Que el número de murgas femeninas fuera ayer superior al de las masculinas en la segunda fase de este concurso de murgas del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, nada tuvo que ver con el éxito de las féminas. Con voces cada vez más potentes y temas que dejan sin habla, demostraron en el parque Santa Catalina el poder que las acompaña. Así, reivindicaron igualdad y cantaron sobre lo que supone ser mujer en esta sociedad. Sin duda, un homenaje creado entre las diferentes agrupaciones femeninas y en el que participaron también masculinas, "porque la mujer debe luchar por no sufrir más desigualdad".

Con esta frase, la murga Las Traviesas dio cierre a su actuación de este año y a esta segunda fase. Tras cantar sobre lo positivo de la vida bohemia, vestidas de flower power, criticar la política actual del país y gritar la necesidad de salir a la calle a luchar por los derechos como ciudadanos, convirtieron el escenario en un entramado de torretas eléctricas, carreteras y edificios. Dividiendo a sus integrantes en tres grupos, el primero representó a aquellos trabajadores que se encargan de las líneas de alta tensión, el segundo a los responsables de mejorar y pintar las carreteras, y el tercero a los que se suben en andamios para limpiar los cristales de inmuebles de gran tamaño.

Entre chalecos reflectantes y cascos de los colores de la bandera de Canarias, pidieron más seguridad en los puestos de trabajo para acabar con el riesgo laboral que sufren muchos oficios, recordando a los 24 canarios fallecidos hasta el año pasado. Además, puntualizaron el doble riesgo de las mujeres por la dificultad para ser contratadas, sin olvidar hacer mención de aquellas que sufren maltrato o lo que supone ser madre.

Y hablando de madres comenzaron el jolgorio Las Golisnionas con su primer tema, después de prometer al público sorpresas vestidas de El Ratoncito Pérez y cantándole a la ilusión. De esta manera, con batas, pelucas y ropa de andar por casa, relataron lo que supone una jornada para las féminas desde la hora del desayuno. Recordando refranes habituales entre las progenitoras, no quisieron olvidar la figura paterna y dar una vuelta a las críticas usuales. Así, señalaron la grandeza de esos padres amos de casa, de aquellos que dan consejos y ayudan y de los derechos que también tienen de estar con sus hijos tras una separación. Sin duda, un tema que emocionó a los asistentes que se pusieron en pie para aplaudir. Otro momento de éxtasis se vivió con el homenaje a Daniel Calero, presentador del concurso, por la polémica sobre sus posibles logros profesionales relacionados con su madre como concejala del Carnaval, resaltando la grandeza de este artista canario.

El mismo que, entre murga y murga, animó a los presentes que, aunque fueran menos que en la primera fase, lo dieron todo a lo largo de la velada. De esta manera, Las Kikirinietas fueron las segundas en actuar con un espectáculo ambientado en el cine. Haciendo una parodia sobre la dificultad para vivir sin Internet actualmente, también resaltaron la labor de las madres. Y, con más parodias por ofrecer, Los Rockefeller, con 36 años en su espalda, rebobinaron la cinta de casete protagonista en su segundo tema para dar un salto al Carnaval de antaño.

A continuación, Santa Catalina disfrutó de uno de los momentos más fuertes de la noche, cuando Los Chancletas comenzaron su espectáculo y transportaron al parque entero a 1490, año en el que se descubrió América. Con Cristóbal Colón como uno de los protagonistas y simulando estar en una barca intentando dar con el continente, se metieron al público en el bolsillo mientras mostraban ser una tribu con lanzas y escudos.

El lenguaje canario y la actuación ficticia de Bisbal tampoco dejaron indiferentes mientras se quejaban de la nueva puntuación del concurso de murgas y homenajeaban a aquellos que lucharon con uñas y dientes para evitar la conquista en cualquier colonia. En el último tema, hicieron del escenario una pista de baile donde ejecutaron la mejor comparación posible entre las canciones de antes y las de ahora, que dio como resultado risas la mar de sinceras. Asimismo, aseguraron que independientemente de si se trata de murgas modernas o tradicionales "ambas defienden el Carnaval", mencionando a Los Nietos de Kika como ejemplo. "Vuelve, por Dios te lo pido y siente el calor de tu grada", cantaron a los integrantes de la afilarmónica presentes sobre el escenario y que este sábado no estarán por primera vez en la final del certamen.

Rozando el límite de tiempo marcado por el tradicional reloj digital de números verdes, se despidieron con su primera intervención en el Carnaval de la eterna primavera. A continuación, Tramposas se hizo con las riendas bajo su papel como rebeldes con causa que no dudan a la hora de salir a la calle y luchar por sus derechos. Así, animaban a la sociedad a lo mismo a la vez que criticaban a los políticos de hoy y reclamaban cambios urgentes en sanidad y educación, sin olvidar la explotación laboral.

Dando miedo con sus nuevos trajes de zombies, continuaron con su puesta en escena del terror. En contra de Halloween y reivindicando la fiesta tradicional de todos los muertos, siguieron en la línea del miedo y nombraron verdaderos problemas como no llegar a fin de mes, vivir entre políticos corruptos o los vampiros representados por Hacienda. Además, no faltó la presencia de Rajoy como Eduardo Manostijeras.

De esta forma y al grito de "sí se pudo", refiriéndose a la grandeza de estar sobre el escenario este año, finalizaron su participación en esta segunda fase, dejando el espacio libre a Los Twitty's. Antes de que salieran, los pájaros amarillos se hicieron con las gradas y la zona de butacas, decoradas con globos de colores y pancartas de apoyo a una de las murgas que más seguidores tiene.

Comenzando con un diálogo entre supuestos turistas en Gran Canaria, convirtieron el lugar en una tienda de souvenirs con afán de impulsar la artesanía y los productos de la tierra para ser vendidos a los visitantes, reclamando un turismo de calidad "para que el canario pueda vivir de él". Con voces grandiosas y aplausos incesables, dieron paso a su segunda puesta en escena en la que la mujer volvió a ser protagonista. Así, criticaron la necesidad de ser guapa para ser contratada en un puesto de trabajo, intentando quitar peso a la imagen y dársela a la profesionalidad sobre todas las cosas. También se quejaron de la mala organización carnavalera del año pasado y dieron voz a esos niños y jóvenes que sufren acoso. Con un pupitre en medio del entramado, levantaron sus manos abiertas para pedir a las víctimas que denuncien su caso sin miedos.

Y de miedo marchó este segundo toque de contacto de las murgas con este festejo de color y purpurina. Otra fase de tres que, aunque fue más floja que la primera, llegó a corazones incansables que ignoran el frío y el cansancio para no perderse ninguna de las letras de las canciones trabajadas durante meses para cada año dar como resultado una mejor versión de este concurso carnavalero.