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Entrevista | Albert Oliver

"Se habla del clima, pero lo mejor es la gente; estamos como en casa"

"Salva es muy tranquilo. Ni la victoria le hace crecer ni la derrota hundirse", comenta el base y capitán del Herbalife Gran Canaria

"Se habla del clima, pero lo mejor es la gente; estamos como en casa"

Puse a Xavi Rabaseda hace unas semanas en la misma situación. Se va a tiros libres en Valencia, puede poner al Granca a tres de distancia y casi sentenciar la eliminatoria. Con sinceridad, ¿se puso nervioso?

Hombre, estaba nervioso, claro que sí. Incluso después Salva [Camps] lo comentó en el vestuario, que se me veía nervioso. Al final, entraron. Cuando llegas a unos tiros libres importantes, cuesta dejar atrás lo que ha pasado. Este año en Kuban fallé unos que eran importantes, en los cuartos de la Eurocup. Íbamos dos abajo y fallé el primero. Esas cosas te vienen y te entra algo más de presión. Entraron, defendimos bien y no metieron de tres.

¿Se piensa en todas esas cosas cuando se va a un tiro libre así?

Lo más difícil es no pensar en nada. Cuando voy a la línea siempre pienso solo en ese tiro libre, en que si haces un buen tiro la pelota entra sola, pero no es fácil. Se te pasan muchas cosas. Con los años lo vas consiguiendo un poco más.

Es que si llega a ser otro el que estaba ahí y falla, entra dentro de lo probable, pero es que era usted, el infalible.

[Se ríe] Claro, aunque parezca que no, eso es más presión incluso. Este año tuve más de un 90% [93% en liga regular]. Pero como te digo, al final entró.

¿Ya se ve en la Euroliga? ¿Se lo ha terminado de creer?

Está claro que será así. Es una competición para disfrutar, pero también será un año durísimo. Esperemos que no mucho en cuanto a resultados. De entrada, con los viajes lo será seguro. Si miras los equipos, seguramente en cuanto a presupuesto seremos si no el último, el siguiente. Jugaremos contra equipos que tendrán dos y tres veces nuestro presupuesto. Lo que estoy seguro es que será algo bonito de jugar.

¿Pesa más el miedo o la ilusión?

Gana la ilusión. Debería. Hay responsabilidad porque queremos competir, porque queremos hacerlo bien, pero hay que saber dónde estamos.

Y va a estar y va jugar después de ser renovado por un año más

Sí, eso parece [Se ríe]. Espero que no aparezca ninguna lesión ni nada por el estilo. La verdad es que tengo muchas ganas de que empiece.

Llegó hace seis años a Gran Canaria y ha estado en casi todas los grandes hitos de este equipo. Si echa la vista atrás, ¿esperaba tanto de esta relación?

Qué va. Es que me ha pasado lo máximo de mi carrera aquí. Cuando ficho en Gran Canaria es porque a nivel competitivo me daba muchas mejores cosas que la Penya. Joventut no podía y aquí sabía que si la cosa iba medianamente normal, estaríamos en la Copa del Rey y en el Playoff, cada año. Pero de ahí a pensar que iba a ganar un título, disputar cuatro finales, clasificarnos para la Euroliga, pues si me lo dices no me lo creo.

¿Con qué momento se queda de estos cinco años?

Ha habido muchos. Si empezamos cronológicamente, meternos en la final de la Eurocup fue una cota nueva para el club, también cuando llegamos a la final de la Copa del Rey en La Coruña, con el ambiente que hay en ese torneo... Pero si tuviera que elegir alguno, igual el título de la Supercopa que ganamos. No solo por el título en sí, sino por el recibimiento de la gente. El autocar estaba al lado y tardamos 45 minutos en llegar por toda la gente que había. Me quedo con eso y con la clasificación de la Euroliga. El cariño por las redes sociales y el partido contra el Real Madrid durante el último partido, con el reconocimiento de la afición.

