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Poeta, misionero y fundador: este es el hombre que cambió la historia de Brasil desde Canarias

Una figura histórica nacida en Tenerife que cambió el rumbo de Brasil para siempre

Padre Anchieta, el misionero de Brasil

Padre Anchieta, el misionero de Brasil / Binter

Johanna Betancor Galindo

Johanna Betancor Galindo

Las Palmas de Gran Canaria

En una casa de tejado rojizo, entre las calles empedradas de la entonces pujante ciudad tinerfeña, nació un joven que, con el paso de los siglos, sería recordado como uno de los pilares culturales, lingüísticos y espirituales del Brasil colonial. Su nombre era José de Anchieta.

No muchos canarios saben que uno de los santos de la Iglesia Católica, uno de los fundadores de São Paulo y Río de Janeiro, el gran evangelizador del siglo XVI y figura clave de la literatura brasileña, salió de su misma tierra. Y sin embargo, el legado de Anchieta sigue presente no solo en su isla natal, sino a lo largo y ancho del continente sudamericano.

De La Laguna a los trópicos

José de Anchieta fue enviado en plena adolescencia a estudiar a la Universidad de Coímbra, en Portugal. Allí se unió a la Compañía de Jesús, orden religiosa de misioneros que buscaba expandir el cristianismo a territorios recién descubiertos.

“Posteriormente ejerció como misionero en Brasil, donde aprendió la lengua tupí que empleaba la población indígena local”, recuerda el divulgador Luis Cabrera, autor de la cuenta @historiaparagandules.

A diferencia de otros colonizadores, Anchieta optó por el entendimiento y la comunicación. Estudió el idioma de los tupíes y compuso gramáticas, versos y obras de teatro en su lengua. Su actitud de respeto y su labor pedagógica le valieron el aprecio de muchos pueblos indígenas y su legado perdura hasta hoy.

Retrato Padre José de Anchieta

Retrato Padre José de Anchieta / Benedito Calixto

Padre fundador y poeta de América

Pero su papel no fue solo religioso. Anchieta fue fundador de São Paulo y copartícipe en la creación de Río de Janeiro, las dos mayores metrópolis de Brasil en la actualidad.

“Compuso una gramática de esta lengua e incluso escribió algunos versos, pero posiblemente lo más simbólico de su vida fue que contribuyó a la fundación de Río de Janeiro y de São Paulo, las dos ciudades más pobladas de Brasil”, destaca Cabrera.

Además, está considerado uno de los pioneros de la poesía y el teatro , y se le reconoce como uno de los padres de la literatura brasileña.

Casa del Beato Padre Anchieta

Casa del Beato Padre Anchieta / Ayuntamiento de La Laguna

Muerte en su segundo hogar

Anchieta falleció en 1597 en el municipio que hoy lleva su nombre, en el estado brasileño de Espíritu Santo. Allí pasó las últimas décadas de su vida y allí se encuentra también el Santuario Nacional de San José de Anchieta, donde cada año acuden peregrinos de todo el país.

En su ciudad natal, La Laguna, se conserva su casa, se celebra su festividad el 9 de junio y su imagen procesiona cada año desde la Catedral de los Remedios. Aquel joven que partió al otro lado del océano sigue vivo en la memoria de dos continentes.

Fue beatificado por el papa Juan Pablo II en 1980 y, más tarde, canonizado por el papa Francisco en 2014 mediante canonización equivalente. Es el segundo santo canario después de Pedro de San José de Betancourt y el tercer santo de Brasil, país del que fue declarado compatrono en 2015.

José de Anchieta fue un hombre de letras, de fe, de compromiso. Dejó atrás su isla para entregarse a una misión que cambiaría su vida y la de millones de personas.

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