El representante del cantante puertorriqueño Manny Manuel en Canarias, Carlos Zerolo, confirmó ayer al diario boricua El Nuevo Día que iniciarán la recaudación de fondos para que el artista pueda recibir un tratamiento médico en Estados Unidos y luchar así contra sus adicciones. "Voy a programar una campaña de crowdfunding, con un previo análisis de profesionales, y de lo que necesite en el mejor centro de Estados Unidos. Lo seguiré ayudando siempre", señaló el productor musical en exclusiva al medio caribeño. Esta decisión la ha tomado después de que el pasado domingo Inmaculada Medina, concejala de Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, cancelara la actuación del merenguero mientras cantaba sobre el escenario de Santa Catalina bajo los efectos de alguna sustancia y en mitad de los abucheos del público.

Asimismo, Zerolo confirmó que asumirá los pagos a los distintos ayuntamientos del Archipiélago donde el boricua tenía pensado actuar durante los presentes carnavales. A saber, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y Puerto de la Cruz. El Ayuntamiento de la capital grancanaria adelantó a Manny Manuel 15.850 euros en concepto de alojamiento, desplazamientos, dietas y caché. Esta cifra supone la mitad del total contratado entre ambas partes, una cantidad que asciende a unos 31.700 euros.

La sociedad de Promoción del Carnaval explicó ayer a este periódico que los representantes del artista caribeño les han confirmado que les devolverán el importe abonado. De esta manera, Zerolo da por zanjada la polémica que se desató el pasado fin de semana durante el Carnaval de Día en Santa Catalina. El productor musical aseguró a El Nuevo Día que llegó a una "trato amistoso" con los respectivos ayuntamientos implicados.

Al parecer, Manny Manuel, conocido popularmente como El Rey de Corazones, se encuentra en Tenerife, a la espera de "recuperarse" de la situación del domingo. Es más, la familia del cantante lanzó un comunicado ayer por la tarde a los medios de comunicación puertorriqueños asegurando que no habían mantenido comunicación directa con él desde poco después del incidente. Sus allegados afirman que "lo único" que necesitan es que les den acceso a él para ayudarlo.

La estrella internacional del merengue no solo recibió los abucheos del público en el parque Santa Catalina, también hubo personas que llegaron a lanzar objetos sobre el escenario. El boricua llegó a interpretar un tema a duras penas, en cambio, para cuando iba a comenzar el segundo, la edil Medina decidió tomar las riendas de la situación, por lo que paralizó el concierto ante la extrañeza del artista.

A los pocos minutos de interrumpirse el espectáculo los vídeos caseros comenzaron a correr como la pólvora a través de las redes sociales. Pronto, estos alcanzaron el Caribe, de tal manera que la actuación del merenguero acaparó titulares en medios de Puerto Rico, la República Domicana y hasta en diarios hispanos de Estados Unidos.

Esta no era la primera vez que el puertorriqueño ponía pie en los carnavales de Gran Canaria. Ya lo hizo hasta en tres ocasiones en la década de los noventa, cuando comenzó su carrera musical. El artista gozó por aquel entonces de popularidad y llegó a estar nominado en dos ocasiones a un Grammy Latino.