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¿Conoces el apellido más antiguo de Canarias?

Se escribe de mil formas distintas, cruzó el Atlántico con los indígenas y suena a historia viva

French School  Occupation of the Canary Islands by Jean de Bethencourt 1402

French School Occupation of the Canary Islands by Jean de Bethencourt 1402 / MeisterDrucke

Johanna Betancor Galindo

Johanna Betancor Galindo

Las Palmas de Gran Canaria

A veces la historia no está en los libros, sino en los apellidos. En una palabra que llevas pegada al carnet y que esconde siglos de conquistas, bautizos forzosos, barcos y mapas sin terminar.

En Canarias, uno de esos apellidos ha resistido al tiempo, se ha transformado con cada generación y ha dejado su huella en América Latina, Europa y África. Un apellido que es, según la divulgadora Ana Navarro (@anaencanarias), el más antiguo de las islas y uno de los más singulares del planeta.

Su nombre es Betancourt, Betancur, Bethencourt, Betancor o Bettrancourt. En realidad, se trata de todos ellos y de muchos más. Porque este apellido tiene tantas formas de escribirse como de pronunciarse, y en su ADN lleva la memoria de un continente, de una conquista y de un pueblo.

Un apellido europeo que echó raíces en Canarias

“¿Cuál crees tú que es el apellido más antiguo de Canarias? No hace falta ponerse a investigar mucho”, comienza diciendo Ana Navarro en uno de sus vídeos más virales.

Con su estilo cercano y su amor por la historia de las islas, explica que este apellido no solo es único, sino que llegó a Lanzarote en 1402, “y se ha esparcido por el mundo como la pólvora”.

La historia comienza con Jean de Béthencourt, señor feudal normando y conquistador de Canarias. Fue él quien introdujo el apellido en las islas, y lo hizo con tanta fuerza que hoy Betancourt y sus variantes se cuentan por miles, desde Fuerteventura hasta Argentina.

Variantes infinitas y una huella en América

Según la plataforma Forebears, que rastrea la distribución global de los apellidos, existen más de un centenar de formas diferentes del apellido. Navarro confirma que “incluyen incluso aquellas con ligeras diferencias de pronunciación”.

¿Y cómo se explica esta expansión? La propia divulgadora lo cuenta con claridad: “Muchísimos indígenas canarios fueron bautizados con el apellido Betancour en época de la conquista, lo mismo ocurrió con otros de origen francés como Marichal, Diepa, Gopar, Umpiérrez, Melián o Berriel”.

La Conquista

La Conquista / Mundo Deportivo

Perdomo: un apellido francés

Entre los ejemplos más curiosos que aporta Navarro está el de Perdomo, un apellido que aunque de raíz francesa, “no existe como tal en Francia, ni existió”, señala. “Derivó de un oficio y por tanto se considera un apellido netamente canario”.

Así, quienes se apellidan Perdomo en cualquier parte del mundo, tienen en común algo más que la genética: todos tienen origen canario.

Esta herencia ha dejado huella profunda en América Latina. Desde Venezuela a Colombia, de Cuba a Uruguay, los Betancourt y Perdomo conviven con su historia sin saber que, tal vez, en algún momento un antepasado suyo desembarcó en las islas bajo estandarte normando.

Número de personas con el apellido Betancor

Número de personas con el apellido Betancor / INE

El topónimo: Betancuria

Pero no solo los apellidos guardan la huella de Jean de Béthencourt. También los mapas. La villa de Santa María de Betancuria, en Fuerteventura, fundada en 1404, lleva su nombre en homenaje al conquistador.

Tal como recoge el Ayuntamiento en su web oficial, Betancuria y Rubicón, Lanzarote, fueron las primeras ciudades fundadas por europeos en las islas. “Betancuria tomó su nombre del propio conquistador”, explican. Y desde entonces, el apellido se transformó en topónimo, en historia viva y en legado.

Canarias como semilla de lo Atlántico

La divulgadora lanza, al final de su vídeo, una reflexión que resuena como eco histórico: “¿Eres consciente de la gran influencia que ha tenido el canario en América desde los inicios de la conquista de aquellas tierras?”

El Instituto Nacional de Estadística confirma esa herencia: más de 11.000 personas en España llevan actualmente alguna forma del apellido Betancor como primero o segundo, siendo la forma más común en Canarias. El linaje persiste, se reinventa, pero no desaparece.

El apellido Betancourt no es solo una palabra. Es un mapa, una fecha, un eco que viajó en barco, que pasó de boca en boca y que hoy forma parte del paisaje identitario de Canarias y de América Latina.

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