Con la fantasía Grandiosa llega Esther Pérez Ramón al escenario de La eterna primavera representando al Hotel Santa Catalina y el Grupo Juan Padrón. Esta no es la primera vez que Esther se sube a un escenario. En 2011 consiguió coronarse como Miss Las Palmas tras mucho esfuerzo y dedicación. Tras recibir ese privilegio, llegó a la gala de Miss España representando a su provincia, con mucha ilusión por vivir un momento así. Según ella "fue una experiencia extraordinaria, me gustaría repetirla en esta ocasión en el Carnaval". Subirse a las tablas del Parque Santa Catalina ha estado entre sus planes desde entonces.

Tanto ella como uno de sus patrocinadores, el Grupo Juan Padrón, son unos pioneros en el Carnaval. Hasta ahora, ambos, no se habían decidido a embarcarse en las mejores fiestas de la capital y de la Isla, palabras textuales de Esther. Por eso, la emoción del principiante se vive con más ilusión. De todas maneras, esta candidatura a Reina del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria se ha hecho realidad gracias a la propuesta de su diseñadora, Cristina Robledano, quien ya fue su representante cuando logró ser galardonada como Miss Las Palmas. "Ella me llamó ofreciéndome presentarme, no me lo pensé dos veces", cuenta Esther con ilusión.

A sus 27 años, vive en Costa Ayala acompañada de su gatito, al cual quiere mucho, a pesar de ser un gran revoltoso, "me tiene loca perdida" dice. Estudió turismo, pero actualmente es comercial de una empresa multinacional. Cuando no trabaja, buena parte de sus ratos libres los dedica al crossfit, una modalidad deportiva que le apasiona. "Empecé hace un año y tres meses, dejarlo ahora sería impensable", reconoce Esther.

Por otra parte, le encanta ir al cine, "me gustan las películas con argumento, nada de películas vacías". La milla verde está entre sus preferidas. Considera que la historia cuenta con una moraleja ejemplar. Ese tipo de momentos los vive al lado de su pareja, quien la está apoyando en el largo camino a recorrer antes de poder subir al trono de La eterna primavera.