La contaminación lumínica deslumbra a 5.000 aves cada año en Canarias

Un grupo de expertos se reúne en el Museo de la Ciencia y el Cosmos para presentar el proyecto Natura Night con el que pretenden reducir el impacto de la luz en el Archipiélago

Pardelas cerca del mar en Canarias.

Pardelas cerca del mar en Canarias. / Juan Carlos Castro

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

La contaminación lumínica se cobra cada año la vida de hasta 5.000 aves y trastoca la vida de murciélagos e insectos y otras tantas especies animales en Canarias. Bajo esta premisa se ha puesto en marcha en Canarias, Madeira y Azores el proyecto Life Natura@Night, en un intento por aunar esfuerzos entre científicos, ONG, empresas, políticos y población civil para reducir el impacto de las luminarias en la vida de la biodiversidad única de las islas. 

Los resultados preliminares de esta experiencia, que comenzó en el año 2021, se mostraron ayer en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, en Tenerife, en una jornada organizada por SEO/Birdlife, en la que participaron los principales socios de este proyecto. «Esta situación nos preocupa, porque afecta a todas las aves marinas que como tienen ciclos reproductivos diferentes, pueden llegar a caer durante todo el año y no solo en una época concreta». La especie más afectada en Canarias es la pardela cenicienta, para la que existen campañas específicas de recogida desde hace más de 25 años. Ahora, sin embargo, también preocupan las pardelas pinochetas o los petreles de Bulwer, también muy frecuentes en las Islas. «Además, como la contaminación lumínica puede provocar repulsión, pero también atracción, y esto último también genera problemas secundarios», sentencia Acosta.  

Bajo el paraguas de este proyecto internacional, en Canarias, SEO/Birdlife ha estado trabajando en dos puntos estratégicos del Archipiélago: un barrio del municipio turístico de Mogán (Gran Canaria) y Buenavista del Norte (Tenerife). «Involucrar a los municipios es muy importante», sentencia Acosta. También lo corrobora Cátia Gouveia, delegada de SPEA Madeira –entidad homóloga a SEOBirdlife en el país luso– que añade que «la contaminación lumínica es un problema global, creciente y es muy importante que los ayuntamientos estén muy involucrados en hacer cambios para su propio alumbrado público».

Buenas prácticas

Porque hacerlo da resultados. En el barrio del Horno, en Mogán, este proyecto ha permitido cambiar la mitad de la iluminación de todo el barrio. «Estamos evaluando cómo afecta este cambio a las aves», revela Yarci Acosta, delegado de SEO/BirdLife en Canarias, que adelanta que los resultados preliminares ya muestran una mejora. «Aparentemente, los sitios donde hemos cambiado las luminarias vemos que atraen menos a la biodiversidad», sentencia Acosta. En este sentido, el concejal de medioambiente de Mogán, Rayco Guerra, ha asegurado que la medida ha tenido «mucho éxito» y ha demostrado reducir la contaminación lumínica. 

«Nosotros somos un municipio turístico, y queremos diferenciarnos, queremos generar también un beneficio para esas especies que estaban siendo maltratadas», sentencia el concejal, que adelanta que ya desde el Ayuntamiento están conversando con los hoteles de la zona para solicitarles ciertas modificaciones en las luminarias en el próximo periodo de reformas. «Vamos a presentar un galardón para incentivar este cambio», revela. 

Otro ejemplo de buenas prácticas, en este sentido, es el de La Laguna, que aunque solo tiene la mitad de su municipio afectado por la Ley del Cielo, trata de expandir estas obligaciones a todos los rincones de la ciudad de los Adelantados. «Hemos conseguido ahorrar costes aplicando unos filtros para conseguir los lúmenes especificados en la ley», explica el concejal de Medioambiente del Ayuntamiento lagunero, Domingo Galván. Si esta innovación consigue el aval de la Oficina Técnica de Protección del Cielo, sus promotores no descartan exportarla a otros municipios de la isla.

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