Entrevista | Fernando Rodríguez Director territorial de Provivienda

Fernando Rodríguez, director territorial de Provivienda: «El uso torticero de algunas ayudas al alquiler infla los precios»

Fernando Rodríguez, director territorial de la ONG Provivienda, insta a las administraciones públicas a trabajar de forma coordinada para ofrecer soluciones imaginativas al problema del acceso a la vivienda asequible en Canarias, abordando los desafíos del mercado inmobiliario y las ayudas al alquiler que influyen en los precios del alquiler.

Fernando Rodríguez, director territorial de Provivienda Canarias.

Fernando Rodríguez, director territorial de Provivienda Canarias. / José Carlos Guerra

Isabel Durán

Isabel Durán

Las Palmas de Gran Canaria

Provivienda nació hace 35 años para dar respuesta a un problema que todavía no se ha solucionado. ¿Qué papel juega la asociación en el mercado del alquiler actual?

Provivienda nació en 1989 porque la administración pública manifestaba que existía un grave problema de emancipación de las personas jóvenes, una situación que sigue siendo muy parecida a la actual. Los viejos problemas se siguen manteniendo, no es algo que haya surgido después del covid, que sí fue un punto de inflexión para evidenciar las dificultades de acceso a la vivienda. Nosotros siempre decimos que se han alineado muchos factores para generar una especie de tormenta perfecta. Primero las dificultades las tenían los jóvenes, pero el resto de la población sí que tenía acceso a una vivienda adecuada y asequible, y después la situación se extendió a las primeras personas migrantes extranjeras, que sufrían discriminación residencial. Pero ahora mismo el problema de la vivienda ya no solo afecta a las personas vulnerables, se ha generalizado. Ya es un problema estructural, que está muy consolidado en el tiempo.

¿Qué medidas plantean para poner freno a este problema?

No hay una varita mágica. No hay una única solución. Hacen falta muchas intervenciones. Lo que me parece fundamental es la colaboración y las alianzas estratégicas entre administraciones. El foco se pone siempre en las políticas sociales, pero también hay que intervenir desde vivienda, empleo o educación. Es una cuestión de carácter transversal.

¿Cómo se ha llegado a este punto en el que acceder a una vivienda alquilada se haya convertido en un lujo?

Las políticas de vivienda se regulan a través de los planes de vivienda, que nacen del plan estatal de vivienda y después de los planes autonómicos. ¿Qué ha ocurrido? Pues que ha habido un vacío absoluto de estrategia en materia de vivienda que ha durado casi una década. Entre el último plan de vivienda de Canarias fue del año 2012 y el actual es de 2022. Sin una estrategia, con unos objetivos, unos indicadores de desarrollo y unas partidas presupuestarias no se puede fijar un rumbo. Este vacío ha llevado a Canarias a una situación que se ha recrudecido. Solo el 2,5% del parque residencial de Canarias es de vivienda pública, por debajo de la media estatal, que es del 3,3%. Tanto la Unión Europea como el relator especial de la ONU en materia de vivienda ya han tirado de las orejas a España por esta falta de vivienda pública. Sin duda, aumentar el parque de vivienda social es debe ser la solución. A esto se suma que, en los últimos años, muchas administraciones públicas se dedicaron a vender las viviendas públicas y pasarlas a propiedad. En Canarias solo hay 20.000 viviendas sociales, con las que es imposible absorber toda la demanda del momento.

«Debemos dotar a la vivienda de la función social y no tanto de la función mercantilista»

Ahora también se está apostando, sin mucho éxito, por recuperar viviendas cerradas...

Las estadísticas hablan de que en Canarias hay 211.000 viviendas vacías o sin uso residencial, pero en Provivienda tomamos la cifra con cautela, porque la estadística se basa en los consumos eléctricos y, quizás, habría que hacer un análisis mucho más pormenorizado sobre el terrero para comprobar por qué motivos están cerradas y, sobre todo, cuáles son las que realmente están desocupadas. Recuperar ese parque de vivienda nos resulta una medida interesante, pero hay que tener en cuenta que en las Islas hay muchas casas obsoletas y poco accesibles. Habría que recuperarlas y dotarlas de condiciones de habitabilidad y accesibilidad, para poder calificarlas como vivienda pública social, porque inyectar financiación en ellas debe ser para conseguir un efecto de protección. En los últimos años, se han rehabilitado viviendas que se han dejado en el mercado libre y lo que se ha conseguido es revalorizar su precio y gentrificar los barrios en los que se encontraban las casas deterioradas. Creemos que también debe haber un cambio de mentalidad en nuestra sociedad y dotar cada vez más de la función social a la vivienda y no tanto de la función mercantilista.

¿Cómo se puede combatir el miedo de los propietarios a poner sus casas en alquiler?

Creemos que la fiscalidad es importante, pues se puede premiar a nivel fiscal a quienes pongan su vivienda en alquiler. Pero también dando seguridad en el pago de la renta y garantías de conservación de la vivienda. Sin duda, así se podría provocar que afloren muchas viviendas.

¿Topar los precios del mercado es una medida eficaz?

Esto es un gran debate que se introduce por la ley del derecho a la vivienda. Ahora mismo estamos todas las comunidades autónomas expectantes a ver qué pasa en Cataluña, pues ha sido la única comunidad autónoma que ha puesto en marcha la declaración de zonas tensionadas y ha limitado los precios por zona. Los primeros datos dicen que se está reduciendo el precio del alquiler o que, por lo menos, no está aumentando como en los últimos años. Pero, sin embargo, se está produciendo un retraimiento en la oferta del alquiler y todavía no se sabe si está relacionado con esta medida.

«En los últimos cinco años, el número de personas sin hogar ha aumentado un 25% en Canarias»

¿Las ayudas actuales están funcionando?

Sería interesante que todos los incentivos y ayudas al alquiler estén condicionados a una limitación del precio. Actualmente, se está haciendo un uso torticero de algunas ayudas y están inflando aún más los precios. Muchos propietarios suben el alquiler al saber que los inquilinos cuentan con un bono de alquiler de 300, 400 o 500 euros. Ayudas sí, pero no pueden ser inflacionistas. 

¿Las dificultades para acceder a alquileres justos está aumentando el sinhogarismo en Canarias?

El último dato que tenemos es que en Canarias hay 947 personas en situación de sin hogar, pero probablemente sean dos o tres veces más, porque las personas sin hogar son invisibles y se escapan de las estadísticas. Teniendo en cuando solo las cifras oficiales, en los últimos cinco años el sinhogarismo en las Islas ha aumentado un 25%. 

¿Esperan que esta burbuja del alquiler termine por explotar?

No vemos esto como una burbuja, sino como crisis en el acceso a la vivienda y no solamente en alquiler, porque también afecta a la propiedad. Creemos que debe de haber un cambio de paradigma y la sociedad ya está empujando a ello. Hace unos años, la vivienda no estaba entre las primeras preocupaciones de la población y ahora se coloca como el problema número uno. Esto se debe a que antes afectaba solo a personas vulnerables y ahora se ha generalizado y te puede tocar a ti también. Se empieza a ver respuesta social en las calles, lo que empuja a que esto cambie. Pero también hace falta una mayor apuesta por transformar las políticas públicas. Creo que es necesario ser imaginativo y empezar a poner en marcha experiencias piloto, además de planificar un refuerzo presupuestario.

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