Victoria con sabor a reconciliación. La imagen de los jugadores del Herbalife Gran Canaria subiendo por el graderío para festejar junto a sus aficionados más leales ejemplificaba el agradecimiento de la plantilla por su apoyo en los momentos donde los pitos se convirtieron en la banda sonora del Arena en las últimas apariciones del equipo amarillo. Se sellaba la paz con un triunfo (84-78) frente al histórico Maccabi Tel Aviv, muy venido a menos a pesar de su plantillón, o al menos eso demostraba anoche sobre el parqué, o pista de patinaje, del recinto de Siete Palmas.

Con un merecido triunfo, el cuadro grancanario cerraba una racha de seis derrotas. Y lo hizo mostrando su mejor versión, aquella que no ofrecía desde el choque que perdía en casa contra el poderoso CSKA de Moscú, al que llegó a tutear antes de doblar la rodilla, y tres cuarto del duelo con el Efes.

Así sí. El Herbalife se mostró como un equipo rocoso, implicado, equilibrado en todas las parcelas, sin desconexiones. En fin, todo eso de lo que ha carecido durante una buena parte de la temporada. Mostró fortaleza en los momentos delicados, como en el último cuarto. Tras dominar el choque desde el inicio, vio cómo su rival le remontaba (65-68) con seis minutos y 47 segundos por disputarse. Reaccionó con un parcial de 7-0 que allanaba el camino hacia el triunfo.

Las tropas amarillas fueron guiadas por su capitán, su líder, un Eulis Báez pletórico que con sus 16 puntos, 10 rebotes y 32 de valoración se convertía en el MVP de la séptima jornada de la Euroliga.

La puesta en escena del Granca rememoró a la de las últimas ocasiones, lo que avivaba viejos fantasmas. Pero se repuso bien el cuadro amarillo al 0-4 del Maccabi. Los tres errores de Pasecnicks en ataque se encargaban de subsanarlos Kim Tillie, con un triple, y Chris Evans con dos tiros libres. Parcial de 5-0 para ver a los claretianos por delante en el marcador mucho tiempo después, desde que empezara dilapidar su renta de 10 puntos a partir del minuto 35 del choque europeo frente al Efes turco (8-4).

La escuadra hebrea se atrancaba ante la mejoría defensiva del rival y su propia anarquía en ataque, sin suerte. Por su parte, los de Salva Maldonado, fluidos en la ofensiva, aprovechaban para aumentar su renta hasta los ochos puntos después del mate de Anzejs Pasecniks con cuatro minutos y medio por jugarse del cuarto inaugural (14-6).

Defendían con bastante solvencia los amarillos esa ventaja ya con la segunda línea en cancha. Una segunda línea que perdía pronto un efectivo. Luke Fischer, que reaparecía, no duró un asalto en la pista al sufrir los rigores del parqué del Arena; tras un resbalón, tenía que encaminarse al banquillo y no volvía a aparecer en escena.

Clevin Hannah, con dos tiros libres, dejaba arriba a los suyos con la media docena de puntos conquistada anteriormente (23-15) al término del cuarto inaugural. Las buenas sensaciones que transmitía el Herbalife en el primer acto tenían continuación en el arranque del segundo. Los dos triplazos del cañonero Marcus Eriksson y un 2+1 de Eulis Báez establecían por vez primera diferencias superiores a la decena (+13) a ocho minutos para el descanso (32-19).

Al Maccabi, muy aturullado ante la defensa agresiva de los amarillos, no le bastaba el anotar de dos. Cuando encontraron la vía del triple sí recortó. Los aciertos de Kane y Caloiaro, más la canasta de dos de Tyus, sellaban un parcial de 2-8 que propiciaba el tiempo muerto de Salva Maldonado en el ecuador del cuarto (34-27).

Pero seguía, recortando los visitantes, otra vez Caloiaro dejaba en sólo cinco puntos la ventaja del Granca, en plena fase de desconexión. De tres Sessions para coronar un 2-13 que cortó Anzejs Pasecniks (36-32).

Dos tiros libres de Chris Evans dieron un respiro al equipo claretiano, que a falta de tres minutos para el descanso ganaba de seis. Se entraba a continuación en una fase de despropósitos por parte de ambos contendientes. Chris Evans, con un mate espectacular, y Roll, para el Maccabi, paliaron la situación. El tiro libre de Clevin Hannah llevaba el choque al intermedio con un 43-38 en el electrónico.

Despistado empezó el Granca el tercer cuarto, sobre todo en el rebote defensivo. Esto lo aprovechó el Maccabi para colocarse a tres merced a la canasta de Caloiaro, que casi se lesiona momentos antes por otro resbalón (45-42).

Reaccionaba el Herbalife encabezado por Clevin Hannah. Cuatro puntos del base estadounidense, más dos del intratable Eulis Báez, disparaban a los amarillos de nuevo en el tanteador tras el 6-0 (51-42, +9). Esta situación forzó el tiempo de Neven Spahija.

El triple de Kane en el ecuador de este acto dio ciertas alas a los visitantes, pero el mate de Anzejs Pasecniks puso las cosas en su sitio (55-47). Con cuatro puntos consecutivos, el capitán amarillo se encargaba de que su equipo recuperara la ventaja de dos dígitos en el tanteador cuando restaban tres minutos para que el choque se plantara en el último cuarto (59-49).

Se entraba a continuación en una fase donde los ataques se imponían a las defensas y ambos conjuntos acudían a la línea de personal con asiduidad con el cupo de cinco faltas ya consumido en este tramo final del acto. Ese mano a mano dejaba a los locales con ocho arriba a falta de dilucidar los últimos diez minutos del encuentro (65-57).

El triple de Roll en el comienzo del cuarto definitivo parecía una reivindicación del Maccabi: aún no estamos muertos. Por su parte, el Herbalife no encontraba la fluidez de antaño, con total desacierto desde el exterior.

Ante el cariz de los acontecimientos, Salva Maldonado empezaba a recomponer su quinteto titular. Otro acierto de tres, esta vez de Wilbekin, y el mate de Tyus rebajó las ilusiones de la afición amarilla. Empate a 65 tras un 0-8.

Renacer israelí

Tiempo muerto rápido del técnico del Granca para intentar recomponer a los suyos. Tenían poco más de siete minutos para ello. No surtió efecto la arenga, pues sus jugadores se comieron la siguiente posesión de 24 segundos sin anotar. No perdonó el Maccabi, que por medio de Wilbekin tomaba ventaja mucho tiempo después de aquel 3-4 de los primeros instantes del duelo (65-68).

Esta vez el cuadro amarillo, que ante situaciones similares en el pasado reciente se desmoronaba con facilidad, mantuvo el tipo. Entre Anzejs Pasecniks, Eulis Báez y Albert Oliver (triple) voltearon la situación. Otra vez licencia para soñar (72-68).

Ya con el choque metido en los últimos cinco minutos. El Granca tenía la ventaja que su rival ya había agotado el cupo de faltas y desde la línea de tiros libres Albert Oliver dejaba el 74-70, que se convertía en un 78-72 poco después tras el mate demoledor del letón Anzejs Pasecnicks.

Cuatro minutos para la conclusión y tiempo muerto del Maccabi. Ni con eso despertaba el cuadro hebreo, que se topaba con un adversario entregado en defensa y sacando rédito del tiro libre. Por esa vía Eulis Báez puso primero el 79-72 y luego el 81-74.

Siete arriba para el Herbalife con minuto y medio para el final. Seis encuentros más tarde, se empezaba a vislumbrar el deseado triunfo. Los amarillos supieron leer con tino esa situación favorable (84-78).