Un total de 26 miembros de Los Tutti Fruti fueron los que ayer se subieron a la tarima de San Gregorio. Para uno de ellos, Antonio Melián, fue un día especial. No sólo por la puesta de largo de la agrupación, sino por el hecho de que celebraba su 80 cumpleaños. Esto no pasó desapercibido para el público, que no dudó un instante en cantarle la cantinela que más suena en el planeta mientras saludaba con gracejo. Vecino de El Calero, Melián apenas podía articular ayer palabra por la emoción. Se hizo socio del inmueble en 1998 y desde hace cinco años forma parte de la murga. "Antes de eso también me apunté en la rondalla del centro", aducía. Con su esposa comparte risas y estribillos. "Mientras el cuerpo aguante, aquí seguimos. He podido hacer estos años cinco cursos de informática y el Carnaval me encanta", remataba.