Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Un turista arrepentido devuelve rocas volcánicas que se llevó de Canarias y advierte: “Traen mala suerte”

Un viajero envía desde Alemania piedras extraídas en el Parque Nacional de Timanfaya, reconociendo su error y alertando sobre las consecuencias negativas de sustraer elementos del patrimonio natural de Lanzarote

Un turista arrepentido devuelve rocas volcánicas que se llevó de Canarias y advierte: “Traen mala suerte”.

ACFI TV

Arrecife

Piedras, arena volcánica, callaos o las famosas 'palomitas de maíz (rodolitos) son algunos de los elementos extraídos de la naturaleza que muchos turistas se llevan en sus maletas como recuerdo de su viaje a Canarias.

Cada año, el Aeropuerto César Manrique-Lanzarote requisa numerosos fragmentos de lava, rofe, conchas y otras piezas geológicas arrebatadas de la isla por viajeros, tanto nacionales como extranjeros, que, en muchos casos, desconocen el impacto de sus actos.

Además del aeropuerto a través de los filtros de seguridad, las empresas de alquiler de vehículos encuentran y retiran piedras volcánicas abandonadas por los clientes en los coches antes de tomar los vuelos de procedencia a sus países.

Una familia juega con los rodolitos en una de las playas del municipio de La Oliva. | | CARLOS DE SAÁ (EFE).

Una familia juega con los rodolitos en una de las playas del municipio de La Oliva. / CARLOS DE SAÁ (EFE).

El turista arrepentido de llevarse piedras volcánicas

Un caso de "hace unos años" que ha difundido de forma reciente en sus redes sociales el Parque Nacional de Timanfaya y que se ha vuelto viral, pone de relieve la acción de un turista arrepentido: un visitante, movido por el remordimiento, ha enviado una carta manuscrita desde Alemania junto a "trozos de roca" que se llevó de Timanfaya y alerta de que este acto de extracción de "un fragmento de lava solidificada" durante su visita al citado espacio natural protegido, le "trae mala suerte".

La misiva del visitante, traducida por el parque nacional dice lo siguiente:

Estimando señor/a

He oído leyendas que cuentan que extraer roca volcánica de su fuente de origen trae mala suerte y me temo que esto ha pasado. Tras una grave tragedia personal, me siento obligado a devolver estos pocos trozo de roca de las Montañas del Fuego.

Les agradecería eternamente que los esparciera fuera del centro donde la recogí, en el lugar donde se encuentran las brasas calientes.

Eternamente agradecido.

El lugar al que se refiere el turista en su escrito es el Islote de Hilario, en Las Montañas del Fuego, donde están las demostraciones geotérmicas y el Restaurante El Diablo de los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote.

Las rocas volcánicas: mucho más que un simple recuerdo

Las formaciones volcánicas de Lanzarote no son simples objetos inertes. Según el Geoparque Mundial de Lanzarote y Archipiélago Chinijo, estos elementos cumplen numerosas funciones esenciales, recuerda el parque nacional:

  • Son hábitat de líquenes, hongos e insectos.
  • Ayudan a evitar la erosión, componiendo el suelo y combatiendo la desertificación.
  • Fundamentan la arquitectura tradicional local, como muros, lindes o socos.

La difusión que ha hecho ahora el Parque Nacional de Timanfaya de la iniciativa del hombre de recolectar rocas volcánicas, forma parte de la campaña de concienciación que lleva a cabo el parque, mediante la cual pretende subrayar que extraer cualquier elemento del entorno supone un daño para la biodiversidad y el paisaje. Además, puede acarrear sanciones de hasta 3.000 euros por vulnerar la normativa que protege el patrimonio natural insular.

"Una roca no es un souvenir"

Autoridades y entidades científicas insisten en que "una roca no es un souvenir", sino parte fundamental de la naturaleza y la cultura de Lanzarote. El simple gesto de dejar los elementos en su lugar garantiza la conservación para generaciones futuras.

La extracción y sustracción de rocas volcánicas de Lanzarote está prohibida por ley, considerándose una acción que atenta contra el patrimonio natural e histórico de la isla. Este tipo de actos, además de estar sancionados, generan un impacto directo en el paisaje, la composición geológica y la biodiversidad local.

Imagen panorámica del Parque Nacional de Timanfaya

Imagen panorámica del Parque Nacional de Timanfaya / LP

Llamamiento a la concienciación

Según las campañas de sensibilización impulsadas por Aena y el propio Cabildo de Lanzarote, la retirada de fragmentos de lava, rofe o arena puede parecer inofensivo, pero, a gran escala, afecta a los ecosistemas y acelera procesos como la erosión y la desertificación.

Las autoridades recomiendan no recoger ni extraer piedras volcánicas, arena ni otros elementos naturales como recuerdo. Además, animan a difundir entre otros viajeros la importancia de respetar el entorno insular para proteger la riqueza geológica y paisajística de Lanzarote.

50 años del Parque Nacional de Timanfaya

El Parque Nacional de Timanfaya finalizó el pasado 3 de octubre el extenso programa de actividades desarrollado a lo largo del último año para conmemorar sus cinco décadas de historia y conservación. El acto de clausura tuvo lugar en el Centro de Visitantes e Interpretación de Mancha Blanca y puso fin a una serie de iniciativas destinadas a fortalecer la divulgación científica y social sobre el valor único del espacio protegido.

Durante este año conmemorativo, cerca de 80 expertos han compartido conocimientos en ponencias, jornadas y debates que han profundizado en cuestiones clave como la geología volcánica de Timanfaya, la flora y fauna endémicas, el impacto de especies invasoras o la influencia de la arquitectura tradicional ligada al entorno. Aspectos como la memoria histórica y los retos en la gestión del uso público del parque también ocuparon un lugar especial en el programa.

La comunidad local, especialmente la de los municipios de Tinajo y Yaiza, ha participado activamente en talleres y actividades, reforzando la educación ambiental y el compromiso ciudadano con la protección de este enclave singular al suroeste de Lanzarote.

Cápsula del tiempo: un mensaje para el futuro

Uno de los momentos más destacados de la clausura fue el enterramiento de una cápsula del tiempo hecha en acero. En ella se depositaron ilustraciones de especies autóctonas de plantas y animales, un fragmento de microplástico recogido del litoral del parque —simbolizando los desafíos medioambientales globales—, y una escoria lávica devuelta recientemente por un visitante, reflejo del respeto creciente por el patrimonio natural. Además, se incluyó un mensaje dirigido a quienes descubran la cápsula en el año 2075, subrayando la responsabilidad intergeneracional en la conservación.

Tracking Pixel Contents