El Entierro de la Sardina puso el domingo punto y final al Carnaval de Una noche en Río, que será recordado por la cancelación del concierto de Manny Manuel. El cantante reconoció el lunes en Güimar (Tenerife) que estaba bajo los efectos de los ansiolíticos por recibir una mala noticia de su país y afirmó que pediría hoy disculpas a la concejala de Carnaval, Inmaculada Medina. Desde el Ayuntamiento afirmaron, sin embargo, ayer que no hay ninguna reunión prevista con el artista.

A falta de un balance oficial sobre cómo ha ido la fiesta debido a que se está ya en periodo preelectoral, la edición de 2019, que inauguró el humorista Manolo Vieira, ha puesto de nuevo de manifiesto el gran espectáculo que ofrece la Gala Drag, el acierto del Carnaval de Día, el interés cada vez mayor de las empresas por los eventos y de que la fiesta está viva y en consonancia con la sociedad a la que representa. Prueba de ello fue que un niño, por primera vez, fue candidato al trono infantil y que en la Gala de la Integración actuó Trapasones Star, una murga que agrupa a chicos con diversidad funcional.

Para el análisis y la reflexión de la organización quedan algunos desaciertos como la pasarela que tuvieron que atravesar las candidatas a Reina del Carnaval, que deslució la actuación de las jóvenes y que restó brillantez a la gala vista por televisión; las molestias que generaron las mascaritas a los vecinos y al patrimonio de Vegueta al convertir la zona histórica en un baño público tras el Carnaval de Día; el botellón que ofrecen las noches de jolgorio pese a la campaña municipal de promoción de una fiesta saludable entre los jóvenes y al soporífero espectáculo de la Cabalgata por la falta de imaginación y creatividad de las carrozas, convertidas en un mero negocio y no en una pieza más de los festejos, pese a que la concejala de Carnaval se comprometió a vigilar la decoración de las mismas en las jornadas de debate abiertas al público el pasado octubre en el edificio Miller sobre la fiesta más popular de la ciudad.

Pero la fiesta no sería la que fue sin sus protagonistas. Tanto los que participaron en los concursos y subieron al escenario como las mascaritas anónimas que se pusieron su disfraz -cada vez más adquirido en las tiendas- y salieron a la calle. Casualmente, el Carnaval perdió hace unos días a uno sus personajes populares: la abuela del Carnaval, a quien dio vida Miguel Alcántara Cabrera.

Y, por supuesto, de las personas que hicieron posible que todo rodara para disfrutar de la máxima diversión y sin incidentes. Desde el show que ofreció el artista brasileño Carlinhos Brown en el parque Santa Catalina el Martes de Carnaval -asistieron 6.000 personas- y el resto de los artista y músicos que participaron, pasando por patrocinadores, organización de las galas, diseñadores, maquilladores, peluqueros, agentes policiales, bomberos, empleados de la limpieza, así como miembros de Protección Civil y de Cruz Roja, entre otros trabajadores.

Una noche en Río, cuyo escenario fue diseñado por el escenógrafo Carlos Santo s, quedará en el recuerdo de los premiados. En la Reina del Carnaval, la joven Erika Echuaca Sebe, que se alzó con la corona con Volar sin alas, de Nauzet Afonso y con el patrocinio de Mc Donald's. Y en Drag Chuchi -Pedro Bethencourt Guerra- que se llevó el primer cetro del concurso con Repite mi nombre?, obra de Kilian Betancor y en nombre de la Universidad Fernando Pessoa. Dos galas que contaron con 16 candidatos cada una -hubo 44 participantes en la preselección de la gala drag-, reflejo del interés de las empresas por la fiesta tras su impacto internacional.

Tampoco lo olvidara la pequeña Náyade Pérez Castro, reina del trono infantil con Serenata para usted, cosita linda de Manuel Encinoso y Begoña Pérez en nombre de Amanda Bus, ni Luisa Lozano Herrera, Gran Dama gracias a Stampa do Brasil, de Willy Díaz y patrocinado por el restaurante La Flamenca.

Tampoco Serenquenquenes, que revalidaron su título en el concurso de murgas; lo mismo que Kisamba en el concurso de comparsas adultas. Ni Lianceiros junior que triunfó en los grupos infantiles.

El Carnaval 2019 ha sido también especial para el modelo Rafael Felipe Porras que, con No caigas en la tentación del maquillador Josep López y en representación de Autoescuela Botella y Ballet Rafa Felipe, logró el primer premio de Maquillaje Corporal en la jornada de las mujeres. También para los centros que trabajan con personas con discapacidad. Lorenzo Felipe Santana, del CADF de Arucas, se llevó el premio en la categoría individual, y Manuel Yerai Morales Morales y Ariel Jesús Ruiz García, del C.O.C de Guía, en parejas, mientras que el galardón de grupo fue para el CADF de Arucas.

Mamachicho y Cristo Manuel García Ramos también tienen un buen recuerdo. Se llevaron el título de mejor disfraz de grupo e individual, respectivamente. Y Amanda Bus, en carrozas.

No sabemos el recuerdo que tendrá Milko, un bull terrier miniatura que gracias a la imaginación de su dueña Eva León y el bodypainting se convirtió en una cebra en el concurso canino. El perro ha dado prueba de que en Carnaval uno puede ser quien quiera y, a buen seguro, ha colocado el concurso para la próxima edición a otro nivel.