La aristocracia canaria: un 1% de las familias atesora 60.000 millones

Las Islas son la región con mayor desigualdad de España: los 8.551 hogares millonarios concentran más riqueza que los 427.550 más pobres

Un yate de lujo fondeado en Gran Canaria.

Un yate de lujo fondeado en Gran Canaria. / Juan Carlos Castro

Santa Cruz de Tenerife

Cada una de las 8.551 familias más ricas de Canarias atesora un patrimonio de siete millones de euros. La friolera de unos 60.000 millones en total. Apenas representan el 1% de los hogares que existen en el Archipiélago, pero su riqueza se cuenta por muchos ceros. En el lado contrario está el otro 99% de la población, en el que cada unidad familiar posee solo 193.000 euros de media. Son datos que reflejan por qué Canarias es una de las regiones más desiguales del país. Y además, le toca la peor parte, porque también es una de las comunidades más pobres. Otras autonomías, como Madrid o Baleares, están también entre las que tienen mayor disparidad entre el bienestar económico de unos y otros, pero, por el contrario, tienen los patrimonios más altos del país. Canarias es, por tanto, la que menos tiene a repartir. Un escenario que evidencia el fracaso de las políticas de redistribución. 

Un estudio de EsadeEcPol ha medido por primera vez los niveles de desigualdad en la riqueza de las diferentes comunidades autónomas. Y el Archipiélago es de las que sale peor paradas. En las Islas existe un patrimonio medio por hogar de 261.400 euros. Y aunque a algunos les pueda parecer mucho y se pregunten dónde está lo que a ellos les falta, si se rasca se puede comprobar que no es tan reluciente. En primer lugar, se trata de una media y como todas las medias está distorsionada y no es un indicador fiel de la realidad. Además, dentro de esta cantidad se cuenta el valor de las propiedades inmobiliarias, tanto primeras viviendas como segundas residencias, dinero en el banco, salarios, pensiones, empresas, ya que el estudio ha tenido en cuenta todas estas variables. Una riqueza que, igualmente, está muy alejada de la media española, que se sitúa en 380.000 euros, y que duplican otras regiones más acaudaladas como Madrid, donde el patrimonio medio supera los 687.000 euros. 

Ricos más ricos

En las Islas hay 855.110 hogares –según el último dato del Instituto Canario de Estadística (Istac) del año 2024– y un patrimonio total de 223.525,7 millones de euros. Un 1% de las familias –esos 8.551 hogares más ricos– acaparan el 27% de toda esa riqueza que existe en el Archipiélago. Por lo que, si se repartiera a partes iguales su pedazo de la tarta entre todas ellas a cada una le tocarían poco más de siete millones de euros. 

Mientras que el 99% restante debe repartirse el resto de las migajas, es decir, los 161.174 millones de euros restantes, el 73%. Pero ahora quienes ponen la mano para tomar su parte son más numerosos, lo que hace que a cada hogar le correspondan 193.000 euros de media. Pero es que el patrimonio del 1% más rico incluso supera al del 50% de los hogares más pobres, 427.550 que solo poseen el 4,2% de la riqueza del Archipiélago. 

Igualmente, habrá quien pueda seguir pensando que es mucho patrimonio y que con esta cantidad bien se podría tapar algún que otro agujero. Pero hay que tener en cuenta que, de nuevo, se trata de la riqueza media por hogar. Y si se tiene en cuenta para, por ejemplo, una familia de cuatro miembros con una vivienda en propiedad, si se descuenta el valor del inmueble, con los precios medios actuales, poco quedaría de esa aparente opulencia. 

Redistribución

Lo poco que tienen unos y lo muchísimo que tiene otros no es sino un espejo en el que poder comprobar el reflejo de esa desigualdad constatada en el estudio. Una desigualdad que, como también se señala, ha tenido poca variación en los últimos años, aunque el informe sí indica una ligerísima tendencia decreciente en Canarias. Pero aun así, el Archipiélago es la comunidad con mayor disparidad en la distribución de la riqueza. Lo atestigua el índice de GINI, el indicador por antonomasia para calcular este aspecto y que se basa en la distribución acumulada de los ingresos o riqueza frente a la distribución acumulada de la población. Sus valores se representan entre 0 y 100 y cuanto más alto sea, mayor nivel de desigualdad existe. En las Islas este índice escala a un 75,2, el más alto de toda España. Y, aunque no está demasiado alejado de la media –situada en 71,3%– sí que está a mucha distancia del 62,4% de Castilla La Mancha, la autonomía donde es más bajo. 

