Éxtasis en el Arena. La Euroliga, en su estreno en Gran Canaria, ya conoce otro infierno, el amarillo. El Granca, en una cita histórica, apeló a la fe y a una comunión perfecta con su afición para conseguir la victoria que inaugura su casillero de triunfos en el estreno como local en la segunda mejor competición de clubes de baloncesto de todo el planeta, sólo superada por la NBA. Una fecha que queda ya para los anales.

El conjunto claretiano, que había sembrado muchas dudas por su titubeante inicio de campaña, tiró de casta para despejarlas. De nuevo, el juego coral reaparecía para reforzar el estado anímico de un vestuario que pedía tiempo.

Y la primera victoria del Herbalife llegó de la forma que más sabe, sufriendo hasta el bocinazo final. Hacía hincar la rodilla en tierra a un FC Barcelona que ejerció el dominio durante una gran parte del choque, pero acabó arrollado por las hordas amarillas (87-86).

Ni los colegiados pudieron descabalgar a un Granca fajador, que nunca rehusó al cuerpo a cuerpo y que noqueó a su oponente en el límite. Clevin Hannah sacaba una falta personal casi salvadora cuando el tiempo agonizaba. Acertaba desde la línea de los tiros libres para poner el 87-86 en el electrónico del Arena a falta de tres segundos y seis décimas.

Pesic pidió tiempo muerto para diseñar en tan poco tiempo la canasta milagrosa que permitiera a los azulgrana estrenar su casillero esta temporada en la Euroliga. Kevin Pangos, un ex del conjunto claretiano, fue el elegido para jugársela pero erró. La locura se desataba en el coliseo de Siete Palmas.

Un choque estelar donde precisamente los llamados a ser las estrellas de este Herbalife brillaron. Los cuatro recién llegados a la plantilla tomaron esta vez la voz cantante. Y cómo no, Chris Evans, el que menos dudas había levantado hasta ahora, comandaba al resto con sus 19 puntos, cinco asistencias y 24 de valoración.

Le secundaba otro valor seguro, Clevin Hannah (14 puntos y 20 de valoración). Más sorprendente y reconfortante fueron las apariciones más brillantes de DJ Strawberry y Kim Tillie -ambos con 13 puntos- desde que visten la amarilla. Y junto a ellos, la guardia pretoriana del Granca rindiendo también a un buen nivel.

¿Y qué ocurrió para el cambio de tendencia del Granca? Pues sobre todo equilibrio en ataque -sin fiarlo todo a los lanzamientos triples- y agresividad defensiva continuada. Principalmente eso, y luego mucha fe; una fe por ganar que ni siquiera los colegiados pudieron perturbar. Ni los árbitros, ni Kyle Kuric ni Ante Tomic, los mejores baluartes del FC Barcelona en el Arena.

El triple inicial del examarillo hacía presagiar una noche dura para los locales. Pero no se amilanaron los de Salva Maldonado. Poco a poco le fueron tomando el pulso al choque ante un Barça atascado por la buena defensa local. Al 2-5 de Tomic le sobrevino un parcial de 6-0 que ponía la primera ventaja claretiana en el electrónico, coronada por la canasta de DJ Strawberry.

Ahora al que no le temblaba el pulso era al cuadro azulgrana, que primero con un triple de Kyle Kuric y luego con dos canastas consecutivas más, de Claver y de Tomic, dejaban el 8-12 tras un 0-7 en el ecuador del acto inaugural.

Se imponía a esas alturas la hegemonía del Barça y de Pangos. El canadiense anotaba siete puntos consecutivos que ponían al Herbalife 10 abajo con tres minutos y medio por disputarse. Salva Maldonado intentó frenar ese primer amago de escapada de los visitantes con un tiempo muerto, después de que los suyos empezaran a perder el norte en ataque, con varias pérdidas, y a aflojar atrás.

Xavi Rabaseda culminaba un contragolpe para acercar a los suyos, que seguían recortando desde la línea del tiro libre merced a Albert Oliver y Kim Tillie. No se arrugaba el Barça y Seraphin dejaba la diferencia en 12 . El triple final de Xavi Rabaseda, tras un falta técnica en la que Albert Oliver convirtió el tiro libre, subía el 18-26 al electrónico después de los 10 minutos iniciales (18-26).

