Si se sigue el procedimiento a pies juntillas no tiene por qué torcerse la misión. Lo primero es tener claro el objetivo. Para ello se debe consultar a las bases en asamblea. Cada una planteará su visión, los pros y contras. Las conclusiones deberán quedar consignadas en un diario de sesiones o, en su defecto, en el chat de las madres de Whatsapp. A partir de aquí, se elevará la propuesta a la profesora para su aprobación, siguiendo los cauces establecidos al efecto. Una vez visado el proyecto, es necesario hacer acopio de materiales. Para ello, nada mejor que recurrir a almacenes orientales homologados, los llamados vulgarmente "chinos", donde es factible encontrar desde una lenteja hasta un 4x4. En esta fase es recomendable adquirir todo doble, ya que es frecuente que se malogren los primeros prototipos, fruto de la inexperiencia y de la falta de destreza de las artesanas forzosas. Como apunte habría que añadir que es mejor no comenzar la tarea en domingo, ya que el día de señor limita la posibilidad de recurrir al comercio para completar la cesta de la compra, tropiezo este que puede retrasar la factura del objeto artístico, con peligro de no llegar a tiempo a la cita en la que se mostrará en todo su esplendor el esfuerzo invertido en el proceso. Durante la tarea, es fundamental que las pequeñas manos inexpertas intervengan, aunque sea para sostener unas tijeras, con el fin de darle apariencia de bisoñez al resultado final. Después, con unas gotitas del ingenio de Balenciaga y trazas de la sensibilidad descarada de Donatella Versace, sin perder de vista la elegancia de Carolina Herrera y la apuesta por el riesgo de Agatha Ruiz de la Prada podremos rematar el disfraz del chiquillo pa' la fiesta de Carnaval.