Saltos de alegría incesable, sentimiento de haber recogido los frutos sembrados, lágrimas sinceras y un “posvengantonces” más claro y alto que nunca. El grito de guerra de Los Nietos de Sary Mánchez retumbó este sábado en el Parque Santa Catalina después de recibir el primer premio de interpretación en el Concurso de Murgas de Las Palmas de Gran Canaria 2017. Un galardón más que merecido después de una actuación sublime en la primera fase del certamen seguida de una insuperable en la gran final. Con fuerza en sus voces y potencia en sus letras, se metieron a un público en el bolsillo que no dejaba de asentir ante sus críticas y de reír con el segundo tema cargado de humor. Así, Serenquenquenes y Twitty’s los acompañaron en el podium con un segundo y tercer premio, respectivamente, también muy aplaudidos.

Si ya en su primer espectáculo dejaron sin habla con su intervención digna de una final, lo que hicieron en el parque este fin de semana fue merecedor de premio. Aunque la canción El ministro de la vergüenza, interpretada en la primera fase, tuvo tantas alabanzas como críticas, por eso de resultar algo pesado un tema entero dedicado a Soria y su trayectoria, parece que ha sido la causante de que la agrupación se marcara un doblete en esta edición murguera. De esta forma, la alegría y los trofeos para llevar a Telde, ciudad de procedencia de Los Nietos, se multiplicaron con el premio Criticón de este año.

Porque los de Sary Mánchez no se callan y dicen lo que piensan de la mejor manera que saben: cantando. Si a esta forma de expresarse le suman su esencia, son capaces de asegurar que cantar como una coral, tal y como les han recriminado, es un orgullo y, con más potencia que nunca, alzaron sus voces para invitar al resto a “disfrutar sin alegar”. Además, sin pelos en la lengua, afirmaron que, a diferencia de otros compañeros del mundillo, no han cambiado la naturaleza que los caracteriza según las bases del concurso para coger premio.

Añadiendo “no quiero ser malpensado pero tengo motivos para estar mosqueado”, soltaron, como una metralleta, todo lo que llevaban acumulando un año entero. Desde políticos hasta el jurado u otros que los han machacado, todos recibieron, pero siempre con el talante que los caracteriza. Antes de comenzar con el siguiente tema, recordaron que “por quedar segundo no me vengo abajo”, y las cosas de la vida que, al terminar la noche, se vinieron muy arriba y con razón.

Fue entonces cuando finalizaron las críticas y se pusieron gafas, tirantes y calcetines de rayas para convertirse en “empanados”. Simulando haberse quedado tontos, recrearon una parodia donde los asistentes rieron como hasta entonces no había ocurrido en el concurso. Caras de felicidad constante y aplausos que reflejaban el buen ambiente creado y la calidad de la letra.

Metiéndose con los de Tenerife y recordando la “bendita suerte” por ser canarión, alzaron la bandera canaria para hacer énfasis de la fortuna por vivir en una ciudad como Las Palmas de Gran Canaria. “Y me toman como un primavera”, bromean mientras puntualizan que esta estación es la que siempre acompaña en la Isla, tal y como ocurre en la alegoría de este Carnaval.

Un jolgorio que no sería lo mismo sin este certamen y un concurso que no llegaría a la mitad de lo que es sin cada una de las murgas que lo forman. Así, la velada vivida este sábado en Santa Catalina fue merecedora de aplausos incansables. Con intensidad desde el principio, Los Chacho Tú abrieron la gala poniendo en pie a los asistentes con su pasacalles, uno de los más conocidos y resonados. Frente a un parque lleno desde un principio, aunque se acercaba la hora y quedaban asientos vacíos, comenzaron con su primer tema capaz de reflejar que “un simple papel te puede cambiar la vida”. Así, criticaron la nueva puntuación del concurso, la ausencia de buenos contratos laborales o de nóminas dignas, las órdenes de desahucios o los problemas en sanidad con listas de esperas interminables.

