Derbi amistoso con aroma a partido oficial. Ante la cercanía del comienzo de la campaña 2018-19 en la Liga Endesa, que arranca la próxima semana, el Herbalife Gran Canaria y el Iberostar Tenerife protagonizaron en el Arena una Copa Toyota intensa e igualada. Fue un último test de pretemporada que ambos se tomaron como ensayo general. La victoria acababa cayendo del lado tinerfeño (71-79) en un choque marcado por el equilibrio hasta el último cuarto.

El Granca, en los momentos cruciales del encuentro, estuvo más espeso que un rival que mostró más hechuras ante un cuadro amarillo que pagó el esfuerzo y las ausencias en su rotación, pues Salva Maldonado contaba con las bajas de Ondrej Balvin, Marcus Eriksson y Luke Nelson. Los dos últimos no estarán aptos tampoco para el duelo inaugural de la competición liguera, que para los amarillos empieza el jueves en el Palau Blaugrana ante el Barça.

Además de las mejores prestaciones del Iberostar Tenerife en este último cuarto, donde consiguió un parcial de 19-26, otro aspecto decisivo en la derrota de los locales lo encontramos en su pobre porcentaje en el lanzamiento de triples, una de las bazas importantes del estilo de juego del técnico Salva Maldonado. Sólo cuatro encestados de veinte intentos, por 11 de 24 de su rival.

En este apartado, Chris Evans se erigió en el más destacado con tres aciertos de cuatro lanzamientos. El alero estadounidense, que dejó acciones súper espectaculares como un mate tras cruzar toda la cancha, hizo méritos suficientes para ser señalado como el mejor en la escuadra grancanaria. Firmó 20 puntos y 13 de valoración. Destacar también el partidazo de Luke Fischer. El estadounidense estuvo colosal en la pintura. Sus números así lo atestiguan: 15 puntos, 12 rebotes y 23 de valoración.

En un arranque de encuentro donde las defensas y las imprecisiones primaban sobre los ataques, una tónica que continuaría durante casi todo el envite, el pívot tiró del carro en el Herbalife. En el bando contrario, la réplica la ponía el otro center, Colton Iverson.

Entre ambos se repartían el protagonismo en este acto inaugural, donde la igualdad se instauró en el electrónico del Arena. Aunque el Iberostar Tenerife casi siempre llevó la voz cantante, el Granca seguía su estela muy de cerca.

Tras el primer triple de Chris Evans que supuso el 7-6 con cuatro minutos consumidos, la escuadra claretiana no recuperó la cabecera en el tanteador hasta que DJ Strawberry establecía el 16-14 a falta de 1.45. Los amarillos conseguían aguantar su ventaja al final de este cuarto (18-17).

El guión del partido apenas sufría modificaciones con el arranque del segundo acto. La igualdad sólo se vio alterada con la aparición del acierto en el lanzamiento exterior de uno de los contendientes, el Iberostar Tenerife. De la mano de Ferrán Bassas, la escuadra tinerfeña consiguió abrir la primera brecha importante.

Su tercer triple consecutivo cerraba un parcial de 4-11 que dejaba al Granca ocho abajo (27-35) a falta de poco más de tres minutos para el descanso. Surgía entonces la figura de Chris Evans; con cuatro puntos consecutivos puso el 33-35 en el intermedio.

En la reanudación, un tiro libre de DJ Strawberry y el segundo triple de Chris Evans devolvían el mando al Herbalife Gran Canaria (37-35). Respondía desde la línea de 6,75 Tomasz Gielo. Este, en las filas del Iberostar, y Luke Fischer, en las del Granca, llevaban la voz cantante en esta fase del choque.

Chris Evans, con un espectacular mate, y el triple del examarillo Nico Brussino dejaban el empate a 43 en el ecuador del tercer cuarto. Con 45-45 a falta de tres minutos, el acierto de tres de Albert Oliver y los dos tiros libres convertidos por Anzejs Pasecniks dieron la máxima ventaja a los locales en el encuentro, +5 (50-45).

Reaccionó muy rápido y de forma contundente el Iberostar: 0-8 para dejar el 50-53 con los diez últimos minutos por jugarse. Desde el inicio del último cuarto, los tinerfeños se mostraron más centrados, mientras que al Granca le empezaba a pasar factura el esfuerzo. Los de Txus Vidorreta supieron controlar sin excesivos problemas una diferencia que finalmente quedó en ocho puntos después del triple con el que Thad McFadden ponía el broche a la Copa Toyota (71-79).