Cumplió 40 años hace casi poco más de un mes. ¿Le cansa ya que le pregunten por el tema?

[Se ríe] Ya me he acostumbrado. Llevo ya los últimos años con lo mismo casi. Me acuerdo que ya en Badalona, durante mi último año, me lo preguntaban. Ya aquella era la segunda juventud, después la tercera, y creo que ya voy por la cuarta. Después que si lo de Benjamin Button [Se ríe]. Cuando fiché aquí creo que había bastante gente que pensaba que iba a jugar esos dos años aquí y ya está. Yo quería estar más tiempo, aunque no pensaba que tanto, la verdad. Sé que cada entrevista que tengo, tendré que hablar de eso, pero ya está.

Es que no es lo más normal...

Las cosas han cambiado. Los deportistas aguantamos más, no solo en nuestro deporte, donde vimos como Savané se retiró este año con 39. Los tenistas como Nadal o Federer, hace años que igual hubiesen estado retirados en otra época y, sin embargo, siguen siendo los mejores. Particularmente sé que tengo 40 años, que son muchos. Yo me intento cuidar lo máximo posible y me gusta. He tenido la suerte de tener muy pocas lesiones. Y tampoco me levanto con ningún dolor. Sé que hay compañeros que se levantan todos los días con dolor. Es mi trabajo, me encanta, me lo paso bien, hago lo que me gusta y voy a intentar alargarlo lo máximo posible.

¿Se ve ligado al baloncesto cuando se acabe lo de jugar?

Me encantaría. Es lo que he hecho desde pequeño. Son casi 20 años como profesional. Creo que me puedo defender, no sé dónde ni cómo, pero es algo que ya me plantearé cuando me retire.

Ha renovado un año más. ¿Se lo esperaba?

Bueno, no lo sé. Estoy contento con cómo fue mi año. Estaba mejor antes de la lesión porque después me tocó parar y me costó engancharme de nuevo. El año, por líneas generales, fue bueno. Uno siempre tiene la fe en que lo llamarán y así pasó. Berdi [Pérez, director deportivo] es el que decide y decidió. Fue bastante rápido y ya con el tanteo de por medio, más todavía, aunque nos habíamos puesto en contacto antes. Llegar a un acuerdo fue fácil.

Serán seis temporadas en la Isla. Ya ha pasado por las manos de Pedro Martínez, Aíto García Reneses, Luis Casimiro y ahora Salva Maldonado, al que también conoce. ¿Qué le diferencia del resto?

Cada entrenador es diferente y creo que Salva lo es. Pedro, Aíto y Luis, defensivamente, son muy parecidos. Ofensivamente, es otro asunto. A Salva le gusta jugar a un ritmo muy, muy, muy alto. Eso y tirar de tres. Todos lo sabemos. Cuando salí de Badalona ya éramos los que más tirábamos de tres. Creo que será así. Sus equipos juegan sin miedo, son valientes. Igual cambiamos, pero su juego era así.

¿Ya ha hablado con él?

Sí, porque me lo encontré un día por el club. Después me mandó un mensaje cuando renové. La verdad es que con él me llevo muy bien.

¿Qué encontró en Maldonado en su etapa en Badalona?

Un entrenador muy tranquilo. Creo que eso es bueno. Ni la victoria le hace crecer ni la derrota hundirse. Siempre está en la misma línea. Eso es bueno para el equipo. Mi último año con él fue muy bueno y el que me abrió la posibilidad de firmar en Gran Canaria. Jugué muy bien con él y me hizo alargar mi carrera. Estoy aquí y ya voy para seis años.

¿Le sorprendió la decisión de Luis Casimiro de abandonar el equipo?