Para continuar, con buenas voces y un sonido ameno, se vistieron de animadores socioculturales para dirigirse a un hotel del Sur de Gran Canaria para hacer sus prácticas de empresas. Con la pulsera característica del todo incluido, las actividades acuáticas tradicionales y algunos jugadores de la UD Las Palmas dejando sin reservas la barra libre en bebidas alcohólicas, representaron un espectáculo cargado de humor donde la afición participó con toda la disposición del mundo. Un poco de caña a los chicharreros, homenaje a los drag queen y un adiós esperanzado por coger premio.

El mismo con el que Los Chancletas se bajaron del escenario tras finalizar su primer repertorio sobre un Trivial del Carnaval, con dado gigante y tablero incluido, y un segundo que transportaba, por momentos, a Tenerife. Asimismo, todos aquellos que se sienten murgueros, suban o no al escenario, saben que escuchar el himno de esta agrupación debería ser una obligación en cada una de las fases del concurso y en la final. La manera en la que el parque se viene arriba cuando preguntan el nombre de su murga y continúan su canción por excelencia, es referente de este festejo.

Aunque su intervención en la fase fue más brillante que la que ejecutaron este fin de semana, estuvieron muy a la altura del nivel de la velada. Durante el juego, en el que se dividieron en cuatro grupos, cada uno de un color diferente, fueron tocando temas que afectan actualmente a la sociedad. Así, reconocieron la labor de los voluntarios en los hospitales, la importancia de la sonrisa de los niños frente a la necesidad de acabar con el acoso y la pobreza, y lanzaron una crítica negativa y directa a la apertura dominical de los centros comerciales. En la segunda canción, llamaron a los del Tete segundones, de forma amistosa, mientras defendieron “el Carnaval canarión” y, con orgullo, la canariedad.

Entonces, llegó el turno de Las Despistadas, con menos alboroto entre el público pero con la misma ilusión que el resto de sus compañeros. Repitiendo como finalistas del certamen, sacaron un calendario gigante con el que dieron palos metafóricos a políticos, la realeza, el CD Tenerife y las carnestolendas de la isla de enfrente. Con mucha ironía y razón ganaron aplausos sinceros que encabezaron su segunda puesta en escena con camisones blancos, pelucas negras y velas entre sus manos para reivindicar un turismo de más calidad, que las romerías vuelvan a su tradición y la unión del Archipiélago.

De esta manera, la mayoría de las murgas optaron por sorprender en la final con temas dedicados al patriotismo canario y la defensa del Carnaval grancanario, especialmente la gala Drag Queen. Asimismo, Los Twitty's ocuparon su puesto, con voces tan fuertes que incluso hubieran quejas por lo fuerte que sonaban, para dar un baño de aire fresco con la presencia de representantes del equipo de bomberos en escena, a los que homenajearon por su labor -sobre todo en incendios forestales-, y, para finalizar, la de Juan Carlos Valerón. Sin duda, uno de los momentazos de la noche, que dio como resultado un parque completo en pie unido para despedir uno de los jugadores de fútbol más queridos.

Seguidos por Los Nietos, con su director Rubén Santana, más conocido como Pitu, a la cabeza y mostrando con soltura sus dotes para dirigir una murga con nota media de diez, cuando los vencedores se bajaron del escenario, dejando a los asistentes con la seguridad de que algún premio les caería, Los Legañosos volvieron a la carga.

Con algunas gotas amenazantes, pero que al final quedaron en un susto, se quitaron sus trajes de Ratoncito Pérez para vestirse de amarillo y presentarse en Santa Catalina junto al Padre Báez. Este, con palo en mano, colaboró con el grupo para defender lo autóctono canario y los intereses de las Islas. Sin duda, un momento que revolucionó la velada por la intervención de un cura en una fiesta que durante mucho tiempo fue considerada pecado por la Iglesia. Vueltas que da la vida y vuelta que Los Legañosos dieron a su puesta en escena convirtiendo la trama en Playa del Inglés. Allí, una parodia de lo más divertida, con cervezas Tropical , para luchar por los intereses turísticos de Gran Canaria en contra de empresarios hoteleros que, explican, no dejan dinero en la Isla. “Ser canario no se elige, es cuestión de suerte ser hijo del mar”, terminaron, con una actuación que se mantuvo en la línea de la ejecutada en la fase previa.

