Humor, ironía y crítica se fundieron ayer con el frío y la lluvia del parque Santa Catalina gracias a Las Susulitas, Los Chismosos, Los Melindrosos, Los Jallaos Roniaos, Las Serenqueinquietas, Los Twitty´s y Los Serenquenquenes. Las murgas de la primera fase del concurso llenaron de música y color el escenario de Las mil y una noches del Carnaval, en el que también estuvieron presentes personalidades históricas, así como de la vida social, cultural y política, como José Manuel Soria y "sus plataformas", Isabel Pantoja, los tinerfeños y, cómo no, el pequeño Nicolás.

El pistoletazo de salida tuvo sabor fenemino. Las Susulitas, que este año celebran su décimo aniversario, fueron las encargadas de abrir el certamen. Algo en lo que ya tienen experiencia, según explicó su presidenta y directora, Inmaculada Morales Abelleira, pues "esta es la cuarta vez que ocurre". Ataviadas con una colorida y variopinta fantasía con la que sacaron "al payaso que llevan dentro", las murgeras dedicaron el primero de sus temas a las madres solteras. No faltaron durante la actuación muñecos que hicieron las veces de bebés mientras ellas narraron con un punto humorístico la odisea que vive una mujer que "se encuentra sola" cuando se queda embarazada. "Es un reconocimiento a todas aquellas que tiran para adelante en esta situación", apuntó Morales.

Haciendo honor a su vestuario, con Menuda payasada, Las Susulitas hicieron un repaso por los "payasos" y las "payasadas". Fue el momento de que José Manuel Soria saltase a la palestra, así como una comparativa de Las mil y una noches "con ladrones y la corrupción que hay en esta sociedad", o el cartel del Carnaval "cada vez más feo". Acompañadas por nueve figurantes que aparecieron con el vestuario que llevaron las nueve ediciones anteriores, abordaron también la existencia de las "tarjetas black", sin olvidarse de los catalanes a quienes invitaron a independizarse "para ahorrar en Seguridad Social", eso sí, "respetando a aquellos que no quieren la independencia".

Los segundos en aparecer por el escenario de Santa Catalina fueron Los Chismosos, quienes quisieron homenajear en su debut a Santiago García Díaz, el desaparecido Charlot de las carnestolendas capitalinas, con el vestuario Entre el chisme y el Charlot/eo en el que combinaron los colores flúor con el riguroso y tradicional negro, bombín y bigote incluídos. Los 38 murgueros guienses -de los cuales el 95% son nuevos en en lo que al mundo de las murgas se refiere-, se estrenaron bajo la atenta mirada del público y de los miembros del jurado con ¿Un mundo ideal? ¿Nortelandia?- No mi amor, quítatelo de la cabeza, con el que quisieron "llevar la voz del noroeste", según su presidente, Misael Beltrán. De este modo, no se dejaron en el tintero festividades como La Rama o la fiesta de Las Marías, con especial mención al mercado de Guía aún sin terminar desde hace varios años o a la carretera de La Aldea.

No les faltó recursos a los norteños cuando, al "subir al cielo" tras el accidente de guagua de camino al parque que sufrieron en su segundo tema, San Pedro les preguntó los detalles de su existiencia bajo amenaza de "mandarles para abajo". Una vez ganada la entrada, llegó la advertencia de que en el paraíso encontrarían situaciones tan entretenidas como la partida de parchís entre Hitler y Franco o Einstein haciendo un test en un banco, que encarnan varios figurantes. Uno de los puntos álgidos de la actuación fue cuando se coló entre las gradas un barco pirata alado sobre el que interrogaron: "¿Es un barco o un avión?". El punto y final llegó de la mano de las petroleras, Mariano Rajoy y Soria.

Los Melindrosos aparecieron convertidos en guardianes del tiempo, con una fantasía que su director, Misael Pérez Suárez, tildó de "elegante". Llenos de relojes hasta en las botas y con un cuco saliéndoles del sombrero, los de la afilarmónica contaron una versión alocada de la historia en la que, desde luego, no podía faltar "el pequeño Nicolás" -estuvo "su doble", David Hernández-, quien, según ellos, fue el que recibió realmente los presentes de los Reyes Magos. Juan José Cardona también recibió un regalo, que en esta ocasión fue un reloj "para contar el tiempo que le queda como alcalde", apoyado por la "pila incansable de la marca Duraisabel". Pero la verdadera fiesta llegó con su segundo tema (a pesar de la lluvia que caía en esos momentos), cuando, tras enumerar todo aquello que han vivido y visto a lo largo de sus 20 años de trayectoria, salió la versión canaria de Julio Iglesias, que, en esta ocasión, tuvo ojos especialmente para María Isabel García Bolta, concejal de Cultura, algo que suscitó los celos de Israel Reyes, director artístico del Carnaval. Los Melindrosos quisieron también rendirle homenaje a todos los carnavaleros que se han visto afectados por la problemática de los mogollones "por culpa de otros" y se despidieron con la Invitación al Carnaval de Sindo Saavedra.

Desde Arucas, llegaron Los Jallaos Roniaos que invadieron el escenario de Las mil y una noches vestidos de payasos "como los de las antiguas murgas", apostilló José Luis Ravelo Parrilla, presidente de la agrupación. Con Va para ti va este popurri con la sana intención de poderte divertir, hicieron un repaso "con bastante guasa" por situaciones cotidianas. No obstante, el rey de este primer tema fue la versión drag queen de José Manuel Soria y sus plataformas, quien pasó en las alturas del elegante frac a las lentejuelas. Tampoco faltaron personalidades que han estado o actualmente se encuentran en la cárcel, como José Ortega Cano o Isabel Pantoja. Si bien los protagonistas de la segunda parte de la actuación de los aruquenses fueron otros murgueros del mismo municipio, Los nietos de Kika, quienes además les cedieron varias de las indumentarias con las que ellos mismos actuaron en el pasado.

Con el público entregado y el jurado con trabajo por delante, al cierre de esta edición faltaban por salir al escenario Las Serenqueinquietas, Los Twitty´s y Los Serenquenquenes, ganadores en 2014.