Sí y no. Después del final del año que hicimos, donde competimos muy bien en el Playoff, creía que iba a renovar. También hay que valorar que le apareció el tema de Málaga, que son dos años y con una oferta mejor. La gente se acuerda de este año, pero es que el pasado estuvimos a un triple de pasar a semifinales. Si miras para atrás, en Valencia estábamos cinco abajo faltando 14 segundos... Si miras el general, creo que el año pasado estuvimos mejor que este año. Creo que competimos mejor.

¿Comparte la visión de que a pesar de la clasificación para la Euroliga le faltó cierta regularidad al equipo?

No fuimos consistentes por momentos. En casa estuvimos bien, pero fuera nos costó mucho. El año pasado eso no nos pasaba, más allá del partido de Copa del Rey contra el Valencia. El año pasado competimos mejor, excepto el Playoff, donde estuvimos muy bien.

Se queda usted, Paulí, Rabaseda, Báez... ¿Cómo valora que el núcleo duro se mantenga?

Es bueno. Siempre hemos tenido nuestros cambios, como en todos los equipos. Somos gente que llevamos años aquí y eso hace vestuario. Por lo que he leído parece que Pablo [Aguilar] no seguirá, que no entra en los planes... Es bueno que continúe, sobre todo para integrar a los nuevos que lleguen. Berdi intenta hacerlo lo mejor posible y en ello está.

¿Echarán de menos a Pablo Aguilar si no sigue como parece que será?

Sí, porque llevaba tres años aquí. Se sentaba delante de mí en el vestuario y siempre lo he tenido de cara. Se le echará de menos. Es un jugador con muchas condiciones. Ha tenido solo un problema aquí: la continuidad. Le han castigado las lesiones, con problemas de tobillo y ha jugado muchas veces tocado, muy tocado, algún partido que ha llegado a jugar medio cojo. Ha hecho muchos esfuerzos por este equipo. Vamos a ver qué pasa al final.

¿Nota que la exigencia ha ido creciendo estos años? Con el murmullo que a veces se escucha en Siete Palmas...

Hombre, igual por ese runrún que a veces hay en el Gran Canaria Arena. En el club, todos queremos el máximo. Pero tenemos que saber quiénes somos porque a veces parece que tenemos que ser como los de arriba. Somos el sexto equipo de la ACB: Madrid, Barcelona, Baskonia, Valencia y Málaga. Es así. Son más potentes. Si miras para atrás ya hay varios que están cerca de nosotros: Tenerife, Andorra... A veces parece que tenemos que estar terceros o cuartos. Los demás equipos juegan. ¡Qué le ganamos a un equipo de Euroliga en Playoff! El club siempre ha estado tranquilo y la afición, por lo general, creo que también. Y que siempre están con nosotros. A veces no es agradable el runrún. Este año se llegó a pitar un cambio. Esas cosas sí que no son agradables. Pero bien, la gente está con nosotros. El ambiente, con la grada de animación, ha cambiado mucho. Lo notamos y nos sentimos queridos.

Con su renovación serán seis años en Gran Canaria. ¿Qué ha encontrado aquí?

Más que yo, que ha encontrado mi familia aquí. Primero fue difícil venir porque estábamos en casa, en Badalona, y salir de ella siempre es complicado. Pero desde la primera semana, tanto mis hijos como mi mujer estaban encantados. Aquí hay una cosa muy buena. La gente habla del clima de Canarias, pero me quedo con la gente, que hacen que te sientas como en casa. Al principio te chocaba eso de que me dijeran 'mi niño' cuando no me conocían de nada. Me acuerdo de la primera llamada para pedir los billetes [se ríe]. ¿Pero cómo que 'mi niño'? La gente es lo mejor. Se agradece. Mi familia no se quiere ir, mis hijos están encantados aquí. Ellos mandan ahora. Lo mejor de aquí es cómo es la gente. Mis hijos tuvieron amigos la primera semana, mi mujer también. No paran y eso es bueno. Ves los cambios que han tenido, lo abiertos que son. Casi que hasta tienen un poco de acento.

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