Radiografía socioeconómica del Archipiélago

Canarias afronta la agitada ‘era de las incógnitas’ con cimientos reforzados

La región crece a mayor ritmo que España, tiene más trabajadores que nunca, el paro más bajo en 17 años y encara ahora el reto de elevar la productividad

Turistas en la Playa de Las Canteras

Turistas en la Playa de Las Canteras / CEDIDO POR AYUNTAMIENTO LPA - Archivo

Canarias afronta la actual era de las incógnitas, jalonada por las muertes en Ucrania y Gaza, por una nueva y obligada carrera armamentística en Europa, por la ambición expansionista de potencias como Rusia y China, por el temor perenne a los movimientos del régimen iraní, por la pugna por la supremacía energética y por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca -con su apuesta por el proteccionismo y la consecuente reactivación de la guerra arancelaria-, con el mismo miedo que experimenta el resto de países y regiones de Occidente pero con sólidos cimientos. Es verdad que persisten los problemas estructurales del Archipiélago, que pueden condensarse en los bajos sueldos y la ineficiente redistribución de la renta, pero no es menos cierto que, efectivamente, los cimientos del edificio, esos que deben evitar el derrumbamiento de las familias y empresas isleñas, se ven más estables de lo que cabría pensar. O al menos más estables de lo que la grandísima mayoría habría imaginado hace nada, en 2020 y 2021, cuando la covid ponía patas arriba la economía occidental y, con más saña si cabe, la economía canaria, que sufrió como ninguna otra la paralización de la industria turística, su principal motor.

ECONOMÍA.

La economía isleña creció en 2023 un 5,1%, casi el doble de lo que lo hizo el Producto Interior Bruto (PIB) nacional -un 2,7%- e infinitamente por encima de la media de los 27 Estados miembros de la Unión Europea -0,4%-. Es más, de entre las 17 comunidades autónomas, tan solo una, Baleares, experimentó un incremento del PIB unas décimas superior -5,7%- al de Canarias. Y tres cuartos de lo mismo ocurrió el año pasado. Aunque aún no hay datos definitivos de 2024, de modo que los porcentajes podrían varias unas décimas al alza o a la baja, los primeros cálculos oficiales apuntan que la economía del Archipiélago creció el último ejercicio alrededor de un 4%, frente al 3,2% de la española, el 0,9% de la media de la UE y el 0,7% de la Eurozona. Es decir, que la región acaba de cerrar un bienio virtuoso en términos de crecimiento económico, un ciclo que está por ver si continúa en 2025 pero que, de momento, permitió que el PIB superase el año pasado, y por primera vez en la historia, los 50.000 millones.

El último bienio ha sido un ciclo virtuoso para la economía regional, con más crecimiento que la estatal y la comunitaria

PIB PER CÁPITA.

El PIB per cápita es uno de los grandes lunares de Canarias. Lo lleva siendo desde comienzos de siglo, cuando empezó a alejarse sin remedio de la media nacional. Sin embargo, las Islas al menos han conseguido recuperar los niveles de 2019, el último ejercicio antes de la doble crisis de la covid y la ola inflacionaria. El PIB, renta, riqueza o ingreso per cápita o por habitante se situó en 2023 -el último dato disponible- en 27.100 euros, cantidad que equivale al 79% de la media estatal, que alcanza los 34.500 euros. El mismo 79% al que equivalían, cabe insistir, los 22.800 euros de 2019. El mayor o menor crecimiento del PIB por habitante -que no es un indicador infalible pero que tiene una correlación positiva con el nivel de vida, esto es, que es más alto cuanto más próspero es el país o territorio- servirá en los próximos años para comprobar en qué medida esta incierta era, esta era de la incertidumbre, frena o no el progreso del Archipiélago. Pero de momento, y no es poco, se ha conseguido contener la hemorragia de los años de la covid -2020 y 2021-, cuando la renta per cápita de los isleños llegó a hundirse hasta equivaler a un exiguo 73% de la media nacional. En otras palabras: por cada cien euros que el español medio tenía en los bolsillos, el canario tipo apenas tenía 73.

Mercado laboral.

Mercado laboral. / LP / ED

PRODUCTIVIDAD.

