Opinión | Carnaval de Las Palmas 2025

Las Palmas de Gran Canaria

Es momento de disfrutar de la Gran Cabalgata

Hoy es día de sacar, sí o sí, los disfraces del armario; es el día de juntarse con los amigos para disfrutar de la calle o de las carrozas

Imagen de archivo de una cabalgata del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria.

Imagen de archivo de una cabalgata del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. / Andrés Cruz

El final se acerca por fin. Creo que este Carnaval ha sido el más largo de la historia, quizá alguien me podrá corregir. Pareciera que Fujur y Atreyu se reencarnaron directamente desde La historia interminable a nuestro Carnaval. 

Hoy es día de sacar, sí o sí, los disfraces del armario. Es el día de juntarse con los amigos para disfrutar de la calle o de las carrozas. Las cantidades ingentes de personas disfrutando de la cabalgata más loca de la Isla. Esta cabalgata, que pareciera desorganizada, contempla cada día más sistemas de seguridad para que el disfrute sea pleno. La calle rebosará muchedumbre por donde pase, desde la Isleta, pasando por el parque Santa Catalina y el Parque Doramas hasta llegar a San Telmo-Triana.

Y seguro que entre más tenemos, más queremos. El Carnaval se ha convertido en una fiesta imprescindible para muchos. Y lo es. Es, además, una fiesta, y repito lo de fiesta, diversa y divertida, donde podemos ser la parodia de lo que odiamos o el intento de lo que queremos: Reina, viuda, bombero, limpiadora, gata, ángel sexy o ángel fofo, deportista olímpica, Mario Bros, o lo que sea.

Miles de mascaritas

Entre más creativo e inverosímil, mejor es. ¿Quién no se ha parado en la cabalgata a reírse de las mascaritas que pasan? Es un acto de generosidad gratuita de los participantes a los espectadores. El Carnaval, y por ende sus cabalgatas, son el acto de humor más grande del mundo. Y encima, gratis. No hay tele que valga, ni cine, ni distribuidoras de series a la carta; el Carnaval es único

Animo a todo aquellos que tienen un día complicado a que no se sientan decaídos, apáticos. Te animo a ti a que salgas a la calle, te cojas la guagua directa a la zona baja de la ciudad por donde pasa la cabalgata y, aunque no te disfraces, vayas y disfrutes, limpies tu mente a base de risas como un niño, sin juzgar ni ser juzgado.

¡Señora, señor, bienvenidos al Carnaval!

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