El Gobierno llama a la concienciación para que no salte la «chispa» en verano

«Los incendios comienzan mucho antes de que surjan las llamas». Y es en esos momentos previos al desastre en los que el Gobierno de Canarias quiere hacer hincapié con su nueva campaña Anticípate. Este verano, que no salte la chispa. Una iniciativa de concienciación ciudadana que pone el foco en el grave riesgo que supone cometer «descuidos» en el campo. Tirar una colilla al suelo, abandonar botellas de cristal o usar barbacoas sin control son solo algunas de las situaciones que la campaña pretende erradicar, en un contexto de especial vulnerabilidad para el entorno natural. «Es un mensaje sencillo, los incendios se pueden evitar con responsabilidad», aseguró ayer el consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas, Manuel Miranda, en la presentación de la iniciativa tras la celebración del Consejo de Gobierno.

Desde el Ejecutivo insisten en que la «sequía no ha terminado» y advierten del peligro que supone la vegetación que ha crecido en los montes como consecuencia de las lluvias de invierno. «Hemos tenido meses con bastantes precipitaciones y el monte estuvo fresco. Esto provoca la aparición de vegetación que ya está empezando a secarse con rapidez, lo que se convierte en un combustible importante en caso de incendio», reconoció ayer Miranda. A esto se suma el ascenso progresivo de las temperaturas en los últimos días, que favorece aún más la propagación del fuego.

Compromiso

Esta campaña contra los incendios forma parte de una estrategia más amplia de concienciación ciudadana que incluye otras dos iniciativas: una de seguridad en zonas de baño y otra vinculada al ahorro en el consumo de agua. Todas están vinculadas al papel que desempeña la ciudadanía, cuyo compromiso se considera clave para prevenir situaciones de emergencia.

En el caso de los incendios, Miranda explicó que «se basa en una estrategia de comunicación clara, directa y emocional» para prevenir comportamientos imprudentes y adelantó que se difundirá en medios de comunicación, redes sociales y espacios públicos de alto tránsito como los aeropuertos. «Queremos que los visitantes también conozcan la estrategia nada más llegar a las Islas», aclaró. Para ilustrar la campaña, la Consejería ha elaborado distintos carteles que emulan peligros que producen las primeras «chispas», como las colillas, los residuos, las barbacoas o la maquinaria. El Ejecutivo también ha creado un anuncio publicitario corto en el que se muestra de forma visual la amenaza que suponen este tipo de descuidos.

Pero esta iniciativa no es el primer paso que el Gobierno da para evitar los incendios en esta temporada de verano. Miranda recordó ayer que la estrategia se enmarca en el refuerzo global del sistema público de protección civil, con nuevas unidades especializadas, más medios aéreos y terrestres y una mejora en la coordinación interadministrativa, especialmente entre las distintas administraciones implicadas.

2.000 efectivos

La campaña realmente comenzó el pasado 1 de junio. Para afrontar los posibles incendios que se originen durante los próximos meses, las Islas cuentan con unos 2.000 efectivos, 200 vehículos y 18 medios aéreos aportados por el Gobierno de Canarias, cabildos insulares, ayuntamientos y el Estado. «Por muchos medios que tengamos, si no contamos con la colaboración ciudadana, nunca será suficiente. Esta campaña es una llamada a actuar con responsabilidad y anticipación», aseguró ayer el consejero.

Fue el pasado mes de junio cuando el Gobierno de Canarias activó la situación de prealerta por riesgo de incendios forestales en el marco del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales de Canarias (Infoca). Esta activación permite tener todos los recursos preparados para intervenir.

La predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para el verano indica un 70% de probabilidad de que las temperaturas medias sean más cálidas de lo normal. En cuanto a las precipitaciones, en lo que va de año, las islas occidentales han registrado un 37% más de lluvia respecto a la media del año anterior, y en las islas orientales este porcentaje se sitúa en un 20%. Esta situación incrementa el riesgo al dejar tras de sí una vegetación más abundante.

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