Raquel Rodríguez esperó a terminar sus estudios en Derecho y Administración de empresas para cumplir su sueño de toda la vida: presentarse a la gala de la Reina. De 25 años y natural de Las Palmas de Gran Canaria, presentará la fantasía Fuego del Nublo, con un diseño de Fernando Méndez y el patrocinio del centro comercial Alcampo Vecindario.

¿Qué le llevó a presentarse?

Siempre ha sido mi ilusión y mi sueño de pequeñita. Mi madre siempre me decía "cuando acabes los estudios, lo intentamos". Y así fue. Volví de Madrid tras acabar la carrera y contacté con Fernando Méndez a través del padre de una amiga. Quedamos un día y decidió que yo sería su candidata del Carnaval 2020. Al principio no me lo podía ni creer.

¿Y su madre cómo lo lleva?

Ella siempre me ha apoyado en todo. Me veía con tanta ilusión que me decía "pues si hay que intentarlo, se intenta y se busca la manera".

¿De dónde viene esa ilusión?

Mi familia es carnavalera de toda la vida. Desde pequeñita me encantaba disfrazarme y salir con mis amigas. Cuando me fui a Madrid a estudiar estuve cinco años más desvinculada de la fiesta. Era prácticamente imposible compaginar exámenes, estudios y clases con el Carnaval.

¿Ha seguido las galas?

Claro. Y más desde que me fui a estudiar a Madrid. De alguna manera quería sentirme vinculada y veía todas las galas desde casa. Siempre que podía me daba un salto a la Isla para aprovechar alguna fiesta o alguna cena y no desligarme del todo del Carnaval.

¿Cómo llevan en su despacho tener a una candidata a Reina?

Al principio me daba un poco de cosa contárselo... pero la verdad es que todo super bien. Están apoyándome muchísimo. Mis compañeras son maravillosas y mis jefes son bastante comprensivos. Han sido flexibles a la hora de permitirme cuadrar horarios y pedirme días libres en los previos a la gala, para ultimar detalles y prepararlo todo...

¿Qué me puede contar de su fantasía?

No puedo decir nada. Lo único, que es un diseño que tiene la esencia de Fernando Méndez. Es muy mendiana. Creo que tiene los ingredientes perfectos para gustar y sorprender al público. Al menos, eso es lo que intentamos y lo que queremos. Creo que es una fantasía maravillosa...

¿Se prepara físicamente para llevar el traje?

Estoy con un entrenador personal y con una coreógrafa, que ha sido una pieza fundamental en todo este proyecto. No sólo me ayuda con el tema coreográfico y de presencia sobre el escenario, sino que también trabaja psicológicamente. Es un poco coach.

¿En qué sentido?

Pues me prepara mentalmente para lo que me enfrento y me da herramientas que me valen para todo. Aunque esto no tenga nada que ver con mi ambiente laboral o profesional, al final estoy sacando un gran aprendizaje de todo el trabajo que conlleva. Cómo afrontar situaciones nuevas, cómo gestionar los nervios... Creo que de todas las experiencias se aprende algo nuevo.

¿Es más de plumas a lo Pocahontas o de brilli brilli como Campanilla?.

De brilli brilli cien por cien. Me encanta una purpurina, un brillo, un brillante...

¿Un cuento que le haya marcado?

Me encanta El Principito por los valores que contiene. Cuando somos adultos entramos en rutinas domésticas y laborales, y nos olvidamos muchas veces de cuidar de los pequeños momentos. Siempre vamos con prisas a todos lados, estresados... La enfermedad del siglo XXI es la ansiedad. Todo el mundo tiene ansiedad y al final nos olvidamos de valorar las pequeñas cosas y a las personas que tenemos cerca. Y es algo tan esencial y el tiempo pasa tan rápido...

¿Y qué detalles le ayudan a mitigar la ansiedad?

Por ejemplo leer. Es algo que me hace desconectar. Me gusta el mar, el sol, la playa... Y sobre todo estar con mis amigos.