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FALLO MASIVO

El fallo de Amazon deja a Canarias sin datáfonos ni Bizum: gasolineras, mercados y tiendas colapsadas para pagar

La caída de la nube obliga a los canarios a usar el efectivo, si bien Asodiscan minimiza el impacto económico al tratarse de un lunes por la mañana y durante pocas horas

Un dependiente de hostelería cobra con un datáfono.

Un dependiente de hostelería cobra con un datáfono. / Ismael Herrero / EFE

Las Palmas de Gran Canaria

Canarias volvió este lunes, por unas horas durante la mañana, a la era del pago en efectivo. Un fallo global en los sistemas informáticos de Amazon Web Services (AWS) provocó la caída de miles de servicios digitales en todo el mundo, entre ellos los sistemas de pago con datáfono en España y en las Islas.

Desde primera hora, comercios, restaurantes, gasolineras, mercados municipales, grandes superficies y todo tipo de negocios se vieron afectados por la interrupción masiva de los datáfonos, generando escenas de colas y confusión, y obligando a los consumidores a pagar en metálico.

Impacto económico tenue

Aunque la incidencia causó un caos puntual en las operaciones cotidianas, el impacto económico en el Archipiélago fue limitado gracias a dos factores: la baja actividad habitual de los lunes por la mañana y la rápida recuperación del sistema antes del mediodía, explican representantes del sector comercial.

El origen del fallo se situó en la infraestructura global de Amazon Web Services (AWS), la mayor plataforma de computación en la nube del mundo, que sufrió una interrupción de servicio en su región principal de Estados Unidos.

El incidente derivó en un aumento de errores y latencias en múltiples servicios digitales, afectando no solo a webs y aplicaciones como Fortnite, Canva, Duolingo o Prime Video, sino también a los sistemas bancarios y de pago electrónico que dependen de la red de Amazon.

Tarjetas rechazadas

Los efectos llegaron a España y Canarias, donde buena parte de las entidades financieras y procesadores de pago vieron interrumpidas sus operaciones. El resultado fue inmediato: tarjetas rechazadas, Bizum inoperativo e, incluso, algunos cajeros sin conexión temporal.

Según Alfredo Medina, secretario general de la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución de Canarias (Asodiscan) y director de Comunicación, Sostenibilidad y Relaciones Institucionales del Grupo El Corte Inglés, «la caída de la nube se empezó a notar desde que abrieron los comercios». La suerte, o lo que ha minimizado el impacto, es que «se trataba de un lunes por la mañana, el día de menor actividad en los negocios», aseveró.

Fallos restablecidos en pocas horas

Medina confirmó que el fallo fue rápidamente comunicado y restablecido al mediodía, y que, por tanto, «las incidencias no han sido cuantiosas», en contraste con lo ocurrido durante el apagón informático del pasado 28 de abril, cuando las pérdidas comerciales fueron mucho más elevadas.

Durante varias horas, la vida cotidiana en Canarias se alteró por completo. En los mercados municipales, numerosos clientes tuvieron que abandonar las compras al no poder pagar con tarjeta. Algunos comerciantes optaron por guardar los pedidos hasta restablecer el servicio o fiar las ventas a clientes habituales.

En las gasolineras, la situación fue más delicada, pues muchos conductores llenaron el depósito sin poder pagar, al quedar inutilizados los datáfonos. En los supermercados y grandes superficies se formaron colas y se improvisaron carteles con la advertencia: «Solo efectivo». A nivel institucional, Aena informó que no era posible pagar con tarjeta en los aparcamientos de los aeropuertos debido al mismo fallo global de los servidores de AWS.

¿Y si pasa en Navidad?

A pesar del desconcierto, Asodiscan considera que «las pérdidas han sido indudablemente existentes», pero «no cuantiosas». «Si esto hubiera ocurrido un sábado o en la campaña de Navidad el impacto habría sido mucho mayor», señaló Medina.

En paralelo, Abbas Moujir, presidente de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), explicó que la incidencia se manifestó «un poquito por barrios», dependiendo de la pasarela de pagos que utilizaba cada establecimiento. En su diagnóstico, los problemas más importantes se observaron en los medios sin contacto, como «acercar el móvil o la propia tarjeta», mientras que, en otros casos, introduciendo la tarjeta físicamente en el terminal y tecleando el PIN, el sistema «funcionaba más o menos bien», aunque con retardos.

Dinero en los bolsillos

Moujir subrayó que esta dependencia de los medios digitales no debería obviar la existencia de un respaldo en efectivo: «Yo creo que empieza a ser deseable empezar a llevar algo más de dinero en el bolsillo», recalcó, en referencia a posibles «ceros energéticos» o cortes tecnológicos que podrían repetirse.

El secretario general de la Asociación de Supermercados de las Islas Canarias (Asuican), Alonso Fernández, resaltó que la caída se notó especialmente en los desayunos, en tiendas de proximidad y en gasolineras, lugares donde prima la rapidez del pago. Como sus colegas, opina que «siempre se ha de llevar efectivo».

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