Más de dos meses después el Herbalife Gran Canaria vuelve a tener listo a uno de sus principales referentes ofensivos. Marcus Eriksson, que no se enfunda la amarilla desde la Copa del Rey de mediados de febrero, retorna a la rotación del conjunto claretiano de cara al encuentro que esta mañana (11.30 horas, Movistar) le enfrenta en Sevilla al Real Betis Energía Plus, el colista de la Liga Endesa.

El exterior del Granca, que tras el duelo copero se lesionaba en la muñeca derecha en el choque que medía a su selección, Suecia, contra Turquía en partido clasificatorio para el Mundial de China 2019, es la principal novedad en el cuadro insular. La entrada del escandinavo deja fuera al argentino Nico Brussino, una de las incorporaciones que llegaba a principios de año para apuntalar el perímetro ante las adversidades en esa parcela -la marcha de Shaquielle McKissic y la lesión de Oriol Paulí-.

Ahora habrá que esperar a ver si el técnico Luis Casimiro arriesga con Marcus Eriksson y decide darle minutos después de un problema físico importante. Este hecho parece algo factible, sobre todo porque el Herbalife Gran Canaria ha echado mucho de menos los puntos de su tirador franquicia.

Desde su ausencia, el Granca ha firmado una racha de cuatro triunfos y seis derrotas (dos en los cuartos de final de la Eurocup frente al Lokomotiv Kuban ruso). La presencia del francotirador amarillo supone un alivio para el cuadro claretiano sobre todo en su afán por terminar en Sevilla con su pésima racha en la Liga Endesa en sus últimas apariciones como visitante, con tres encuentros consecutivos perdiendo -Baskonia, Joventut y Bilbao Basket por este orden-.

Particularmente dolorosas han resultado las dos que se produjeron contra rivales que están jugándose la vida por lograr la permanencia y que, a priori, cuentan con menor potencial que un Herbalife Gran Canaria que ahora pelea por afianzar su plaza de playoff.

Por ello, los jugadores y el cuerpo técnico del Granca acuden con las orejas tiesas a Sevilla ante la condición de colista de un Real Betis que también era último cuando en la jornada 13 se llevó la victoria de tierras grancanarias.

Después de retomar el farolillo rojo de la tabla clasificatoria tras su derrota en casa frente al San Pablo Burgos el pasado fin de semana, el Real Betis llega a este duelo en estado de emergencia. Tras la destitución esta semana del entrenador Óscar Quintana y el ascenso de rango de su asistente Javier Carrasco, el equipo claretiano anda todavía más con la mosca detrás de la oreja ante la más que previsible reacción de su rival y los cambios consabidos en cuanto al scouting.

Y es que el nuevo entrenador bético conoce la forma de funcionar de Luis Casimiro, con quien compartió labores cuando el manchego dirigía al entonces CB Sevilla. De hecho, Carrasco afirmaba que recibía su felicitación por el nombramiento; de él y de otro representante del Granca, el base serbio Nikola Radicevic, con el que también trabajó, lo mismo que con el pívot checo Ondrej Balvin.

En este duelo de reencuentros también sobresale el caso de Luke Nelson. Cabe recordar que el exterior británico actúa en la actual temporada en la filas del Real Betis en calidad de cedido por el Granca, tras su fichaje el pasado verano por los amarillos.

Peor defensa del campeonato

A pesar de lo que digan las estadísticas, en las que sale mucho mejor parado el Herbalife Gran Canaria que su rival, el conjunto bético cuenta con importantes baluartes ofensivos como Ryan Kelly, Blake Schlib, Oderah Anosike o Askia Booker, pero se desangra defensivamente. Es el peor equipo de la Liga Endesa en este apartado.

La parcela defensiva tampoco está siendo el fuerte del Granca en la actual temporada. En las últimas tres derrotas consecutivas que ha sumado como visitante, el cuadro grancanario encajaba más de 90 puntos, un déficit importante para soñar con la victoria. De hecho, en el duelo del pasado domingo en casa ante el UCAM Murcia, mejoraban los amarillos la intensidad y conseguían llevarse el triunfo.