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El brote de sarampión en Canarias 'salta' de isla y eleva los contagios a ocho

Canarias ya ha registrado más casos de esta enfermedad que en cualquiera de los últimos seis años

Sanidad ha detectado dos nuevos casos en La Palma y tres en Tenerife

Un niño recibe la vacuna del sarampión.

Un niño recibe la vacuna del sarampión. / EFE

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

El brote de sarampión que afecta a Canarias ha saltado de isla y ya contabiliza ocho personas afectadas. Con la notificación de cinco nuevos contagios, este foco –que se notificó en La Palma el pasado lunes– ha pasado a ser el más grande de los últimos seis años y ha convertido al año 2025 en el que ha registrado más afectados por esta patología en el Archipiélago.

El brote comenzó en La Palma por un bebé de más de un año que, aunque se había vacunado, por su edad solo disponía de la protección de una dosis. Tras este hallazgo, la Dirección General de Salud Pública identificó a dos personas más vinculadas al pequeño: un bebé de menos de un año (y, por tanto, sin protección) con el que había compartido espacio y a un sanitario que le había atendido.

Ahora el brote se ha expandido a cinco personas más que las inicialmente contabilizadas. Los últimos cinco casos corresponden a dos menores de edad en La Palma y a tres personas en Tenerife. Una de estas personas vinculadas a la isla capitalina ya había sido marcada como sospechosa debido a sus síntomas y a haber estado en contacto con el bebé. Por el momento, todos los afectados presentan sintomatología leve y cursan la enfermedad sin incidencias.

Así lo anunció ayer la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS), que explica que, en apenas cinco días –ya que los primeros casos se notificaron el pasado lunes–, ya han conseguido rastrear a una parte de los afectados. "Desde que la Dirección General de Salud Pública tuvo conocimiento de la sospecha de estos casos ha activado los protocolos de valoración, seguimiento y control de los contactos para intentar controlar la propagación de la enfermedad", resaltó el director de Salud Pública, José Díaz-Flores. Estas acciones de rastreo se están realizando en paralelo con la Gerencia de los Servicios Sanitarios del Área de Salud de La Palma.

El año con más casos

Según los datos recabados por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), los últimos dos años Canarias ha experimentado un repunte del sarampión. Y es que Canarias llevaba más de seis años sin notificar contagios. Desde que empezó la vigilancia, en el año 2012, Canarias solo había encontrado cuatro casos entre 2018 y 2019, todos ellos importados. Entre 2020 y 2023 no se registró casi ningún caso ni apenas sospechosos, y de pronto, en 2024 la situación dio un vuelco.

Según el ISCIII, en 2024 se confirmaron un total de 7 contagiados, dos importados, tres relacionados con esos casos importados y dos que quedaron en investigación. Además, se descartaron 20 casos con síntomas compatibles que al final resultaron no serlo.

Este año, además de haber detectado más casos, también se ha sospechado de más posibles contagios. En concreto, 33 pacientes han sido descartados en el transcurso del año. Sanidad afirma que, además de los ocho casos actuales en 2025, se registraron dos casos, uno importado y otro desconocido. Además, ha habido otros dos casos vacunales provocados como efecto secundario tras la administración de la vacuna. En ambos casos, la enfermedad cursó con sintomatología leve y sin complicaciones para los menores.

En España, la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis) se introdujo en el calendario de vacunación infantil en 1981. En pocos años, y gracias a las altas coberturas alcanzadas y a la incorporación de una segunda dosis en 1996, se consiguió reducir drásticamente los casos de sarampión. Tal fue el éxito que en 2001 España se sumó al objetivo europeo de eliminación del sarampión y se estableció el Plan de Eliminación del Sarampión en todo el territorio nacional. Entre 1999 y 2009 la incidencia de sarampión se mantuvo en niveles de eliminación, por debajo de 1 caso por 100.000 habitantes y año. Sin embargo, a partir de 2012 la situación cambió en todo el mundo.

El origen de los antivacunas

El resurgimiento de enfermedades que parecían casi extintas está íntimamente vinculado con el movimiento antivacunas. Un movimiento que surge de un artículo que se publicitó en la revista The Lancet como científico pero que, en realidad, no cumplía ningún requisito para serlo. En concreto, en 1998 se publicó un artículo del médico británico Andrew Wakefield que sugería una posible relación entre la vacuna triple vírica y el autismo. Aunque el estudio se basaba solo en 12 niños y no presentaba evidencia sólida, recibió una enorme cobertura mediática.

El estudio provocó un ingente revuelo entre la población, y muchos decidieron dejar de vacunar a sus hijos. Numerosas investigaciones posteriores demostraron que no existe relación entre la vacuna MMR y el autismo, pero no fue hasta 2010 cuando The Lancet retractó completamente el artículo y Wakefield perdió su licencia médica por mala conducta ética y científica.

Pese al escándalo internacional, España no notó de inmediato las consecuencias gracias a sus altas tasas de vacunación infantil –que en Canarias se elevan por encima del 95%–. Tal es así que en 2017 la OMS declaró a España país libre de transmisión endémica de sarampión por los pocos casos y brotes identificados. Sin embargo, recientemente se han notificado 142 casos diagnosticados en once comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas, todos importados o vinculados a casos importados, y hay ocho brotes activos que se continúan investigando.

Refuerzo de las vacunas

El empeoramiento de la situación ha llevado a la Dirección General de Salud Pública a incidir en la importancia de recibir las dos dosis de la vacuna contra el sarampión incluidas en el calendario vacunal para lograr la inmunización individual y evitar la transmisión de la enfermedad a personas que, por alguna circunstancia, no puedan recibir la vacuna.

En concreto, se hace un llamamiento a la población para que revisen el estado vacunal de niños y niñas de cuatro años y comprueben que hayan recibido dos dosis de vacuna contra el sarampión, así como a las personas nacidas después de 1978 que no tengan constancia de haber sido vacunadas o haber pasado la enfermedad de forma natural, consulten en su centro de salud para recibir la vacuna.

Si las coberturas vacunales descienden, el sarampión puede reaparecer y transmitirse rápidamente, causando brotes que pueden culminar en ingresos hospitalarios y fallecimientos, incluso en países desarrollados, como se ha demostrado en un brote epidémico en Texas (Estados Unidos), donde se registró el fallecimiento de un niño no vacunado por esta enfermedad fácilmente prevenible.

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