Siguió dándole dentelladas a su desventaja el Herbalife en el arranque del segundo acto. El 7-0 de parcial firmado por Anzejs Pasecniks, Kim Tillie y Albert Oliver (triple) ponía al Barça en el horizonte más cercano de los locales (25-26) a más de siete minutos para el descanso.

El Barcelona, con menos acierto de cara al aro, parecía acogotado por un rival duro atrás. Seraphin acabó con la sequía y posteriormente el triple de Ribas apagaba por momentos la ilusión del Granca de tomar el mando. Pero no se resistía a seguir peleándolo.

La misión la cumplió Chris Evans con un triple (35-33). El cuadro claretiano volvía a liderar el partido con cuatro minutos aún para llegar al intermedio. Aunque el acierto desde la línea de 6,75 de Singleton oscureció el panorama, el 2+1 de DJ Strawberry iluminaba la esperanza de victoria de un Arena volcado (38-36). Y de nuevo Kuric, implacable, acudía al rescate de los suyos ante un voraz Herbalife que se mantenía firme en el cara a cara que en ese momento protagonizaban los contendientes.

En el último minuto del primer tiempo, el Herbalife ganaba 44-42. Era una fase del choque donde los colegiados andaban repartiendo injusticia para ambos lados y caldeaban el ambiente. Oriola estableció el empate y el Granca la tenía para culminar su mejor primer tiempo de la temporada. No pudo ser; Oriol Paulí erró (44-44).

El toma y daca continuaba en la reanudación. El Herbalife resistía con agresividad el poderío azulgrana. El triple de Clevin Hannah dejaba por delante a los amarillos con cuatro minutos consumidos del tercer acto (53-51). Con la misma respuesta, el lanzamiento desde más allá de la línea de 6,75, Singleton daba la cabecera al Barça en el ecuador de este cuarto.

Tónica de igualdad

El cuadro azulgrana, desde la línea de tiros libres, sobrevivía con ventaja ante un Granca que se lo tenía que currar más (55-61). Ese pequeño arreón visitante lo cortaba un triple de Kim Tillie para seguir con la tónica de igualdad (58-61) a dos minutos para acabar el cuarto.

El Granca perdió fuelle, y a Luke Fischer, según descontaba el reloj. Crecía el rival gracias al acierto de tres de Heurtel: se escapaba de seis a falta de 43 segundos. Intentó cambiar la dinámica Salva Maldonado con el tiempo muerto. Entonces surgió Clevin Hannah para dejar el 64-67, pero Seraphin no daba tregua (64-69).

Diez minutos por delante y cinco puntos de diferencia. Ese era el panorama que se le presentaba al Herbalife para intentar estrenar su casillero de triunfos. Con el arranque del último acto, más por sensaciones que por el resultado, el Barça parecía imponer su hegemonía. Tomic, desde el tiro libre, dejaba el +7 para los culés (66-73).

Siete minutos y, a pesar de todo, el Granca se resistía a entregar el choque, más por fe que por juego. Se entraba en una fase de intercambio de canastas; llegaban con mayor facilidad las del Barcelona para dejar el 72-79 a falta de cinco minutos.

El arrojo de DJ Strawberry, con un 2+1 tras mate, alentaba a la legión amarilla (75-79). Nadie firmaba la rendición. Tres puntos que recortar. Chris Evans emergió. Oriola evitó un primer mate del estadounidense en falta. Anotaba los libres y luego se desquitaba. Machaque hundiéndola hasta el codo para el 81-82 (a 2.27).

Duelo de poder a poder. Ni uno ni otro renegaba a una batalla donde el amarillo sobresalía. Chris Evans, en el último minuto, daba la vuelta a la tortilla 85-84. Entonces los árbitros quisieron ser protagonistas. Señalaban como falta un tapón de Tillie que parecía legal y, encima, le señalan técnica por dar una patada ala publicidad. Indignación. El Granca uno abajo. Eulis Báez no toma la mejor decisión. La previsible última posesión del Barcelona la desaprovecha Singleton.

Trece segundos para la gloria o el fracaso. El Herbalife lo tenía en su mano. Clevin Hannah saca la falta y da la delantera a los suyos. 87-86. Sólo tres segundos y seis décimas. Tiempo muerto para las estrategias. La marea amarilla se frotaba las manos. Faltaba el último aliento. Pangos falla. 87-86 y fiestón.