A pesar de los momentos de lluvia, del frío y de la hora, Santa Catalina se vino arriba con los últimos coletazos de la primera fase del concurso de murgas que tuvo lugar el pasado lunes. Los tres últimos grupos -Las Serenqueinquietas, Los Twitty's y Los Serenquenquenes- en pisar el escenario de Las mil y una noches arrancaron los aplausos y vítores de los presentes, a quienes lograron contagiar con el espíritu fiestero que no faltó en toda la velada.

La última agrupación femenina que compitió por un puesto en la final el lunes hizo su entrada con la fantasía Mil y una noches sin dormir y la primavera ya está aquí. Bajo la dirección de Ana Teresa López Herrera las 36 componentes de la murga de Agüimes tuvieron letras para todos. Ataviadas como azafatas de la compañía Inquietas Airways, Las Serenqueinquietas no perdieron la oportunidad de detenerse en los precios "altísimos" de los billetes, así como de todo aquello que se vende dentro de los aviones. A lo largo del trayecto, en el que también se encontraba Paulino Rivero, las murgueras manifestaron su preocupación por la emigración al extranjero de los jóvenes que no encuentran en su tierra trabajo, así como reclamaron unas playas limpias y sin fuel, transformadas en vampiresas.

Las chicas arrancaron aplausos. No obstante, fue durante el corte publicitario, cuando los 65 miembros de Los Twitty´s comenzaron a colocarse disfrazados como auténticos exploradores, camaleón en el salacot incluido, cuando el ambiente empezó verdaderamente a caldearse. No habían empezado ni a cantar cuando el público rompió en vítores y aplausos que se fueron intensificando a medida que los murgueros fueron explorando Gran Canaria y "desmantelaron a sus traidores". No faltaron las menciones a Juan José Cardona y a Soria, pero el momento más emotivo se vivió cuando abordaron el tema de los recortes en Sanidad mediante la trágica historia de una chica que, por ello, había perdido a su bebé.

La segunda parte de la actuación no fue menos intensa en lo que a participación popular se refiere. Sobre el proscenio desfilaron "guaguas municipales gafadas" (en las que viajaron Lobera y Barbosa y "nunca más se les volvió a ver") y algún que otro piropo cargado de ironía hacia los chicharreros, claro, "como son pueblerinos". Pero sin duda, la reina del segundo tema de Los Twitty's fue Lolita Pluma, que presidió el desarrollo de la canción acompañada también por sus gatos. Su voz fue la que los murgueros quisieron hacer sonar. "Porque a Lola no la pueden callar, pues yo soy la reina de este parque y este es mi Carnaval, tu Carnaval, es nuestro Carnaval". Con un graderío entregado a la causa, los murgueros se despidieron invitando a disfrutar de las carnestolendas.

El broche final de la noche lo pusieron Los Serenquenquenes, quienes, de entrada, dedicaron su presentación a "la mujer" que quiere acabar con las fiestas. A ellos, también les arropó especialmente el público, que desde el momento en el que pisaron el escenario gritó "esto sí que es un pedazo murga". Los de Agüimes, disfrazados de científicos inventores, bajo la alegoría Reinventándome por Carnaval, sacaron una máquina especial para leer el pensamiento y, cómo no, probaron con algunos personajes entre los que se encontraban Paulino Rivero, Soria, María Isabel Bolta, Obama y el mismo jurado del certamen.

Asimismo, "los serenques" confesaron disponer de inventos para ayudar a mejorar la vida de las personas. De hecho, a Rajoy le iban a regalar "sonotone para que oiga a los españoles gritar" que no quieren que les engañen más. Uno de los momentos más álgidos llegó de la mano de una butaca que los chicharreros les habían pedido que les fabricasen y en cuyo centro había un plátano sobre el que ellos se sentarían.

La última parte de su paso por la primera fase del concurso, la realizaron "en estado". Aunque lo de ellos fue más bien aire - y eso que tenían pensado llamar Ramón al bebé-, quisieron demostrar que "son más fuertes que las mujeres a la hora de dar a luz", pero por si acaso, la epidural la pidieron. Con mucho humor, lo que los murgueros quisieron transmitir es su admiración hacia todas las mujeres. El homenaje les sirvió para meterse en el bolsillo aún más a los asistentes, que a pesar de llevar más de cuatro horas allí, no pararon de cantar y bailar.