La crearon a principios de septiembre de 1980 un grupo de amigos del Club Victoria para divertirse en los Carnavales y, desde entonces, Los Chancletas no han parado. Tanto es así que, cuatro décadas después, siguen con las mismas ganas de poner patas arribas el escenario de las carnestolendas con letras y canciones compuestas para el disfrute, pero también para la crítica. El pasado sábado, en el Auditorio Alfredo Kraus, presentaron el repertorio con el que este año harán vibrar al parque Santa Catalina ataviados para la ocasión con un disfraz muy especial con el que los isleteros rendirán tributo a las murgas ochenteras y, más especialmente, a los componentes de la suya de aquella época.

La puesta en escena estuvo cargada de la emoción propia de estar celebrando el 40 aniversario. Pero también por el hecho de que esta será la última edición en la que Tito Rosales será el director. Incansable e icónico, el veterano murguero deja el cargo, tras más de 20 años, aunque seguirá siendo el presidente de la sociedad.

Su retirada deja tras de sí una estela de éxitos en forma de premios que convirtieron al grupo en afilarmónica, si bien renunciaron a los derechos para continuar haciendo lo que más les gusta: cantar en el parque Santa Catalina. Este año, además, aprovecharán para hacer un casting en directo para elegir al sustituto de Rosales, o eso es lo que más bien proponen en uno de sus divertidos temas porque la realidad es que Los Chancletas ya tienen a su sucesor.

Se trata de José Hernández, conocido por todos como Noli, apodo que heredó de su padre, Manolo Hernández, quien entró en Los Chancletas a los pocos años de su formación. "Yo me disfrazaba con él, le acompañaba a los ensayos y a las actuaciones", recuerda quien desde hace 19 años también se convirtió en miembro de la agrupación en la que actualmente es subdirector. Y no solo eso, desde hace más de una década también es letrista. Una combinación que le ha convertido ante sus compañeros y el propio Rosales en el candidato idóneo para tomar el próximo año las riendas de la dirección. Una labor que pretende afrontar con entusiasmo y el claro objetivo de "mantener viva la murga y dejar el legado de Tito intacto, sin bajar ni un nivel".

Algo de lo que no duda el veterano director quien asegura haber sentido el calor de los suyos en un año en el que "todo es lo último". Se refiere al trabajo que han hecho de cara a los próximos carnavales, pero también al incremento notorio de la familia Chancleta que este año ha sumado una treintena de nuevos componentes, con lo que ahora son 86, contando a los percusionistas y las banderas. "La verdad es que estamos muy contentos porque eso también se nota a la hora de cantar", asevera.

Prueba de ello fue el espectáculo que ofrecieron el sábado que, desde el punto de vista de Rosales, "ha sido una de las mejores presentaciones" que han hecho. "Lo que llevamos gustó" y a él, inevitablemente, lo que ocurrió sobre el escenario del Alfredo Kraus le emocionó, entre otras cosas, porque la sala sinfónica del Auditorio estaba completa de familiares, amigos y compañeros de otras murgas que no quisieron perderse un acto que, por ser en la fecha que es, tiene un cariz especial.

La ceremonia, que estuvo conducida por el presentador Roberto Herrera, también contó con la presencia del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales y el consejero de Presidencia de la institución insular y alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa. La concejala de Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, Inmaculada Medina, fue otra de las asistentes, así como lo fueron algunas de sus antecesoras como María Isabel García Bolta (PP) o Pepa Luzardo, actual portavoz municipal del Partido Popular y excaldesa de la ciudad.

Todos ellos pudieron pasarlo bien en una velada en la que "el plato fuerte fue la actuación de Manolo Viera", asevera uno de los componentes de la directiva, Pepe Quintana, Saviola. También pudieron disfrutar de la puesta en escena de los murgueros que interpretaron sus canciones en las que no faltaron el humor y la crítica. Un trabajo que abordó y abordará temas como la sociedad, la situación económica, el deporte canario o el propio Carnaval. "Vamos a hacer autocrítica porque al final nosotros también estamos sometidos al juicio del público", explica Saviola.

El repertorio también cuenta con un homenaje a La Chancleta, el logo de la mascota de la murga de quien en un momento dado todos se disfrazan y cuyos colores están presentes en el vestuario que ha diseñado Juan Cabrera, El Gasolina. Precisamente él y Antonio Núñez, Totoyo, recibieron el sábado sus cuadros como miembros de honor del salón de la fama de Los Chancletas. Una murga que continuará haciendo historia al son de trompetas y que, como anuncia Quintana, se guarda "algún as en la manga" para el inminente concurso.