Un escenario que evidencia que algo no se está haciendo bien en lo que al reparto de la riqueza se refiere. Un mantra que en los últimos años parece haber cobrado todavía más importancia, a tenor de la ampliación de la desigualdad. Mejorar la redistribución de la riqueza se ha convertido en el gran caballo de batalla del presidente canario, Fernando Clavijo, quien ya desde su discurso de investidura puso el foco en esta cuestión y señaló que uno de sus grandes objetivos sería frenar la divergencia de la renta per cápita canaria con la del resto del Estado. 

Porque el Archipiélago es una región que lleva ya varios años de bonanza económica, con niveles de empleo nunca vistos, mayor actividad empresarial y un poderío envidiable de su principal actividad económica: el turismo. Pero, en esa escasa redistribución de la riqueza el monocultivo turístico puede tener algo que ver. Sobre todo si se observa lo que ocurre en Baleares, la otra gran comunidad autónoma en la que su dependencia de esta actividad puede llegar a compararse con la que tiene Canarias. El otro archipiélago del país sí que está entre las regiones con mayor riqueza media de España. El patrimonio por familia sube hasta los 477.000 euros. Sin embargo, ni siquiera eso la salva de ser la segunda comunidad con mayor nivel de desigualdad, solo por detrás de las Islas Canarias

Sector turístico

Una situación que parece dar la razón a las críticas que, sobre todo en el último año y medio, han cristalizado en el Archipiélago, señalando los perjuicios que la industria turística tiene a nivel medioambiental, social y económico. 

Los modelos intensivos en turismo demandan mucho empleo, pero sus salarios son bajos si se comparan con los de otros sectores como la industria. El sector hostelero es también menos productivo y la principal vía para intentar generar más riqueza, al menos hasta hace poco tiempo, era buscar una mayor cantidad de visitantes. Algo que ahora está cambiando con la captación de turistas con un mayor nivel de gasto en destino. Aun con todo, la principal industria del Archipiélago vive un momento de bonanza económica sin precedentes, con niveles de facturación que mes a mes han ido pulverizando sus máximos históricos.  

Entonces quizá la culpa no pueda achacarse solo al turismo, aunque la mala redistrbución de la riqueza sea un mal común en las regiones con mucha dependencia, sino de los mecanismos para distribuir toda esa riqueza que sale de él. Ya que ese reparto es el talón de Aquiles de este modelo, sobre todo si se tiene en cuenta que se repite también en otros territorios. 

Propuestas

Para paliar esta situación han sido muchas las propuestas que se han puesto sobre la mesa. El debate sobre la creación de una tasa o un impuesto que se pudiera cobrar a quienes nos visitan para, al menos, paliar una parte de las consecuencias negativas que genera esta actividad se ha planteado una y otra vez, sobre todo en las dos últimas legislaturas, sin que haya podido consolidarse. Otra gran batalla se ha librado también en el aspecto salarial. Los sindicatos ligados a la hostelería reclamaron durante meses que los trabajadores del sector pudieran sentir en sus bolsillos al menos una parte de ese récord de gasto turístico. Y, tras una huelga y la amenaza de nuevos paros durante el verano en la provincia tinerfeña, se sellaron sendos acuerdos de subidas salariales con las patronales de ambas provincias. Pequeños pasos que tampoco serán suficientes para desviar los actuales niveles de desigualdad.

Casi un tercio de la riqueza de los canarios es su vivienda principal

Quien tiene una vivienda tiene un tesoro. Casi un tercio de la riqueza de las familias canarias procede de su casa. Un 30% del patrimonio que acumulan de media los hogares del Archipiélago se basa en su residencia, un porcentaje que aunque no es el más alto del país, sí que se encuentra entre las autonomías que están a la cabeza. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta cómo han escalado los precios en el mercado inmobiliario de las Islas en los últimos años. En el lado contrario, se encuentran los seguros de vida y las pensiones, que representan el 4,5% del patrimonio de las familias isleñas. Así lo atestigua un estudio de EsadeEcPol que ha analizado por primera vez la distribución de la riqueza en las diferentes comunidades autónomas. Y en el caso de las Islas los activos inmobiliarios cobran todavía más importancia si cabe, ya que además de que la primera residencia se convierte en el bien que araña un mayor porcentaje del patrimonio, somos una de las región en la que la inversión inmobiliaria representa una mayor parte de la riqueza de las familias. De acuerdo con el informe, un 15,8% de los bienes de los hogares canarios se corresponde con inversiones en casas, que luego se destinan al alquiler tradicional, por temporadas o turísticos. Solo en las familias de Baleares este porcentaje es más alto, lo que evidencia cómo el sector turístico impulsa a los residentes a destinar una parte de sus ahorros a la inversión inmobiliaria debido a su importante rentabilidad. En cambio, activos de negocio o valores cotizados representan aquí una menor proporción que en otras regiones. n

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