El alcalde de Santa Cruz de Tenerife, el nacionalista José Manuel Bermúdez, ha anunciado este jueves 8 de octubre la suspensión del Carnaval de 2021. "Ni abril, ni julio, ni nada". Asimismo, el regidor ha aclarado que se está trabajando en organizar alguna actividad en febrero para mantener la "llama viva".

En este sentido, Bermúdez ha concretado que cuando la crisis sanitaria acabe, se harán actividades con los grupos de la fiesta para dinamizar la ciudad. "Pero no será Carnaval, sino actividades de dinamización", informó antes de añadir que en febrero se realizarán sobre todo actos audiovisuales y una gala homenaje, pero sin Reina.

"Para mí esto es un palo muy gordo a nivel personal, pero tengo la responsabilidad de garantizar seguridad", ha indicado el regidor, quien quería despejar cuanto antes la incertidumbre de si habría fiesta el próximo año.

UNAS FIESTAS QUE SE CELEBRAN DESDE 1961

Al respecto, recordó que las carnestolendas de la capital tinerfeña tienen lugar desde 1961, por lo que se trata de una decisión "nada fácil" de adoptar.

Aquí, el alcalde apuntó que es una decisión motivada por la persistencia de la crisis sanitaria, ya que se está viviendo una segunda oleada del coronavirus "que desgraciadamente todavía no podemos controlar"; y por la necesidad de preservar "por encima de todo" la protección de la ciudadanía.

"Con las circunstancias del coronavirus no podemos celebrar como hemos celebrado siempre nuestro carnaval de una manera callejera, multitudinaria y segura", expuso al tiempo que entendió que el escenario de la evolución de la pandemia en el mundo para el futuro es "absolutamente imprevisible".

Bermúdez resaltó que el Carnaval tinerfeño se ha tenido que sumar así a otras grandes fiestas españolas como las Fallas, los Sanfermines o la Feria de Abril, también suspendidos en su momento.

ACTIVIDADES QUE MANTENGAN LA "LLAMA VIVA"

Por otro lado, el Ayuntamiento está trabajando con los grupos del Carnaval en el diseño de algunas actividades que puedan mantener y recordar el espíritu de las fiestas durante las semanas en las que se tendría que haber celebrado, actividades que "permitirían mantener la llama viva de la fiesta y recordarnos que siempre vamos a tener el mejor carnaval del mundo".

Por último, el edil se mostró consciente de lo que esta decisión supone para decenas de agrupaciones y colectivos del Carnaval, así como para el tejido económico y empresarial de la capital de la isla.