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Royce O' Neale y el coraje de los Utah Jazz

El examarillo, fuera del Playoff de la NBA tras firmar un gran final de curso

Royce O' Neale y el coraje de los Utah Jazz

Nadie parece estar descontento en Salt Lake City. En la madrugada del martes al miércoles, los Utah Jazz claudicaron en la semifinal de la Conferencia Oeste ante los Houston Rockets, el mejor equipo de la temporada regular con un soberano balance de 65-17. En el Toyota Center de la ciudad tejana, los Rockets de James Harden y Chris Paul no perdieron la oportunidad de sentenciar la serie: 4-1 (112-110)y final al canto. Y ni una queja se escuchó en Utah.

En gran parte porque la vida que se planteaba para los Jazz al inicio de la temporada era incierta. Su gran referente durante los últimos años, Gordon Hayward, se marchó rumbo a los Boston Celtics. Y si al inicio del curso la incertidumbre marcaba a los del Vivint Smart Home Arena, ahora es la esperanza lo que los mueve. Una fe que tiene trazos amarillos: los que pone Royce O'Neale, ex del CB Gran Canaria.

En el partido de despedida de los Jazz de este Playoff por el anillo de la NBA, nadie jugó más que el exjugador claretiano. Royce O'Neale acumuló 37 minutos en pista para anotar 17 puntos, capturar 3 rebotes, dar una asistencia y firmar un tapón. Todo en una noche donde los Jazz, como durante toda la serie, no perdieron el honor ante los Rockets, uno de los favoritos para llevarse el título.

Pero el papel de Royce O'Neale en este tramo de la campaña va más allá de un simple partido. En el tercer partido de la eliminatoria, el examarillo firmó, probablemente, su mejor duelo en su primer año en la NBA. El tejano dejó 17 puntos, pilló 5 rebotes y dio una asistencia. Todo con un 3/5 en triples. En el penúltimo encuentro de la serie, sobre Clint Capela, uno de los mejores defensores de la NBA, O'Neale dejó una de los mates del año.

Y antes de la serie ante Houston, su papel desde el banquillo fue decisivo para acabar con los Thunder de Carmelo Anthony, Paul George y Russell Westbrook, MVP de la pasada campaña. Los Jazz acabaron con los Thunder basados en un juego coral que emocionó en la NBA.

Un paso adelante

Royce O'Neale, ante las numerosas lesiones que atacaron a los Jazz en este Playoff, tuvo que dar un paso adelante. Ricky Rubio, Dante Exum y hasta el novato y revelación del año, Donovan Mitchell, que se lesionó en el último partido, padecieron el golpe de los percances físicos. Los números de O'Neale en la postemporada fueron de 7.1 puntos, 3.5 rebotes y 1.4 asistencias en los 11 partidos de Playoff, donde jugó casi 24 minutos por encuentro. En temporada regular, dejó 5 puntos, 3.4 rebotes y 1.4 aistencias de media en 69 partidos con los Jazz.

Este verano, O'Neale hizo las maletas de la Isla este verano. En Europa probó suerte en el MHP Riesen, después recaló en Gran Canaria y el Zalgiris lo fichó con cláusula de salida hacia la NBA. Porque O'Neale nunca desistió. En cada periodo estival se movía en las Ligas de Verano de la competición norteamericana. Recibió la llamada de los Jazz y firmó un contrato de tres años con dos no garantizados, un acuerdo que seguro se revisará tras este Playoff. 'Ya es un buen jugador y tiene la oportunidad de ser algo especial. O'Neale es real y el futuro de los Jazz se ve brillante', escriben en Fanside. 'Tiene un estilo sencillo que le ha inclinado a un mayor tiempo de juego que será mayor el año que viene', rezan en The Salt Lake Tribune. El futuro le espera.

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