La productividad es, junto con la renta o riqueza por habitante, el otro gran lunar de la Comunidad Autónoma -de hecho son dos variables que guardan una estrecha relación: cuanto mayor es la productividad, mayor es el PIB per cápita, y viceversa-. No obstante, también aquí hay datos positivos con los que quedarse. Si la productividad se calcula a partir de la cifra de trabajadores -sería el cociente entre el PIB y el número de empleados-, resulta que en Canarias se queda o se quedó en 2023 en unos 59.600 euros. Se trata de una suma más que modesta -la más baja de entre las 17 comunidades españolas-, pero también es verdad que supone un incremento de un 7% en relación con los 55.700 euros de 2022, mientras que la media estatal creció 1,1 puntos menos, un 5,9%, hasta los 70.000 euros. En definitiva, de entre las autonomías que están por debajo de la media nacional en términos de productividad -y son hasta nueve-, el Archipiélago fue la segunda que más se acercó, que más terreno recortó, en 2023. Hay que puntualizar, eso sí, que en términos reales y no nominales, es decir, una vez descontado el efecto de la inflación, la productividad en las Islas aún no había alcanzado en 2023 los niveles prepandemia.

En 2024, Canarias recibió 17,8 millones de turistas, un 9,6% más que en 2023 y un nuevo máximo histórico

TURISMO.

Ni siquiera los más optimistas del lugar podían imaginar a mediados de 2020, cuando los hoteles, apartamentos, bares y restaurantes permanecían cerrados a cal y canto para contener el avance de la covid, que la recuperación del turismo pospandemia sería tan intensa. Las Islas han sacado rédito de la fiebre vacacional y viajera que se propaga por Europa desde el fin de la crisis del coronavirus acaso como ninguna otra región del Viejo Continente. Casi no hay estadística o dato sobre la primera industria del Archipiélago que no esté en máximos históricos. De entrada, Canarias recibió en 2024 un total de 17,8 millones de turistas, un 9,6% más que en 2023 y, por supuesto, la mayor cantidad de siempre. Las respectivas crisis que con altibajos vienen atravesando Alemania y Reino Unido no han desalentado a germanos y británicos -sobre todo a estos últimos- en sus planes de disfrutar de unos días de vacaciones en Canarias. Para hacerse una idea basta con apuntar que el año pasado vino a las Islas la friolera de un 25,4% más de ingleses, casi 1,3 millones más, que en 2019, que en aquel último ejercicio precovid y preinflación. Cifras que han propiciado un crecimiento no menos notable de la facturación del sector. No en vano, el gasto de los turistas extranjeros que visitaron el Archipiélago en 2024 -el gasto en el viaje, el hotel o apartamento, la comida, las excursiones, etcétera- alcanzó los 22.887 millones de euros, un 12,6% más que en 2023 y otro máximo histórico. Desde las empresas del ramo suele puntualizarse que detrás de los récords de facturación registrados en los últimos años está el efecto de la inflación, esto es, el aumento generalizado de los precios. Ocurre, sin embargo, que el gasto de los turistas -gasto de los turistas que, claro, es facturación para el sector- se situó en 2024 hasta un 35,8% por encima de las cifras del último ejercicio precovid -2019-, mientras que el Índice de Precios de Consumo (IPC) solamente se incrementó en ese mismo periodo (2019-2024) un 18,6%. Dicho de otro modo: el gasto turístico aumenta casi el doble que la inflación. No extraña así que los ingresos por habitación disponible de los hoteles -el llamado RevPAR, que es el indicador por excelencia a la hora de medir el rendimiento financiero de un alojamiento- alcanzasen en 2024 una media de 113,6 euros, una cifra que por sí sola no dice gran cosa pero que no solo es la segunda más alta de entre todas las regiones turísticas españolas -solo por debajo de los 118,4 euros de Baleares-, sino que, además, es un 41,6% superior a la de 2019. Los ingresos de los hoteles han aumentado así muy por encima de la inflación, más incluso de lo que lo ha hecho el gasto de los visitantes.

La tasa de paro, de un 13,8%, es la tercera más alta del país y al mismo tiempo es la más baja de los últimos 17 años

MERCADO LABORAL.

Y si la recuperación del turismo pospandemia ha sorprendido a propios y extraños por su intensidad, no menos lo ha hecho el restablecimiento del mercado laboral. Un restablecimiento cuyo vigor se resume en una sola frase: nunca hubo tantas personas trabajando en las Islas. En términos de ocupados -no todos los cuales están necesariamente de alta en la Seguridad Social-, el Archipiélago cerró 2024 con más de un millón de empleados por primera vez en la historia -con 1.005.600 exactos-; y en términos de afiliados, el año concluyó con un total -en promedio anual- de 914.572 trabajadores, un 3,6% más que en 2023, el mayor crecimiento de todo el país y, de nuevo, la cifra más alta de la historia.

