Carnaval Las Palmas de Gran Canaria 2023

La Cabalgata Infantil regresa con el calor del público tras tres años de ausencia

En torno a 50.000 personas se congregaron para disfrutar del desfile para los más pequeños

Cabalgata Infantil del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria.

LP / DLP

“Todos podemos participar de algo en común y ser quien queramos por un ratito”, destaca Amelia Rodríguez en la Cabalgata Infantil del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, que tuvo una gran acogida por las familias tras tres años de parón. El acto fue uno de los que quedó en suspenso por causas meteorológicas por viento y calima durante 2020 y después llegó la pandemia y las restricciones por la Covid-19 obligaron a suspender tanto este, como el resto de actos. La ausencia de la tradicional marcha se notaba y es que se apelotonaron miles de familias con niños dispuestos a ver el corro de alegría que marchaba por las calles. Según los cálculos del Ayuntamiento en torno a 50.000 personas se congregaron para disfrutar. 

Tanto Amelia Rodríguez, como sus familiares escogieron disfrazarse este año de la familia Adams. Rodríguez reconoce que, a pesar de que estos tenebrosos personajes ficticios siempre le habían gustado, la idea surgió después de ver la serie Miércoles de Netflix con su hija, que luce el disfraz de la protagonista. El audiovisual triunfó en las carnestolendas con varias personas disfrazadas de los protagonistas de la familia más oscura.

A pesar de que la familia de Amelia Rodríguez vistiera todo de negro con vestidos y trajes que eran iguales a los de la película, su emoción y caras de alegría no casaban con el estado de ánimo de la familia original. En el caso del disfraz de Miércoles tardaron 20 días en tenerlo hecho, pero asegura la carnavalera que ha valido la pena porque “ha sido un trabajazo, pero llevaba tres años esperando para poder hacerlo y me ha hecho mucha ilusión”. Todos los trajes están hechos excepto el del personaje Gomez, el padre de la familia y marido de Morticia, su esmoquin es el mismo que vistió en su boda. “Hay que reutilizar y reciclar”, exclama entre risas la mujer. 

“Sobre todo vivir la experiencia en familia y divertirnos juntos es lo más bonito”, resume Rodríguez sobre las sensaciones que aporta la Cabalgata, a la que han asistido siempre como tradición, a excepción de los últimos años y, por lo tanto, ya tenían ganas de volver a disfrutar de unos carnavales como los de siempre. 

Trayecto

La marcha comenzó en el Castillo de la Luz y finalizó en la Avenida Mesa y López. Estuvieron presentes las comparsas, murgas, batucadas, hasta 19 carrozas con música y la reina infantil de este año, Aaliyah Méndez, junto a las damas y caballeros de honor galardonados en la pasada gala. A las 18:45 horas llegó la cabecera a su destino y a las 19:30 horas lo hacía la última de las carrozas.

Dos unicornios hinchables fueron los encargados de abrir la comitiva, después llegaba el turno de batucadas y vehículos portadores de reina y corte: Aaliyah Méndez Pérez, Liah Guardia Suárez, Mahy Morales Eizaguirre, Zoe Santana Portocarrero y Carmen María Fleitas. Cada miembro de la casa real de los niños iba precedido y seguido por batucadas y grupos infantiles como Lianceiros, Brisa de Volcán, Chachitos, Trapasitos o Espacio Artístico Evohé. A continuación, 19 carrozas, entre las que estaban la anunciadora, la adaptada, las de patrocinadores y las participantes, todas decoradas con motivos infantiles, partieron en idéntico recorrido animando durante dos horas y media el camino que separaba el Castillo de la Luz de Mesa y López. 

Los padres y abuelos sacaban fotos a la explosión de color y confeti que paseaba por la calle, pero sin lugar a dudas, las imágenes que colmaron su galería del teléfono fueron las de sus propios hijos, a los que retrataban desde todos los ángulos. Para muchos pequeños fue la primera vez que asisten, por lo que observaban el desfile con grandes ojos de sorpresa e ilusión. 

Hanna Correa, madre de un vaquera de dos años resalta que la niña, en su carrito, todavía “está un poco impactada”, pero confirma que por ahora la ve ilusionada. “Ella es carnavalera ya”, comenta confiada. El sábado fue el cumpleaños de la pequeña, por lo que los Carnavales son parte de su regalo. 

Una carroza en la Cabalgata Infantil.

Una carroza en la Cabalgata Infantil. / Quique Curbelo

Estefanía Díaz o Cenicienta durante el día de ayer viene acompañada de toda una corte real. La sirenita, la Bella Durmiente y la Bella salieron de las pantallas para pasar un día de fiesta en la capital grancanaria. “En este caso contratamos a una costurera para que nos hiciera los disfraces aunque en la cabalgata adulta los hacemos nosotras mismas y vamos de la temática”, explica la carnavalera. Llevan tres años repitiendo los disfraces porque han visto que a los niños les encanta y también para “amortizar” el dinero invertido. “Los niños te ven y se ponen súper contentos porque para ellos eres Cenicienta, así que es muy divertido y por supuesto es una responsabilidad”, comenta Díaz que explica el protocolo de saludo: reverencia y saludo cortés. “Hay que ponerse en el papel”, garantiza la fiestera que añade que no paraban de pedirles fotos. 

También de la Bella Durmiente está disfrazada Sofía, de 10 años, que es su primera vez en la Cabalgata y le parece muy “divertida por las carrozas, la música y los niños que cantan”. La niña destaca que le encanta su disfraz, se lo hicieron especialmente para ella porque quería convertirse en una princesa por un día. Así lo asegura, su acompañante, Ana Muñoz que está a disfrazada de hada a juego con ella. Es la sexta vez que asiste Muñoz, pero la primera vez como mascarita. La mujer tiene un taller de costura, por lo que fue fácil cumplir los deseos de la niña. “Lo hemos hecho con mucho cariño para que ella vaya de princesa y nosotros de acompañantes”, explica. “Hay que animarse después de todo lo que ha pasado con la pandemia, teníamos ganas de divertirnos “, añade Muñoz. 

Algunos se han retrasado por la dificultad de encontrar aparcamiento cerca de la zona, que estaba colapsada entre los cortes de carretera y el aumento de coches para ver las fiestas. Arianna Ojeda fue desde Telde con su hijo y marido, pero ante la dificultad de encontrar un sitio donde dejar el coche llevó al niño a ver el desfile mientras el padre seguía intentándolo. Estaban ataviados como el Monstruo de las galletas, un disfraz que no les costó realizar. “El niño nos ayudó a pintar las caras y ahora en lo que ayuda es a quitar las plumas”, comenta risueña. “Venimos por los pequeños porque no sabía ni que lo hacían y queríamos pasar el día en familia”, explica. 

Dominique Rodán acompañó a su primo pequeño y no pudo evitar recordar cuando era una niña y era ella la que iba de la mano junto a sus familiares. “Es bonito vivir la tradición y que lo vivan desde dentro”, afirma. La joven también llevó a su perro Lua, vestido de murciélago que hacía juego con el disfraz de dragón de la dueña.  

La adolescente Irene Arvelo es una amante del baile y tuvo la oportunidad de participar en la Gala. Este año, sin embargo, la contempla desde otro ángulo, pero le gustaría volver a repetir la experiencia. “Se ve diferente porque una cosa es verlo y otra es formar parte dentro”, compara la joven.

Todos viven el Carnaval de forma distinta, pero lo importante como expresa la fiestera Lorena Vega es “echarse purpurina, colores y vivirlo”. 

Suscríbete para seguir leyendo