Saharauis por la Paz llama a cerrar el conflicto con un diálogo sin vetos

El plan de autonomía para el Sáhara afronta un doble reto: la modificación de la Constitución de Marruecos para contemplar el nuevo marco legal del territorio saharaui, el único que tendría este estatus en el país magrebí, y realizar una consulta popular para refrendar la propuesta, escenario complejo ante la dispersión que sufre la población saharaui después de casi 50 años de conflicto.

Por ello la Tercera Conferencia Internacional por el diálogo y la paz en el Sáhara Occidental hizo ayer un llamamiento a la ONU, al Gobierno español y al Frente Polisario para establecer cuanto antes un marco de negociación sin vencedores ni vencidos, donde no haya exclusiones ni vetos previos y en el que se pueda debatir sobre la base de buscar una solución negociada para que la diáspora saharaui, los refugiados de los campamentos de Tinduf y los saharauis que viven en el territorio del Sáhara Occidental vuelvan a confluir tras medio siglo de rupturas.

El Movimiento Saharauis por la Paz (MSP), impulsor de la Conferencia celebrada ayer en la capital grancanaria, apuesta por el plan de autonomía ante la imposibilidad de llegar a una independencia que supondría eternizar el conflicto y un referéndum que a día de hoy es inviable y que la ONU tampoco contempla, según explicó ayer el magistrado Ángel Llorente, experto conocedor de Marruecos y del contencioso saharaui. El especialista jurídico recordó que la autonomía para el Sáhara se basa en el modelo autonómico español, sobre todo los estatutos de Cataluña y País Vasco.

En el manifiesto final de la Conferencia, el MSP solicita a Naciones Unidas y a su enviado al Sáhara que incluya en el proceso a este movimiento surgido en 2020 y también a los representantes de la autoridad tradicional saharaui a través de sus notables o chiujs. El MSP respalda la decisión del Gobierno español de defender el plan de autonomía y, por el contrario, reprocha al Partido Popular (PP) que por «cálculos electoralistas» se aleje de esta posición y reclama una postura «más constructiva» a los populares. «Llamamos al PP a que vuelva al sentido de Estado» y que no se alinee en el conflicto del Sáhara con partidos como Bildu.

Medio siglo de conflicto ha traído como consecuencia una dispersión que dificulta definir qué es «el pueblo saharaui», indicó Ángel Llorente. No se sabe a ciencia cierta cuál es la población de Tinduf ni cuántos saharauis hay dispersos por el mundo. Las cifras de Acnur fijan la población de refugiados en unos 90.000 frente a los 170.000 que asegura el Frente Polisario. En el Sáhara marroquí hay unos 120.000 saharauis. Todo ello supone una complicación para una consulta popular vinculante que refrende un plan de autonomía para el territorio bajo la soberanía de Rabat.

La III Conferencia Internacional convocada por el MSP volvió a contar con figuras relevantes del PSOE como el exministro de Defensa José Bono y el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. En una intervención telemática, Zapatero aseguró que en el Sáhara «como en cualquier otro lugar del mundo convivir es ceder, es respetar las identidades, es construir un futuro común, es pensar en aquellos que vienen sufriendo como consecuencia de este conflicto, es entender que es más importante un futuro compartido, que una exclusión, aunque responda a un profundo sentido de identidad», por ello abogó por perseverar en el intento del MSP de buscar la salida negociada al conflicto mediante la autonomía del territorio saharaui.

El primer secretario del MSP, Hach Ahmed Bericalla, hizo una invitación a la comunidad internacional a respaldar este proceso de diálogo, a silenciar las armas y buscar la «oportunidad» que se abre desde una visión pragmática de verificar el compromiso marroquí de una solución «mutuamente aceptable» para todos.

Suscríbete para seguir leyendo