¿Qué impresión se lleva al quedar tan poco para el gran estreno del Carnaval?

Muy contento, tengo muchas ganas de verlo en acción, poder disfrutarlo desde fuera, ver en pie lo que estuvo algún día en mi cabeza. Está prácticamente al cien por cien de lo que me imaginaba.

¿Ha modificado algo con respecto al proyecto original?

En el previo sí. En la fase de proyectos siempre hay cambios, desde el día uno hasta que se entrega el trabajo hay muchísimas modificaciones. Pero desde entonces, las variaciones han sido mínimas, tonos de color y otras pruebas con los distintos equipos de carpintería, pintura, montaje, con los que siempre hay un feedback, intento escucharlos para sacar lo mejor del proyecto.

Al final esto es un trabajo en equipo entre departamentos.

Claro, al final yo tengo la idea, pero entran muchas cabezas y manos aquí dentro; que dejan huella en el proyecto. Cada uno aporta su granito de arena y eso hace crecer la idea. Partimos de la dirección artística y luego nos unimos el resto.

¿Qué inspiraciones buscó para concebir el escenario de 'Una noche en Río'?

La idea original era fundamentalmente buscar la conexión de Las Palmas de Gran Canaria con Río de Janeiro. Los elementos utilizados para ello son los referentes arquitectónicos de Brasil, como puede ser Óscar Niemeyer. Y después la parte de naturaleza, el mundo tropical, el Amazonas, donde me inspiro en los tocados de Carmen Miranda. Por otro lado está el sambódromo, como eje principal del escenario con ese gran arco de entrada. En la gala de la Reina recrearemos una gran pasarela que parta de este punto.

Ciertas partes del escenario, recuerdan a la apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. ¿Ha tomado un gran acontecimiento de estas características como referente?

Sí. Fue uno de los referentes a los que recurrimos, me lo propuso Israel Reyes [director artístico del Carnaval]. Hay elementos que nos gustaron de ahí que al final no hemos plasmado tal cual pero sí ha sido un modelo a seguir.

Cuando parte de cero, pasa por una fase previa de documentación sobre Brasil.

Primero hay una fase de documentación; pero no todo de Brasil. Damos mucha importancia a la búsqueda de la arquitectura. En este caso hacemos analogías entre las favelas de Río de Janeiro y los Riscos de Las Palmas de Gran Canaria. Nos fijamos en la esencia de esas dos ciudades, el color que tienen estos barrios. La fabela de Rosinha, en Río, cuenta con unas líneas de color que juegan de inspiración de forma muy directa. Y de ahí sacas un concepto que hay que exponerlo con Israel por cómo concibe las galas. El escenario está planteado para jugar, hacer las galas funcionales.

Ese juego, ¿de qué manera hace versátil a las galas?

Es un reto porque hay muchísimos eventos y hay que servir a todos. Habrá elementos que jueguen en cada gala específicamente. Habrá varias sorpresas.

¿Es un principiante en el mundo del Carnaval?

Es la primera vez que ejecuto una escenario de estas características. Tengo experiencia en ópera, zarzuela, bastante teatro, pero en Carnaval nada. En 2017 me presenté al concurso para diseñar el escenario, pero no pudo ser.

Entonces está de estreno en un espectáculo de gran formato.

Es otro tipo de espacio, de infraestructura, otra manera de trabajar. Al nivel de esta envergadura es lo primero que hago. En mi currículum he tenido grandes retos, las óperas sobre todo, pero son otra línea de trabajo.

¿Cuales serían las grandes diferencias con la ópera o el teatro?

En ópera o teatro partimos de un texto ya definido, con un concepto concreto. Aquí partimos de una alegoría donde se juntan varias galas, juegan muchas ideas distintas. Además está el componente de la música, que en artes escénicas es el relato principal. En cambio, el escenario del Carnaval se plasma para ser funcional de cara a las galas.

Usted es licenciado en Arquitectura, ¿qué puede aportar su profesión a la escenografía?

Principalmente entendiendo el concepto de espacio antes que la estética. Analizamos el lugar donde sucede el espectáculo, qué necesita para hacerse realidad y ya luego viene lo demás.

¿Qué complejidad tiene el parque Santa Catalina?

Uno de mis retos ha sido crear profundidad por las limitaciones del espacio. El cielo va al mismo plano estructural para dar profundidad en general. Luego la verticalidad con esa corona tropical. Estos dos conceptos son los que nos permite hacer un escenario envolvente, crear un espacio más circular sin serlo, pero tener esa sensación con el corte del cielo curvo y el eje central de la puerta.

Y los retos estéticos.

Se trata de un escenario que es para el mundo, pero al final es para que la población de la ciudad lo disfrute sin perder la esencia de uno. Por eso el reto sería combinar los elementos arquitectónicos con la parte de naturaleza de Brasil. Unir lo duro de lo geométrico de la arquitectura con lo orgánico. Por ejemplo, en el arco central hay un elemento de fusión, las formas amarillas en su interior vienen de la geometrización de la piña. Ahí se ve la unión, entre las formas de Niemeyer y la naturaleza.

¿Ha dejado atrás algo?

La puerta principal de ahora será la versión número diez. Al principio había muchos más elementos como plumas o vegetación, una concepción más clásica, más carnavalera. Pero en el proceso vas depurando para desechar otras opciones. Analizo mucho el trabajo hasta el último día. habrá que verlo funcionar con el espectáculo para ver si necesitaba otros cambios o no, luego te puede sorprender con algo.

¿Qué destacaría del escenario?

La corona; hay cariño en todo, pero ahí en especial. El trabajo de escultura, tallado y pintura, ha sido maravilloso. Está pensada para que ese mundo tropical destaque sobre el resto.