' en Canarias para ver si pueden tomar una casa

Los vecinos aseguran que los jóvenes que ocuparon dos casas abandonadas y en muy malas condiciones en El Toscal actúan como una banda y algunos tienen una actitud violenta y desafiante

Okupación frustrada en Canarias

LP/DLP

Santa Cruz de Tenerife

Los okupas usan diferentes técnicas para saber si una vivienda está vacía o no y proceder, en el caso de que sea posible, a su ocupación. El grupo de jóvenes que ha tomado dos viviendas en el barrio de El Toscal, en pleno centro de Santa Cruz de Tenerife, un hecho que ha alarmado a los vecinos, usó en concreto dos métodos: colocar chicles en las cerraduras de las puertas o trozos de papel en el rendija que queda entre la guía de la puerta y la propia puerta a modo de testigo.

Si el chicle se mantiene en la cerradura o el papelito permanece en la puerta durante un periodo de tiempo prolongado significa que la vivienda está vacía y se puede okupar. Varios de los residentes de la zona en la que el grupo de jóvenes ha tomado dos casas en El Toscal aseguraron que vieron chicles o papeles en algunas puertas del barrio, que posiblemente colocaron miembros de esta banda hasta cerciorarse de que dos de las viviendas, una en la calle El Saludo y otra en el Pasaje Ravina 2, llevan tiempo vacías.

Ambas casas terreras en estado de abandono han sido tomadas por estos jóvenes que según vecinos que los han visto actúan como una banda organizada. Estos testimonios apuntan a que es un grupo numeroso -podrían ser más de 20-.

Cuando la Policía Nacional ha actuado contestan dando muestras de que tienen un discurso preparado para eludir la acción de la justicia. Por ejemplo, defienden que han pedido el empadronamiento en Santa Cruz y muestran la documentación. Pero aún no se les ha concedido.

Uno de los okupas tras tomar la casa del Pasaje Ravina 2, en pleno corazón de Santa Cruz.

Uno de los okupas tras tomar la casa del Pasaje Ravina 2, en pleno corazón de Santa Cruz. / LP/DLP

Los agentes que han acudido a este punto de la capital han aclarado que no pueden actuar al tratarse de una propiedad privada y carecer de orden judicial. La única opción de los propietarios es presentar una denuncia y esperar por el desarrollo de un proceso judicial que puede eternizarse, como ha ocurrido en otros casos en el mismo barrio de El Toscal.

Este grupo ocupó primero una casa en la calle El Saludo, que está abandonada y de la que se desconoce la identidad de los propietarios, y este martes por la noche otra del Pasaje Ravina 2, a escasos 400 metros, que sí tiene propietarios localizados. De hecho, los dueños del número 10 del Pasaje Ravina 2 supieron desde el mismo martes por la noche que la casa acababa de ser okupada. Es más, tenían todo preparado para iniciar unas obras de reforma para las que ya habían conseguido la licencia municipal.

Estos propietarios ya han presentado una denuncia ante la Policía Nacional. Mientras se inicia el proceso para liberar la casa, los okupas han comenzado a trasladar muebles a su interior, principalmente colchones y somieres, como muestran vídeos que han tomado vecinos de El Toscal y a los que ha tenido acceso EL DÍA. Lo hacen sobre todo en horas de la noche. Esta casa terrera más de 20 años son una ocupación fija y apenas queda nada en el interior.

El inmueble del número 10 del Pasaje Ravina 2, con fachada de color gris, tiene problemas graves estructurales en su interior, principalmente en el techo, que iban a ser reparados por sus dueños. Es tal el mal estado de la casa, que tiene luz pero no agua, que se teme que esté en riesgo la integridad de los okupas. El techo está roto, unas escaleras interiores de madera están muy deterioradas y en general la vivienda no tiene las mínimas condiciones de habitabilidad.

La vivienda del número 10 del Pasaje Ravina 2 que ha sido okupada por un grupo de jóvenes.

La vivienda del número 10 del Pasaje Ravina 2 que ha sido okupada por un grupo de jóvenes. / LP/DLP

Los vecinos de El Toscal exigen soluciones urgentes y no comprenden cómo no se puede actuar ante una okupación tan flagrante, en la que los dueños de la propiedad supieron en todo momento lo que estaba ocurriendo pues viven cerca del Pasaje Ravina 2. Algunos de estos residentes han comenzado a instalar sistemas de alarma, como admitieron a este periódico, ante la "impotencia" de ver la facilidad con la que se puede invadir una casa ajena.

Al temor a que ocupen otras casas -en El Toscal hay más viviendas vacías- se ha sumado la actitud violenta y desafiante de algunos de los okupas. EL DÍA fue testigo este miércoles por la noche de cómo dos de ellos se encararon con vecinos que les recriminaban su acción cuando abandonaron la casa y hasta uno lanzó amenazas con un cuchillo.

La Policía desplazó a tres furgones y tomó declaración a los residentes que aseguraron haber recibido la amenaza pero no pudieron intervenir para desalojarlos del inmueble, a la espera de una orden judicial que lo permita.

La Policía Nacional mantiene abierta una investigación ante las denuncias de los toscaleros. A esto se han sumaro las declaraciones del alcalde chicharrero, José Manuel Bermúdez, en las que exigió este miércoles a la Subdelegación del Gobierno nacional en la provincia tinerfeña una respuesta «inmediata» ante la okupación de las dos casas en El Toscal y la actitud agresiva y violenta de los okupas, que mantiene en una situación de alarma al vecindario.

«He exigido al subdelegado una respuesta inmediata porque no solo hablamos de la ocupación de dos casas, sino de un grave problema de seguridad ciudadana», aseguró José Manuel Bermúdez, que añadió que «los hechos ocurridos en El Toscal han generado alarma en el vecindario y son lo suficientemente graves para que haya una actuación contundente».

Agentes de la Policía Nacional regresaron este jueves al Pasaje Ravina 2. Investigan entre otras cosas si este grupo que ha okupado dos casas en El Toscal, formado mayoritariamente por jóvenes de procedencia magrebí, también actúa en otros puntos de la Isla y si entre sus integrantes están los tres jóvenes que trataron de tomar otra cosa este miércoles en Tacoronte y cuando se habían colado en la vivienda fueron expulsados por vecinos de la calle Los Perales.

Según las fuentes consultadas por este periódico, uno de ellos tendría presuntamente una orden de expulsión de España y ninguna ha logrado empadronarse en la capital tinerfeña.

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