¿Y qué tal por Transilvania?

Ah, Transilvania, muy buenos recuerdos. Drácula viene de allí, eso siempre se dice. Y conecta conmigo. Es mítico. Se tiene que parecer sí o sí a mi nombre.

¿Pero qué pasa con Drácula?

Drácula lo eligió mi coreógrafo. Él se presentaba en galas de bajo coste, muy cutre, con un chándal de los chinos. Como es una idea oscura, me digo, y si ese chandal lo convierto en uno de Zara.

¿Porqué es usted drag?

Pues me acuerdo que de pequeño viendo la tele cómo los aclamaba el público, que me atrapó. Luego empecé bailando en la gala de Maspalomas de 2012 con Drag Vulcano, Isidro Pérez Mateo, que me había dicho que si ganaba él me ayudaba a presentarme. Y ganó.

Ha llovido tanto que ahora tienen ustedes hasta colectivo.

La asociación drag, para luchar por nuestros derechos, porque a pesar de que damos uno de los espectáculos más sonados, algunas organizaciones no nos tratan como deben.

Pero eso es un sindicato drag.

Sí, por así decirlo. En la gala de Las Palmas es donde más se ha conseguido. Antes solo teníamos tres premios. Y la reina cinco.

Ah, no, no.

Exacto. Se habló, y se dijo oyeeeee, eso no es igualdad.

¿Y ya están empatados?

Sí, claro. Cogieron para el drag cinco premios también.

¿Se acuerda usted, por testear su memoria, de la primera gala?

Creo que fue en el 98, y yo tendría cuatro o cinco añitos. Tengo una imagen grabada de un drag muy borroso, negro, bailando en la plataforma, y hasta día de hoy, ahí se quedó en mi cabeza. Y después, otra siguiente gala que ya vi con conocimiento fue creo que en 2010 que ganó Mandrágora en paz descanse. Y dije, mi madre, el público cómo se levanta.

¿Piensa reinar por decreto?

Ja, ja. Cómo me dejen gobernar verdaderamente me merezco cambiar Maspalomas. Lo primero que hago es reformar esa parte de abajo de la trasera del escenario, que tiene mucho césped.

¿No es usted ecologista?

Soy verde. Pero con el césped ese no quepo. No cabíamos. Tienen el espacio desaprovechado.

Son muchos, entonces.

Pues en Las Palmas éramos más, que en ese edificio no se podía ni caminar.

Así hubo la bronca que hubo.

Siempre pasa algo bajo nervios, pero bueno.

Insisto. ¿Tiene usted plan de gobierno definido?

Disfrutar al máximo. Todavía no me lo creo. Y además se ha demostrado que una chica drag también puede ganar, porque mi hermana Yamilei también es premiada, que hicimos dúo.

Cuando le anunciaron el premio, ¿se le subió la tensión?

Todavía no recuerdo ni lo que decía Roberto, el presentador. Porque había muchos compañeros mirando.

Es una gala, y se espera a mucha gente julisniando, ¿no?

Porque es que me quedo con vergüenza. Por favor, no me miren. Que a lo mejor no soy yo. Solo recuerdo que Roberto dijo Mulciiii... Nada más. Y el concejal me vino a dar una placa, un cheque, flores, y yo ya no tenía ni cheque ni flores. No tengo nada.

Es que ustedes también están en las nubes. ¿A qué altura de plataforma se elevó?

32 centímetros.

¿Y no hace viento ahí?

Un poquito, de hecho las plumas se van para un lado.

Ve, como ya le decía yo.

Pero más viento hacía subido en el ataúd, a tres metros de altura. ¡Da un miedo!

Señor Mulciber, ¿qué rutina de entrenamiento requiere para superar una odisea de este tipo?

Es más mental que físico. Lo peor son las noches sin dormir, pensando cómo encajas el espectáculo, los dos vestuarios idénticos, cómo adaptarlo todo.

Una logística importante.

Ahí está el truco. Mi hermana y yo iguales.

Anda, ¿y cómo se quedó ella, traspuesta también?

Yo no veía a nadie.

Del impacto tan grande.

Todas abajo llorando y mi patrocinador llamando. La gente aclamándome. Yo decía, mi madre. La frase que más digo este años es que estoy resucitando, cuarta en Las Palmas y primera en Maspalomas.

Usted que conoce, ¿qué será lo siguiente en materia drag?

Lo próximo yo creo es que irá a más. Pero creo que es un formato al que se debería dar más bombo.

¿¿Más??

Sí. El público pide más. Fuera de España, está el programa RuPaul de drag queen que es famoso, que da giras por el mundo.

Lo veo de presentador.

Ah, no. Ahí no me veo, para ir cargando todos los atrezos, además lo nuestro es de más nivel.

¿Le han felicitado de lejos?

Buff. De Argentina, de Perú. De ahí son los sitios que más nos apoyan e incluso nos imitan.

¿Pero qué me está diciendo?

Una pasada.

Y una pregunta. ¿Usted se quita los tacones para dormir?

Y si pudiera me quito las piernas, no sabe cómo se sufre en la gala y en la cabalgata ni le cuento.

Ponga los ñames en remojo.

Los meto en hielo para que vuelva la circulación. Es matador porque tienes el peso de la ropa, con esas piernas manteniéndolo todo, y se te cargan mucho.

Y aquí entre nosotros, ¿es usted más de mojo verde o mojo rojo?

Mojo rojo. Es más de sangre, como mi Drácula.