Defensa
500 soldados de la Brigada Canarias refuerzan los cascos azules en el Líbano
Los militares formarán parte del contingente español que se despliega en la zona para vigilar el cese de hostilidades entre Hezbolá e Israel

El general jefe de la Brigada Canarias XVI, Ricardo Esteban, charla con dos militares sobre la misión. / Andrés Cruz
La Brigada Canarias XVI vuelve al Líbano. La unidad, que forma parte del Ejército de Tierra, conforma el grueso del contingente que en mayo relevará a los soldados españoles que forman parte de la misión Libre Hidalgo que desarrollan los cascos azules de la ONU en el Líbano. La unidad, con base en el Archipiélago, aportará 500 de los 650 militares que forman parte del contingente español –la Brigada Líbano XLIII (Brilib XLIII)– en una de las zonas más convulsas del mundo. ¿Su tarea? Vigilar el cese de las hostilidades entre Hezbolá e Israel y ayudar a las Fuerzas Armadas Libanesas en el sur del país y a lo largo de la separación entre los dos estados, la llamada Blue Line (Línea azul).
El escenario no es nuevo para la Brigada Canarias. Será la tercera vez que la unidad acude a la misión que Naciones Unidas mantienen en el Líbano desde 1978, ya lo hizo en 2017 y en 2021. Pero la situación en la zona es diferente. «El equilibrio interétnico ha cambiado, las fuerzas de defensa de Israel han eliminado prácticamente al completo las capacidades militares de Hezbolá» explicó ayer el jefe de la Brigada Canarias XVI, Ricardo Esteban, quien se encargará de liderar el contingente terrestre de la Brilib XLIII y asumirá la Jefatura de la brigada multinacional del sector este dentro de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (Unifil).
El general reconoció que esta nueva situación les permitirá tener una «mayor libertad de acción militar» por no tener la «presión» de la militancia de Hezbolá, pero insistió en que el papel de los cascos azules es de «estricta neutralidad».
"Mantener neutralidad"
La formación de los soldados, que suele tener una duración de unos seis meses, se centra precisamente en «mentalizar» a los mandos sobre cómo tienen que reaccionar para «mantener esa neutralidad y mantener una situación que permita la desescalada y no elevar el conflicto».
La tarea principal es monitorizar el cumplimiento de la Resolución 1701 de 2006 de Naciones Unidas por la que se insta a ambos países a que apoyen un alto al fuego permanente y a la búsqueda de una solución a largo plazo del conflicto. Los militares también deben garantizan el acceso humanitario a las poblaciones civiles y la seguridad de las personas desplazadas. Lo harán desde la base Miguel de Cervantes, cerca de la localidad de Marjayún donde está el Cuartel General del Sector Este, liderado por España.
Las Fuerzas Armadas españolas, además de vigilar permanentemente la línea de separación entre el Líbano e Israel, mantienen en la zona proyectos y programas «de impacto rápido» para «aliviar» a la población civil y que les dotan de «herramientas para su desarrollo futuro en comunidad».
Según Esteban, el programa que más éxito suele tener es el Cervantes, que enseña el idioma español a los residentes en la zona sur del país. Pero, además de este, también está el programa Bachiller Carrasco, de ayuda psicológica para niños; el Sancho Panza, sobre gastronomía y cocina española; el Fierabrás, que trata de potenciar la salud del agua en una zona con gran estrés hídrico; el Rocinante, de apoyo a la cabaña ganadera, o el Almazara, para la gestión agrícola sobre todo de cultivos de olivo.
El jefe de la Brigada Canarias defendió ayer que el soldado español tiene una capacidad de empatizar con la población local que no tiene ningún otro país. «Lo llevamos en nuestro ADN, da igual el escenario y el continente, ningún otro soldado empatiza como el español», explicó. Además, aseguró que la predisposición de los canarios para participar en este tipo de misión es «total y absoluta». «Todo el mundo quiere ir de misión, es una experiencia fructífera y gratificante y llevas a la unidad fuera de las fronteras», apuntó.
Tres rotaciones
El despliegue de la Brigada Canarias XVI en el Líbano se realizará por partes, en tres rotaciones para sincronizar la entrada y salida de los militares que conforman el contingente . La primera rotación sale de las Islas el 14 de mayo. Una segunda rotación viajará el 17 de mayo y la última, el día 23 de mayo. La transferencia de autoridad está fijada para el día 22 de mayo y será entonces cuando el jefe de la Brigada Canarias XVI, Ricardo Esteban, asuma el mando de la unidad y el general saliente inicie el repliegue. El miércoles está previsto un acto en la Base General Alemán Ramírez, sede de la Brigada Canarias XVI, donde tendrá lugar una parada militar para la despedida del contingente Libre Hidalgo XLIII. El acto será presidido por el teniente general Julio Salom Herrera, Jefe del Mando de Canarias del Ejército de Tierra, al que acompañarán otras autoridades civiles y militares. En total, se esperan más de mil personas.
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