TASA DE PARO.

El buen momento del mercado laboral canario, cuando menos en términos cuantitativos, se observa también en la evolución de la tasa de paro. Como ocurre con la productividad y el PIB per cápita, aquí cabe la posibilidad de ver el vaso medio vacío, es decir, quedarse con que la actual tasa de desempleo, del 13,8%, es la tercera más alta del Estado, o de ver el vaso medio lleno y quedarse con que ese mismo 13,8% también supone la tasa más baja desde el 10,4% de 2007, la más baja en 17 años.

El porcentaje de hogares con muchas dificultades para llegar a fin de mes es hoy inferior al de 2019

SALARIOS.

O suben los sueldos, o les subiremos los impuestos. Fue el aviso del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, a los empresarios del sector turístico durante el reciente debate sobre el estado de la nacionalidad. En la mente del jefe del Ejecutivo autonómico está, entre otros datos, ese 41,6% en que se han incrementado los ingresos de los hoteles -medidos bajo la fórmula del RevPAR- respecto del ejercicio de 2019. Porque los sueldos en el sector hotelero, en particular, y turístico, en general, también han subido, pero desde luego no tanto. Es más, no tanto como para sacar a los canarios de entre los españoles peor remunerados. De acuerdo con los datos correspondientes al tercer trimestre de 2024, el Archipiélago ocupa la penúltima posición del particular ranking del salario medio por trabajador, con 1.844,9 euros, solo por encima de Extremadura. Es más, en la clasificación del sueldo por hora trabajada, las Islas son directamente las últimas, con unos exiguos 14,63 euros -la media nacional es de 18,31 euros, un 25% superior-. Cifras que muestran cómo el buen momento del mercado laboral lo es en términos cuantitativos pero no cualitativos. Para mejorar esto último, para que haya un empleo mejor remunerado, será necesario elevar la productividad, lo que a la larga conducirá al incremento del PIB per cápita.

El alza de los sueldos dependerá en gran medida de la mejora de la productividad, el gran reto colectivo

NIVEL DE VIDA.

El robusto crecimiento de la economía, los récords turísticos y el más que notable ritmo de creación de empleo de los últimos años se han traducido en avances, más o menos leves pero avances al fin y al cabo, en los niveles de vida y/o bienestar de los canarios. Avances que pueden resumirse en la evolución de la renta media por hogar, que el pasado año llegó a los 34.819 euros, un 11,3% más que en 2023. Un más que sensible incremento que ha permitido que la brecha con la media estatal -36.996 euros- sea la más pequeña, de solo 5,9 puntos de diferencia, desde 2008, la más pequeña en 16 años. Además, tanto el porcentaje de canarios -12,4%- como el porcentaje de hogares -12,7%- con mucha dificultad para llegar a fin de mes son inferiores a los de 2019, cuando eran de un 14,8 y un 13,5%. 

Deuda pública. Canarias, un ejemplo

Premio al rigor: las Islas sí pueden endeudarse

Hay autonomías que en los años más duros de la Gran Recesión, que se prolongó de 2008 a 2014, obviaron las directrices sobre el control de la deuda pública y engordaron su débito hasta cifras desorbitadas. Fue el caso, por ejemplo, de Cataluña. Canarias se endeudó, en cambio, lo justo y necesario, que no fue poco pero en ningún caso fue más de lo debido. Con todo, el rigor al que en aquellos años se vieron sometidos los ciudadanos del Archipiélago -que, por ejemplo, vieron cómo el tipo general del IGIC se incrementaba del 5 al 7% para aumentar así los ingresos públicos- es hoy una garantía ante posibles adversidades. Las Islas tienen la deuda por habitante -2.877 euros- más baja del Estado. El endeudamiento equivale al 11,4% del PIB autonómico, con lo que se cumple con creces el límite del 13% que fija la ley -o más bien recomienda, porque las comunidades cumplidoras se cuentan con los dedos de una mano-. El caso es que esa baja ratio de deuda le garantiza al Gobierno canario tener abiertas de par en par las puertas de los mercados financieros llegado el caso de una eventual crisis de ingresos que exija recurrir al endeudamiento. Es el premio al rigor de aquellos duros años. Y es, además, lo que le ha permitido al Ejecutivo isleño contar en 2024 con un presupuesto para Sanidad equivalente al 8% del PIB -la media interautonómica es del 5,5%- o con un presupuesto para Educación del 4,4%, cuando la media es del 3,6%. 

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