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Michelle Alonso, triple oro paralímpico: "El éxito no me cambió, sigo siendo la misma persona"

La deportista tinerfeña, que triunfó en los Juegos Paralímpicos de Río, Londres y Tokio, disfruta ahora de la vida tras su retiro a finales de 2022

Michelle Alonso.

Michelle Alonso. / María Pisaca

Luisfer Cabeza

Santa Cruz de Tenerife

Premio Canarias de Deportes 2025, Michelle Alonso es una leyenda del deporte mundial. La tinerfeña cuenta en su haber con tres medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Londres, Río de Janeiro y Tokio. Alonso, que ha sido distinguida con la Medalla de oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, hizo historia al ser la primera persona con discapacidad en competir en un Campeonato de España convencional

Usted se retiró a finales de 2022 por una lesión en el hombro. Quiso detenerse para evitar el quirófano. ¿Se encuentra mejor ahora?

Sigo igual. Me sigue doliendo. Al menos ya puedo moverlo, pero cuando fuerzo... a veces estoy días sin poder hacer nada. Es que depende muchas cosas, como los cambios de temperatura. Sí puedo hacer vida normal.

¿Eso significa que no puede nadar? ¿Practica la natación, aunque sea de forma ociosa?

Sí. Sigo nadando. Lo que pasa es que claro, estoy acostumbrada a nadar al cien por cien, y ahora no puedo. Tengo que aprender a relajarme un poco. Tengo 31, pero estuve nadando a alto nivel desde los 19 hasta los 31. Primero hay que mirar por la salud porque el deporte viene después.

También ha explicado que le gustaría volver a experimentar la sensación de competir. ¿Ha podido hacerlo en algún momento?

Yo he ido a alguna competición con el equipo en el que estoy ahora, Atletas Sin Fronteras, pero depende también de mi trabajo. Me gusta desconectar del día a día y pasar tiempo con mis compañeros de club, aunque no siempre se puede. A veces es imposible, aunque me encantaría.

Imagino que sus colegas se sorprenderán al ver aparecer a una triple medallista olímpica.

Mucho [se ríe]. Por ejemplo, en la última a la que fui, a Gran Canaria, se sorprendieron mucho al verme. A veces noto que se asustan un poco cuando me ven llegar, puede que les imponga un poco, pero luego me dan mucho cariño. En otra a la que no acudí, a una compañera no pararon de preguntarle por mí.

A pesar de llevar casi tres años retirada, usted recibió hace unas semanas el Premio Canarias de Deportes 2025, ¿le sorprendió?

Pues fue muy sorprendente. No me lo esperaba porque llevaba tiempo retirada. Estoy muy contenta y muy agradecida por ese reconocimiento. Para mí fue un honor recibir ese galardón.

¿Le ha costado cambiar el chip tras la retirada?

Estoy disfrutando de la vida. Ahora tengo un trabajo que me ocupa mucho tiempo, disfruto del tiempo libre por las tardes, paso tiempo con mi pareja...

Y de las cosas que antes no podía permitirse, y ahora sí, ¿cuál es la que más disfruta?

Pues la comida [se ríe]. Antes no podía comer algunas cosas por la dieta, pero claro, me controlo. Yo me intento cuidar como si siguiera compitiendo. Una buena pizza, una hamburguesa o un cruasán de pollo están entre mis favoritos.

A usted la recordamos siempre muy unida a Judit Rolo. De hecho, llegaron a fundar el Club Midayu, ¿siguen en contacto?

Sí. Con Judit hablo todos los días y quedamos muchos fines de semana. Es una amiga para toda la vida. Ella me ha ayudado mucho en mi vida deportiva y también en la social.

Hablando de su vida, ¿haber sido una deportista con tanto éxito la ha cambiado a usted en algo?

Para nada, yo sigo siendo igual, la misma persona: una chica alegre y simpática que trata de disfrutar de la vida.

De todas sus experiencias y logros, que fueron muchos, ¿cuál es el que recuerda con más orgullo?

Me quedo con los tres Juegos Paralímpicos, pero especialmente con Tokio. Ese país y parte de su cultura, la otaku, me encantan. La experiencia fue increíble, aunque por la pandemia no se pudiera salir a pasear y, encima, gané el oro y batí la marca mundial.

Michelle Tokio, con la medalla de oro en Tokio.

Michelle Alonso, con la medalla de oro en Tokio. / CPE

En Tokio, además, fue la abanderada de España. Salió todo redondo.

Sí. Me dio mucha pena porque no había nadie en el recinto, fue un poco frío, pero me encantó de igual manera. Recuerdo que fue muy intenso, también el miedo que teníamos por la enfermedad, los tests de saliva continuamente.

¿Echa de menos esas cosas? ¿Las experiencias, los momentos previos en la piscina o los éxitos?

Son muchas cosas: euforia, alegría, ganas de llorar... son mil cosas. Hasta que no subes al podio no puedes disfrutarlo. Ahí sí, claro, cuando suena el himno de España con la bandera detrás y te dan la medalla, es muy emocionante.

Usted ha repetido muchas veces que el deporte la ha ayudado. ¿Qué les diría a las personas que no se animan a dar el paso y probar con alguna actividad?

Que se animen. Hay muchos clubes para personas con discapacidad, hay para elegir. Les pido que no se queden en casa. La discapacidad, si estás metido en casa, te agobias y te estresas. El deporte ayuda mucho. 

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