La noche fue, sobre todo, de ellas. El escenario del parque Santa Catalina acogió ayer la segunda fase del concurso de murgas de Las Palmas de Gran Canaria en el que las mujeres llevaron la voz cantante, por mayoría. Justo al contrario que la primera jornada del certamen que se llevó a cabo el día anterior, cinco de las siete agrupaciones que actuaron estaban integradas por féminas. Y es que cada vez es más frecuente verlas a ellas, armadas con música y letras que lanzan a la sociedad bajo sus coloridos disfraces. En esta ocasión, las encargadas de abrir el espectáculo fueron Las Golisnionas, a quienes siguieron Las Lady's Chancletas, Los Trapasones y Las Lega- Náyades. No obstante, al cierre de esta edición, aún faltaban por salir Las Crazy Trotas, Las Tramposas y Los Legañosos.

Entre las 198 murgueras que actuaron ayer frente a un abarrotado parque de Santa Catalina, estaban Las Golisnionas. Dirigidas por Abenchara Santana, las teldenses dieron el pistoletazo de salida. Vestidas como payasas del tiempo, las 27 componentes del agrupación, dedicaron precisamente parte de su repertorio a reivindicar la importancia de la presencia de las mujeres en este certamen. Hablaron sobre el nivel de las murgas femeninas y sobre el hecho de que sean las menos las que logran pasar a la final. Un hecho que su directora achaca a que "no hay un jurado que se haya atrevido a apostar más por ellas".

El momento de mayor humor llegó cuando el escenario se transformó durante algo menos de media hora en una peluquería, en la que no faltaron los coloridos tocadores. Allí, las murgueras se despacharon a gusto, sin dejar pasar la ocasión de recordar a Soria y las prospecciones, entre otras cosas.

Con una fantasía "inspirada en los farfullos", Las Lady's Chancletas salieron al escenario en el que aprovecharon para darse una ducha. "Es que no nos ha dado tiempo antes", bromeó su directora, Marta Rosales Navarro. Las de La Isleta arrancaron con un primer tema cargado de humor, en el que se atrevieron a pasar por jabón y agua a Pablo Iglesias, a quien "por pesado" tan solo le increparon por la marca del champú que él usa. También pasaron por el momento tan íntimo de acicalamiento Paquirrín o el propio José Manuel Soria, vestido de fontanero para arreglarles a las chiquillas la ducha.

Uno de los momentos más sorprendentes de su actuación fue su durante su segundo tema, Los Farfullos Banda Show, cuando sobre una réplica del propio proscenio, unos muñecos hechos con gomaespuma y tela se atrevieron a cantar y criticar "aquello a lo que nosotras no nos atrevemos". De este modo, fueron los pequeños seres inertes los que evocaron el Carnaval de antaño, del que añoran ver a las murgas en el Estadio Insular o se meten con los chicharreros, de quienes aseguraron que contaron con el sobrino de Pitágoras para hacer las cuentas del padrón.

Tras ellas, desde el polígono Cruz de Piedra, las primeras notas graves llegaron de Los Trapasones, quienes vestidos como payasos en su décimo aniversario, arrancaron con su primer tema Pues a reírse. Entre los primeros en salir a la palestra, estuvieron los periodistas "que dijeron que las murgas no tienen que venir a critica sino a hacer reír", explicó Carlos Rodríguez Sánchez, su presidente. De Juan José Cardona resaltaron su labor de poner "la ciudad bonita ahora que se aproximan las elecciones" y de los chicharreros, quisieron destacar que "ellos cogen postales de todo", también de "la muralla china o el Vaticano". En todo momento, la melodía estuvo acompañada por el humor con el que también se refirieron a Los Serenquenquenes o a la murga tinerfeña que les incluyó en sus letras.

Y como en cualquier cumpleaños que se preste, anoche tampoco faltó una gran fiesta, que contó con variopintos invitados entre los que se encontraban la infanta Cristina, cómo no, el pequeño Nicolás, Paquirrín y José Manuel Soria. Los amigos de La Aldea de San Nicolás fueron los grandes ausentes, "porque la carretera está cortada", pero la que no faltó a la celebración del aniversario de los murgueros fue María Isabel García Bolta, "la gran invitada de la noche" con la que jugaron al bingo.

Las Lega- náyades, que salieron justo detrás, también celebran esta edición su décimo aniversario de creación. Llegadas desde la zona sureste de la Isla, las murgueras pisaron el escenario de Las mil y una noches con la fantasía Metamorfosis. Algo muy visible en la indumentaria que, de arriba abajo iba transformándose de oruga a mariposa. Durante su primer tema, Las azafatas del Carnaval, las 32 componentes se desplazaron simbólicamente por todo el mundo, visitando las Islas, París, Escocia o Nigeria, entre otros lugares. En el vuelo, también estuvieron Mariano Rajoy, José Manuel Soria, un miembro de Los Trapasones y un chicharrero que, con gracia, dieron vida algunos de los figurantes. No faltó en el repertorio de Las Lega-Náyades la crítica a las prospecciones, así como al maltrato que sufren muchas mujeres por sus parejas. En esta ocasión, las murgueras lo contaron a través de la historia de Pepa, quien buscaba a su príncipe y, tras pasar varios candidatos, al final eligió a quien después la maltrató.

En todo momento, los presentes en el parque de Santa Catalina, quisieron arropar a los participantes en esta segunda fase del certamen, cuya parte final tendrá lugar esta noche, a partir de las 20.30 horas. El ambiente estuvo presidido un frío que el público consiguió contrastar con calurosos aplausos. Al cierre de esta edición, aún faltaban tres murgas por pisar el escenario de Las mil y una noches. Y es que el último coletazo de humor e ironía la velada lo trajeron con sus respectivos repertorios Las Crazy Trotas, Las Tramposas y, finalmente, Los Legañosos, que con sus 63 componentes consolidaron casi la mitad de los participantes masculinos.