El Real Madrid y el Herbalife Gran Canaria protagonizan esta tarde (17.30 horas, Movistar #0) uno de los duelos más atractivos de la décima jornada de la Liga Endesa. El conjunto grancanario intenta asaltar, como ya hiciera la pasada temporada, la cancha de un rival que muestra dos caras. Una, la de escuadra sólida, en la competición nacional, donde suma ocho triunfos por una derrota; otra muy distinta a la anterior exhiben los blancos en la Euroliga, donde han caído en los dos encuentros que han disputado en la presente semana.

Si el cuadro madrileño ha vivido unos días frenéticos de actividad, el Granca se presenta en la capital de España después de un largo parón propiciado por la primera ventana FIBA. Con sólo dos jugadores aptos en la Isla, DJ Seeley y Shaquielle McKissic, el resto de la plantilla emprendía camino para jugar con sus respectivas selecciones o se recuperaba de lesiones, como los casos de Pablo Aguilar y Marcus Eriksson.

En definitiva, que hasta el pasado miércoles no tuvo a sus órdenes el técnico Luis Casimiro a sus hombres para preparar este importante choque frente al Real Madrid. Para más inri, uno de los efectivos, Xavi Rabaseda llegaba lesionado y no puede actuar hoy.

Él y Pablo Aguilar, que sigue con su proceso de recuperación de la fascitis plantar, son las únicas bajas. Por su parte, Marcus Eriksson continúa renqueante. El escolta sueco, aunque no se encuentra al 100% de su dolencia en el pie, puede que tenga algunos minutos.

Para cubrir las bajas han viajado hasta la capital de España dos canteranos. Repite el polaco Olek Balcerowski, que formó en la rotación en el pasado duelo contra el Estudiantes, y se estrena el alero montenegrino Jovan Kljajic, quien ocupa la vacante dejada por el grancanario Javi López, lesionado.

Con estos argumentos, Luis Casimiro pretende endosarle la segunda derrota liguera de la temporada al Real Madrid, que hasta el momento sólo perdió en el clásico frente al Barcelona en el WiZink Center. El entrenador manchego augura "un partido de mucha anotación". "Somos equipos que juegan rápido, que hacemos tiros en pocos segundos y hay muchas posesiones. Si contribuye el acierto, a pesar de que haya buenas defensas, será un choque de guarismos altos", explicaba el máximo responsable del banquillo de Granca.

El técnico no quiere buscar paralelismos entre este encuentro y el de la pasada campaña, cuando los amarillos consiguieron una gran victoria: "No hay partidos iguales. El año pasado ellos venían de ser campeones de Copa, nosotros lo habíamos hecho mal y habíamos tenido problemas físicos; tuvimos mucho más tiempo para preparar el duelo, ellos tenían la euforia y todo se juntó. Nosotros jugamos muy, muy bien. Teníamos ganas de reivindicarnos. Pero vuelvo a repetir, ni son los mismos protagonistas ni es el mismo escenario a nivel de cómo llegan los equipos. El que ellos estén con bajas y hayan perdido estos partidos de Euroliga, les hace estar más en alerta".

Luis Casimiro se refería a la importancia del juego interior y de la presencia en el Real Madrid del gigante Tavares, ex del Granca. "La lucha por el rebote y quien maneje la pintura es clave en todos los partidos. Edy obliga a que cambies muchos tiros, intimida mucho. Poco a poco va entrando en el equipo. Espero que sus sentimientos le afecten un poco para que no lo haga todo lo bien que puede hacerlo, porque se trata de un gran jugador y marca la diferencia cerca del tablero".

Por su parte, Pablo Laso, el técnico del conjunto madridista, advierte de la dificultad que entraña el ganar al Herbalife, a quien definió como "un equipo completo, con muchos jugadores en todas las posiciones." "Posee un estilo de juego muy definido, agresivos y buenos reboteadores; será difícil y habrá que estar preparados desde el primer minuto", apunta. Afirma también que el Granca "nos va a exigir mucho y a obligar ofensiva y defensivamente desde el inicio; tenemos que hacer bien las cosas si queremos el triunfo".