Una mirada rápida, un desliz, una vibración que hace temblar todo tu cuerpo y la necesidad de volver a conectarte como si no hubiera un mañana a la wifi, aunque estés en medio de Rosiana, para atender al wasapito de quedada para el carnaval de Telde. La Chirimurga del Timple coge el tipo y se enfunda con una pantalla llena de aplicaciones y una señal bien potente en sombrero de copa para hacer de móvil este año. Cumplen un lustro y tras el agasajo y las carcajadas que recibieron durante su presentación en el Teatro Guiniguada, saltan por primera vez al Teatro Juan Ramón Jiménez el jueves 13 de febrero a las 20.30 horas.

Detrás del maquillaje están Gerardo Suárez, profesor de música, José María Rasposo, funcionario,Víctor Lemes, músico, Rubén Rodríguez, hombre de malabares venido a autónomo, Félix Aguilera, administrativo, Ángel Tovar, mecánico, Luis Darías, arquitecto, Luis Quintana, cantautor, y, por último, como fichaje de la temporada, Abraham Chodo, el timplista que ha llegado para dotarle de su significado al grupo.

La inspiración, como buenos carnavaleros, viene dada por la cerveza e irse de vez en cuando de fiesta. "Estábamos de copas cuando surgió la idea", comenta Quintana. Ahora se han convertido en móviles de última generación con aplicaciones tan variopintas como el Guassap, el Fakebook, el Punto G-mail, el Kinder y, por supuesto, la Chirimurgapp. "Sería hipócrita criticar una situación cuando nosotros somos los primeros que estamos enganchados al móvil, así que el repertorio versa sobre esa dependencia, pero lo enfocamos al seductor, al mírame que estoy en el bolsillo para hacerle ver a la gente cómo se relaciona", reflexiona Tovar. "El disfraz no es el fin sino el medio", recalca Darías, y cómo no, Lemes apostilla "en este caso, el medio de comunicación". Rubén recoge el testigo y alude a que hay "crítica social, política, personal, todo con mucho sentido del humor". Es más, imaginen cómo sería el móvil de los políticos, que ellos ya lo saben y se lo cantan.

No hay manera de hablar un minuto seguido sin que los dobles sentidos, las bromas o los juegos de palabras estallen en este grupo de amigos que decidieron salir a la calle simple y llanamente a divertirse. Primero fueron Los Muy Yayos, y vino Los que hacen la calle barriendo la ciudad y, como álma mater, a las madres. "¿Cómo superar a una madre a nivel empático?", exclama Quintana. La chola y los rulos, esa mirada de madre canaria a la que poco o nada se le puede discutir es el súmmum de la comedia, ¿hay miedo después del éxito que han tenido? "Con más motivo", contestan al unísono.

El sistema democrático se basa en las carcajadas a primera impresión. "Cuando se presenta una letra y a la tercera ya no te hace gracia, nos da igual porque a la primera te reíste", eso sí, cuando hay nueve componentes y hay que ajustar las estrofas, "ahí están las peleas, vamos a la pizarra y a votar", dicen. Los egos son cosa menor dentro de la confianza y el respeto que se respira en el local de ensayo. "Una de las cosas positivas de conocernos después de tantos años es que tenemos la suficiente confianza para decir si nos mola o no", aduce Rubén.

Conseguir una hora y media de repertorio es un reto que pone a prueba la dialéctica y perspicacia de sus componentes, "tenemos nombres que son un chiste en sí, pero agotas todas las bromas en veinte minutos", afirma Tovar. La Chirimurga ha pateado Triana, Vegueta, los carnavales capitalinos y de Tenerife, donde se cuece la vida y la locura y, aunque el beneficio de las entradas pudiera atraer el afán comercial: renunciar a un día de calle es impensable. "Nuestra primera filosofía es la calle y hay días que son sagrados, de ahí que hayamos tenido que decir que no a algunos conciertos y contratos que han sido en fechas importantísimas", dice Quintana. Un carnaval de día, una cabalgata, el pregón, qué me viene usted a decir de perdérselo. "Ganamos muchísimo menos a nivel económico, pero la calle es lo nuestro", concluye Suárez.

"Si el trabajo nos impide venir, dejamos el trabajo", afirma sin pestañear Aguilera. La situación se entiende con los millones que han ganado por su éxito rotundo Deposito... Bromas aparte, la parodia de la canción de Luis Fonsi les valió una llamada de la productora que les preguntó si habían pagado por los derechos de la canción ante las miles de reproducciones que tuvieron en la red. "Este es el derecho a la parodia, es más, hablamos con el Selu de Cádiz para ver si había tenido esos problemas con sus letras", recuerda Lemes. A Cádiz irán el último fin de semana de febrero para repetir una experiencia que, coinciden, fue única. "Oíamos a la gente por la calle hablando de nosotros como los canarios, fue maravilloso", rememoran, y esperan que eclosionen más chirimurgas a su alrededor como la recién estrenada Chichimurga, un destacamento femenino que también dará que hablar.

La gira continúa e irán al Teatro Leal de San Cristóbal de La Laguna el 6 de marzo, pero antes van a escuchar y dejarse escuchar, a pinchar y a hacer reír para cantar que estamos en Carnaval.