Las mil y una noches del Carnaval 2015 se concentraron anoche en una única velada protagonizada por los más pequeños carnavaleros. Bajo los arcos lobulados del inmenso palacio oriental instalado en el parque Santa Catalina, el escenario vibró entre danzas del vientre y ritmos latinos con las ocho comparsas infantiles que concurrían este año. Pero el momento más esperado llegó al borde de la medianoche, cuando el presentador Vitorio Pérez anunció por fin a los ganadores del certamen. Kisamba se alzó con el primer premio de interpretación y también de vestuario después de poner la guinda a la noche con el último espectáculo de la velada titulado Contigo aprendí, que pisaba fuerta desde las primeras notas con una fantasía colorida y florida del mismo nombre.

Después de 14 años en el certamen, los 34 componentes de esta comparsa procedente de Arenales estallaron en aplausos de alegría y emoción al alzarse con los grandes premios de esta edición, tras brindar un hermoso espectáculo que derrochaba elegancia e imaginación. En el palmarés le sucedió, con el segundo premio de interpretación, la comparsa Cubatao, que ganó la pasada edición del concurso y que este año volvió a despertar muchísimos aplausos entre el público con su brillante espectáculo Fabricando sueños de carnaval.

En el tercer puesto, la comparsa Lianceiros Junior se distinguió también con su espectáculo ¡Va por ti! La comparsa Cubatao también se hizo con el segundo premio de vestuario, con la fantasía Cubatao es carnaval y la plaza vibró de alegría por el triunfo consecutivo de esta comparsa originaria de Jinámar y con una trayectoria de 14 años en el concurso. Como novedad, el tercer premio de vestuario recayó sobre Chiramay, original de la Vega de San José y que se embarcó este año por primera vez en el universo de las comparsas con un espectáculo bollywoodiense que obtuvo una gran acogida entre el público.

A pesar del frío y del viento que despeinaba las palmeras, la magia de Bollywood fue envolviendo la noche y los jóvenes bailarines desplegaron su talento en 23 minutos por cada comparsa, tras un año de ensayos y preparativos. Tanto las gradas como la explanada del parque Santa Catalina estaban abarrotadas de los distintos clubs de fans de los comparseros, compuestos, sobre todo, por padres y madres orgullosos y por amantes empedernidos del Carnaval.

Con los múltiples y habituales cambios de vestuario en el escenario, los velos, lentejuelas, pedrerías y bordados orientales pusieron el brillo a una noche en que las ocho comparsas rindieron homenaje a las hermosas danzas árabes de Oriente Medio, para luego fundirse en ritmos latinos y reaparecer entre plumas, tocados y sombreros. Desde los bailes más elegantes hasta los más divertidos, las comparsas pintaron también la noche de los mil colores y, quizás, de los mil motivos para reivindicar el Carnaval otro año más.

La comparsa Brisa de Volcán rompió el hielo con el primer espectáculo, a las 19.00 horas, titulado Aladín llegó a brisa del volcán, con la fantasía Los tres deseos que se inició con la conocida canción de Ali Babá. Pero, luego, los pequeños se transformaron en fresas bailarinas y dieron un giro a la noche para, al borde de los 20 minutos, llenaron el escenario de plumas al más puro estilo carnavalesco. Le sucedió la comparsa más veterana del certamen, Estilo Junior, fundada en 1984 y procedente del polígono de San Cristóbal, que deslumbró con su espectáculoMil y una noches de ilusión, con la fantasía Caprichos de carnaval.

Además, este año, se estrenaron dos nuevas comparsas, Chiramay y Yoruba, que hicieron honor a una tradición enraizada en el Carnaval. Nacida este último año, Chiramay despertó los aplausos y silbidos de medio parque con su espectáculo El placer de ser sólo lo vivo yo, que lucían la fantasía Renacer y que, además, fue la comparsa más numerosa de esta edición, con 50 componentes. Por su parte, Yoruba, procedente de Pedro Hidalgo, se estrenó con el espectáculo Fabricando fantasías e ilusiones, con la fantasía Un, dos tres, arriba otra vez. También la comparsa Balos Bailongo brindó una lección de danza y estilo con El sureste del exótico oriente.

La actuación de Kandy Baby puso la nota musical entre las actuaciones y el fallo del jurado, en una noche donde el gran ganador también fue el Carnaval.