Las que sí bajaron el nivel fueron Las Traviesas, quienes a pesar de levantar de sus asientos a un público fiel que las sigue allá donde van, dejaron con ganas de más a un parque que al año pasado quedó sorprendido con la interpretación que las hizo merecedoras del tercer premio del certamen. Con un primer tema basado en un tutorial de Youtube y un segundo con más contenido a través del cual cantaron sobre el significado de cada uno de los lazos que, representados por un color, luchan por una causa, cerraron su función . De esta manera, hablaron sobre el cáncer de mama, la homosexualidad, la violencia machista y el acoso o el consumo de drogas. Al final, se unieron en el centro del escenario para alzar carteles con los diferentes lazos mencionados.

Y, entonces, Los Serenquenquenes se vinieron más arriba que en los últimos tiempos para dejar sin palabras con una actuación que hizo que las quinielas sobre los ganadores ya no estuvieran tan claras. A pesar de que se mostraron flojos en la primera fase, la final se la curraron de tal forma que hizo temblar a la afición de Los Nietos que, por un momento, no vieron tan clara la victoria. Con una primera letra dedicada a los artistas de las Islas, como Las Kanarias, Pepe Benavente, Rosana, Pedro Guerra o parrandas reconocidas, que fue protagonista de carcajadas inevitables por el toque cómico clave del éxito, especialmente con las bromas hacia los cantantes tinerfeños, no olvidaron mencionar la labor de los murgueros. Así, criticaron a aquellos que “solo cantan por dinero y por un premio”, alegando que no se atreven a hacerlo sin megafonía, dejando abandonada la tradición de hacer sonar sus voces por las esquinas a pie de calle. “Se creen artistas y no murgas, desde que el dinero apareció”, señalan.

Aún así, el clímax de su actuación llegó con la aparición de la drag Grimassira Maeva sobre el escenario, un grito sin reparos para los carnavaleros de Tenerife, “porque la Gala Drag el chicha no la inventó”. Asimismo, hicieron hincapié en la importancia de este certamen reconocido a nivel mundial, “y más importante que todo tu Carnaval”, lanzaron hacia la isla del Tete. Aunque Maeva era la única que volaba sobre sus grandes zancos, lo cierto es que cada uno de los integrantes de los Serenques se fueron con el ego -del bueno- tan alto como la drag, y no era para menos después del espectáculo ofrecido.

Los cronómetros verdes pararon definitivamente por este año para este certamen y el jurado se retiró para deliberar. Música sin parar, un público animado en cada esquina y el gran momento. Cuando Daniel Calero, presentador de la gala, dio a conocer el nombre de Los Twitty's como terceros finalistas, sus dos representantes, entre ellos su director Johny Alonso, acabaron rodando por el suelo invadidos por una emoción insuperable. A continuación, Los Serenques y su afición desde Agüimes brincaron hasta el cielo tras quedar segundos y después de no haber pasado a la final en la edición pasada. Así, el momento más esperado se convirtió en fiesta y felicidad para Los Nietos, quiénes se abrazaron y saltaron de una lado al otro frente a las alabanzas y gritos de emoción de sus seguidores.

Cantando el himno de las carnestolendas, los ganadores cerraron la noche junto al resto de murgas finalistas. Chacho Tú con su gran papel, Chancletas tirando el dado de nuevo, Despistadas restando días en el calendario, Twitty’s con su adiós a Valerón que los acompañó en escena, Legañosos con el Padre Báez al pie del cañón, Traviesas con lazos de esperanza, y Serenquenquenes con una Grimassira Maeva orgullo de esta fiesta. Sin duda, una gala llena de calidad que ha hecho que este concurso suba un escalón dentro del jolgorio canario por excelencia. Ahora, a seguir ensayando para volver a deleitar en menos de 365 días.