La crítica y las letras más socarronas volvieron a inundar las tablas del Santa Catalina con las ocho murgas que lograron pasar a la final de anoche. Una gala salpicada por la polémica en los últimos días, pues Los Chancletas, histórica formación del Carnaval, no pudo actuar, presuntamente por haber sido descalificados en un momento en el que coincidía con su 40 aniversario. Más allá de los desencuentros entre mascaritas, las otras agrupaciones consiguieron deslumbrar a un parque que estaba a rebosar desde las primeras horas de la noche y hasta bien entrada la madrugada, cuando el jurado dio a conocer su veredicto y ya fuera de esta edición; no obstante, se agotaron las entradas se agotaron en taquilla días antes. Sobre el escenario desfilaron y cantaron Trapasones, Las Traviesas, Los Serenquenquenes, Los Nietos de Sary Mánchez, Los Twittys, Los Melindrosos, Los Legañosos y Los Chacho Tú.

La noche la abrieron los chicos y chicas de los Trapasones Star, la murga más inclusiva del Carnaval, compuesta por personas de todas las edades con diferentes discapacidades. Subieron al escenario por segundo año consecutivo tras su debut del año pasado. En esta ocasión, dedicaron uno de sus temas, De las Alcaravaneras a Tejeda en un hidroavión, a todos aquellos que ayudaron a apagar los incendios del pasado agosto. Sería tan solo la primera de las menciones al siniestro a lo largo de la gala.

Tras ellos tocó el turno un puñado de bucaneros llegados de Arucas: Los Nietos de Kika. La histórica afilarmónica, ya fuera de concurso desde hace años, interpretaron Respeto; un tema en el que confesaron sentir "envidia sana" de la Ni Fu Ni Fa, la murga más emblemática del Carnaval chicharrero. "Dicen por ahí que estamos desfasados. [...]A quien nos critica: 40 años más tendrán nietos de Kika", apuntaron.

Un pequeño trapasito

Y entonces, comenzó el concurso. Trapasones fueron los primeros en subir al escenario con una interpretación muy particular de la película El Rey León, con los murgueros convertidos en el entrañable personaje de Rafiki, en la que terminaban por coronar a un pequeño trapasito. Después de un primer tema con mucha crítica social presentaron un segundo en el que se transformaron en una murga mixta con un duelo entre hombres y mujeres en bata a golpe de pito.

El Príncipito tomó el relevo en el parque Santa Catalina. Las Traviesas subieron al escenario ataviadas como el mítico personaje de la novela de Antoine de Saint Exupéry. La única murga femenina de la noche presentó un primer tema Si hay que votar, pues votemos, donde criticaron a la clase política. En su segunda canción entraron "en depresión", mantita para dormir la siesta en mano, con una letra humorística que por momentos recordó al estilo de las chirigotas.

Las chicas dieron paso a la murga ganadora en el 2019: Los Serenquenquenes. Los de Agüimes en esta ocasión se presentaron como Zorros en su presentación para dividirse en su primer tema con los tres colores de la bandera canaria: amarillo, azul y blanco. Un canto a los "complejos del pueblo canario".

De Agüimes a Telde. Los Nietos de Sary Mánchez fueron los últimos en actuar al cierre de esta edición. Los murgueros subieron al escenario convertidos en unos pícaros mercaderes. Pitu, su carismático director, empezó a llorar "porque los mejores carnavales de Canarias no son los de Gran Canaria, yo sé que son los de allá [Tenerife]". Su actuación contó con la participación especial de las murgas tinerfeñas Diablos Locos, Barlunas, Zeta Zetas, Bambones y Mamelucos. Y así hasta que llegaron representantes de Vacilonas y Simplones, agrupaciones emblemáticas de Lanzarote, todos al son de "hay que apoyar a todos los carnavales de Canarias".