¿Cómo le comunicaron que ibas a ser el pregonero del carnaval teldense?

El concejal de Festejos, Juan Martel, me pidió que quedásemos para comunicarme algo sobre las carnestolendas. Al principio me pensé que quería que presentase alguna gala, porque no sería la primera vez que lo hago y es algo que disfruto mucho. Sin embargo, me confesó que quería que fuese yo quien abriese las fiestas y eso me hizo mucha ilusión. Yo soy de Telde, de San Gregorio, y me siento muy identificado con el municipio y con este evento en particular.

¿Es carnavalero?

Siempre lo he sido, aunque ya no la vivo tanto como antes. Pero ha estado siempre presente en mí y he aprovechado estas fechas del año al máximo. Tanto en Telde, como el sur de la Isla, en la capital o en Tenerife. Siempre me alegro de que en esa época no hubieran cámaras de móviles, porque la liábamos mucho con nuestros disfraces mis amigos y yo [Ríe].

¿Tienes algo pensado para el pregón?

Quiero que sea dinámico y humorístico, llevármelo a mi terreno para que la gente pueda disfrutar lo máximo posible. En los carnavales hay que pasarlo bien y al final con el humor es con lo que más me identifico y lo que sé que puedo hacer bien. Asimismo, hablaré un poco de la historia del carnaval en el municipio: cómo estuvo parado hace unos años y cómo se está recuperando en las últimas ediciones. Habrá sorpresas también en relación a la alegoría, que este año el París de los años 20. [Ríe]

Hace casi veinte años que se dedica al humor, ¿cómo llevas la profesión?

Este año hacen 17 años desde que comencé en la profesión. Mis primeros pasos fueron en la radio, aunque siempre he hecho reír. Desde el colegio y el instituto he sabido que este mundo era para mí. Tengo que compaginarlo con mi trabajo, pero soy organizado y puedo estar en varias cosas a la vez. Con mis shows y eventos, mi puesto de trabajo, mi familia y amigos...

¿Cómo ha sido la trayectoria? ¿Ha tenido dificultades?

El humor es un mundo complicado. Cuesta mucho para los canarios porque vivimos en islas, y eso limita mucho. Hay que moverse mucho. Yo estoy con una productora y ellos me ayudan a organizar las actuaciones, que está bien.

¿Cambia mucho el humor de un lugar a otro?

Creo que el humor es universal, así que en general todo el que se quiere reír se rie. Es verdad que sí que hay diferencias entre públicos, sobre todo por las edades. La gente más mayor no entiende ciertos temas, no tienen el mismo sentido humorístico. Hace falta pillarle el truco a cada grupo. En todas las islas en las que he estado han aceptado muy bien mi humor. Los jóvenes son más fáciles, pero en mi trayectoria ha cambiado mucho el tipo de humor. Comencé con una etapa de contador de chistes, algo que se vendía muy bien.

¿Qué se lleva ahora?

A lo largo de los años se empezó a poner muy de moda el monólogo, y yo creo que siempre hay que dar al público lo que te pide. He tenido que cambiar, aunque nunca me desprenderé de ciertas cosas porque los orígenes me han traído hasta aquí y contar chistes es algo que me sigue encantando.

Por cierto, ¿a qué viene ese apodo de 'El Bastonero'?

Por Jorge Porcel y Alberto Olmedo, humoristas argentinos. Siempre he visto sus programas, y entre ellos se llamaban bastonero que significa amigo o apoyo... Mis amigos y yo, que eramos seguidores de ellos, empezamos a llamarnos así entre nosotros. Cuando firmé con mi primera productora me preguntaron si tenía apodo, y sobre la marcha les comenté este apodo que tenía con mis amigos y les gustó.

¿Qué proyectos tiene ahora?

Estoy realizando shows por todas las islas con el grupo de cómicos 'Los Puntales del Humor', de la compañía Gomera Producciones. En junio cruzaremos el charco: iremos a algunos teatros en Madrid, Sevilla y Málaga. También voy a presentar un espectáculo propio que he titulado Este cuerpo está basado en hechos reales.

¿Ha actuado alguna vez en la Península?

No. He hecho colaboraciones en radios fuera, pero es la primera vez que iré para allá con un show de humor. Me da un poco de respeto, siempre les pasa esto a los canarios. No sé si vemos más difícil el público allí o qué.

Quizá es por el carácter.

No sé, a la península han ido infinidad de canarios humoristas a los que les ha ido muy bien. Además en Madrid hay una colonia enorme de canarios que nos arroparán cuando lleguemos. [Ríe] De todas formas, aquí en Las Palmas, me han venido a ver muchos penínsulas y siempre me han comunicado que les ha gustado la actuación y que se han podido reír e identificar con mis chistes. Yo me centro mucho en situaciones cotidianas, que les puede pasar a todo el mundo.

¿Hay suficientes oportunidades en el mundo del humor?

Lo que está claro es que las instituciones tienen que seguir apostando por los artistas canarios, porque aquí hay muchísimo talento. Si los que mandan no apuestan por nosotros, entonces no nos queda nada. Aún así, ¡que nadie pierda nunca la sonrisa!