Los vecinos de Santa Catalina reclaman el mismo trato que los de Simón Bolívar (que rehusaron pronunciarse ayer). Así lo manifestó María Dolores León, presidenta de la asociación vecinal Istmo de Santa Catalina, quien apoyó la movilización que hicieron los residentes del cercano edificio contra el ruido que se deriva de los actos carnavaleros en la zona, pero no está de acuerdo con que se que les pague un alojamiento alternativo. "¿Qué pasa con los demás?", apuntó. Además de los primeros mogollones en el parque, Vegueta también concentró parte de la actividad el sábado con el Carnaval de Ayer que. Según Loli Santana, representante de la Asociación Casco Histórico Vegueta-Triana La Unión, el evento se desarrolló de una "forma fabulosa y atrajo al doble de personas". Pero "hacen falta más baños públicos", reclamó.

El pasado fin de semana el espíritu de Las mil y una noches invadió las calles de la ciudad, en la que el Carnaval de día o la final de murgas fueron el gran reclamo para miles de personas. Mientras que el centenario barrio albergó la actividad diurna, la fiesta nocturna se concentró en el parque Santa Catalina. "El lugar idóneo para que se desarrolle la fiesta", aseguró León, quien ha luchado "durante muchos años" para que se alcanzasen acuerdos para mejorar el descanso de los residentes durante las carnestolendas mediante horarios y máximos de volumen. "Mi asociación no tiene dinero como para emprender medidas como las de Simón Bolívar, pero yo estoy de acuerdo con su queja. Pero no me parece nada bien que digan que a algunos les van a pagar hoteles o apartamentos, porque en mi casa, por ejemplo, también se escucha como si tuviese la música dentro. ¿Qué pasa con los demás que vivimos aquí?".

No obstante, no esto lo que más ha indignado de esta edición carnavalera a la dirigente vecinal. Tampoco lo es el ruido "que va a estar presente por muchos acuerdos a los que se lleguen y hay que adaptarse". María Dolores León está especialmente molesta con algunos "comentarios hacia los vecinos" que hizo el humorista Dani Calero, mientras presentaba la final de concurso de murgas el pasado sábado. "Dijo que no gritasen mucho que nos molestaban. Él se tenía que haber dedicado a presentar y no a provocar, porque efectivamente somos nosotros los que aguantamos el Carnaval y claro que queremos dormir. Así que sus palabras estuvieron fuera de lugar", sentenció. En lo que al desarrollo de las actividades en Santa Catalina se refiere, León aseveró no tener nada malo que decir sobre la seguridad y la limpieza. "Somos los ciudadanos los que no tiramos las colillas y la basura a las papeleras y de eso no tiene culpa el Ayuntamiento", señaló quien lleva unas tres décadas al frente de la entidad vecinal.

Su homóloga en el casco histórico, Loli Santana, también valoró el desarrollo de las actividades que tienen lugar en Vegueta con motivo de las carnestolendas. En concreto, este sábado tuvo lugar una nueva jornada del conocido ya Carnaval de Día que atrajo a miles de personas. "El doble que el año pasado. De hecho, no había quien pasara", comentó la presidenta de la asociación vecinal La Unión, quien además explicó que aunque ha habido ruido no han recibido apenas quejas. "Todos sabemos que ese día no podemos protestar", explicó entre risas, "como no lo hacemos los jueves. Además muchos de nosotros hemos insonorizado las ventanas".

Del transcurso del encuentro, Santana quiso destacar el buen ambiente que se respiró, entre otras cosas por "lo bien que se comportó la gente". Un hecho que también achacó al "trabajo fabuloso" de los cuerpos de seguridad. No se olvidó del buen servicio de limpieza ni tampoco de Christian Santana, concejal del distrito de Vegueta, que "estuvo vigilando que todo fuese bien desde muy temprano". La presencia de familias con niños pequeños entusiasmó a la dirigente vecinal, para quien el Carnaval de Día es "algo muy positivo y más asequible" para quienes acuden de otros barrios. Lo único que Loli Santana ve necesario para las próximas ediciones son "más baños públicos -hubo 14 repartidos por toda la zona- y con mejor accesibilidad porque las colas que se formaban, al haber tantas personas, eran larguísimas".